Las bendiciones del cielo según el Corán son de varios tipos, algunas son materiales, otras son espirituales y otras se refieren a la ausencia de problemas e inconvenientes. En Surah Al-Fatir, versículo 33, el Corán se refiere a bendiciones de naturaleza material: "Entrarán en los Jardines del Edén, donde serán adornados con brazaletes de oro y perlas, y allí sus túnicas serán de seda".
Los creyentes que hayan ignorado los vicios de este mundo, como el deseo de elevarse ante los necesitados y desfavorecidos exhibiendo túnicas opulentas, recibirán una gran recompensa en la otra vida.
La esencia de las bendiciones del cielo no es completamente comprensible para quienes viven en este mundo. Por ejemplo, aunque algunas descripciones de la vestimenta de la gente del cielo son similares a las de este mundo, en realidad son de naturaleza diferente. Estas descripciones pretenden enfatizar el valor superior de todo lo que hay en el cielo en comparación con los bienes de este mundo. En el siguiente versículo, la paz mental y la ausencia de dolor se mencionan como una bendición espiritual del cielo: “Y dirán: '(Todas) las alabanzas son para Dios, Quien nos ha quitado el dolor; seguramente nuestro Señor es indulgente y multiplicador de recompensas'”. (versículo 34 de Surah Al-Fatir)
Los dos atributos de Dios mencionados al final de los versículos, a saber, Ghafour (perdonar) y Shakur (multiplicador de recompensas), muestran que las bendiciones del cielo son el resultado de que Dios perdona los errores y al mismo tiempo multiplica las recompensas de las buenas acciones. . En el siguiente versículo leemos: “(Los que entran al cielo dicen:) Él es quien nos ha concedido, por su favor, una morada eterna en la que no encontraremos dificultad ni trabajo”. (versículo 35 de la Sura Al-Fatir)
Así, en el paraíso está disponible todo lo necesario para una existencia pacífica y feliz. En este mundo algunas personas pueden disfrutar del bienestar y la riqueza, pero la serenidad y la paz mental son raras. Pero en el paraíso no sólo disfrutan del bienestar y el placer, sino que también están lejos de todas las preocupaciones y tristezas. El cielo es el lugar donde la tristeza y el sufrimiento están ausentes y donde uno está en presencia de la verdadera paz y dicha.