Significado
¡Ten en cuenta! Al que no ha puesto de manifiesto todos tus pecados de modo que parezca que los Ha olvidado. (Puede ser que te haya dado más oportunidad)
Etimología
ḥaḏra (الحذر), raíz ḥ-ḏ-r. cuidado, precaución. “Cuidado con el hombre” (حذرا الرجل), “Ten cuidado con él” (تحرّز منه), ḥaḏra es el objeto absoluto para un verbo (مفعول مطلق لفعل) que se omite obligatoriamente, o sea “ten cuidado” (احذر الحذر); maḥḏūr (محذور) ḥ-ḏ-r (I, participio pasivo): problema, dificultad, desgracia; aquello de lo que hay que tener cuidado.situr (ستر): cubrir, encubrir, “cubrió el objeto” (سترا الشيء).
Traducciones de sabios:
“Ten cuidado, ten mucho cuidado, te juro por Dios, que Él te cubre con un velo hasta que seas perdonado”. (Ayatī)“Ten cuidado, ten cuidado, juro por Dios, cada espejo cubre el pecado, en la medida en que se dice que ha sido perdonado.” (Anṣāriān).Evitar negligencias (temas morales y religiosos): Ten precaución, lo juro por Dios, te ha cubierto con tal velo que os cubrirá hasta que seas perdonado. (Dashtī)[Y él dijo:] “Temed, temed, que Dios ha extendido tal velo sobre Su siervo que es como si lo hubiera perdonado.” (Shahīdī).El Imam (la paz sea con él) ha dicho (para animar a la gente a mantenerse alejada del pecado): “Aléjate (de la desobediencia), aléjate, Dios ha escondido cada espejo (pecados) como si los hubieran dispensado y perdonado, por eso ahora que Ha dado tregua y escondió los pecados, es obligatorio temer y alejarse de Su ira. Y no se debe pecar y no arrepentirse del pecado pasado, porque, así como Su paciencia y tolerancia es grande, también Sus castigos son severos).”. (Faīḍ al-islam).Imam (la paz sea con él) dijo: Teme a Diod, témele, por Dios, Él encubrirá los pecados como si los hubiera perdonado. (A. Makārem Shīrāzī).
Explicación extendida:
[Ḥabībullāh Jūī, “Minhāǧ al-barāʿa, Šarḥ Nahyul-Balāghah”]
«الْحَذَرَ الْحَذَرَ فَوَاللَّهِ لَقَدْ سَتَرَ حَتَّى كَأَنَّهُ قَدْ غَفَرَ»
Esta frase es una referencia tener atención hacia Dios Todopoderoso, ya que Él vigila a Su siervo en sus pecados y transgresiones, y Dios Todopoderoso, a través de Su bondad y cuidado, protege a Su siervo, cuando comete un pecado, de exponerlo entre el pueblo, de esta manera encubriendo sus transgresiones y preservando su honor. En esta ocasión, hizo hincapié en la prohibición de la calumnia y la hizo más severa que el adulterio. Mientras se oculta la desobediencia, protege al perpetrador de la tentación y lo prepara para la contrición y el arrepentimiento pues tuvo cuidado de ocultar la desobediencia como si Él la hubiera dispensado y perdonado, pero este ocultamiento no es una indulgencia o perdón, por lo que el siervo debe rectificar sus pecados mediante el arrepentimiento y el remordimiento.
Como diría el poema en relación a este hikma:
Cuidado con la estrella de la Verdad, arrepiéntete de los pecados pasados.
Dios, el Misericordioso, te cubre con un velo para quitar de ti la sospecha del perdón absoluto.
[Ibn Abī al-Ḥadīd, “Šarḥ Nahyul-Balāghah”]
«الْحَذَرَ الْحَذَرَ فَوَاللَّهِ لَقَدْ سَتَرَ حَتَّى كَأَنَّهُ قَدْ غَفَرَ»
De esta manera, el Imam (P) ha advertido al hombre de la ira de Dios por desobedecerlo, por ser negligente y de creer que al ocultar su pecado este fue perdonado.
La frase: “Por Allāh…” («فو اللّه…») es el prefacio del menor para una analogía implícita, cuya grandeza es la siguiente: Quien cubre los pecados de Su siervo hasta tal punto, que es necesario que el siervo tenga cuidado con Su cólera y evite la desobediencia a Él, y si recurre en la obediencia no entiende el propósito de Su gracia al cubrir el pecado del siervo hasta que sea juzgado.
[Lāhīǧī, “Šarḥ Nahj al-Balāghah”, 294)]
«الْحَذَرَ الْحَذَرَ فَوَاللَّهِ لَقَدْ سَتَرَ حَتَّى كَأَنَّهُ قَدْ غَفَرَ»
Es decir, dijo el Imam (as): Teme a Dios, teme a Dios, juro por Dios, que Él cubrirá tus pecados en la medida en que sea como si estuviera en el pasado de tu castigo.
[Ayatollah Makārem Shīrāzī, “Payām Imām Amīr Al-Mūminīn”]
El Imam (la paz sea con él) en este sabio discurso advierte a todos los pecadores que no se enorgullezcan de la paciencia de Dios ante sus pecados. Dice: “Cuidado (con el castigo divino), cuidado, juro por Dios que ha cubierto tanto que es como si hubiera perdonado”;
«الْحَذَرَ الْحَذَرَ فَوَاللَّهِ لَقَدْ سَتَرَ حَتَّى كَأَنَّهُ قَدْ غَفَرَ»
Señalando que uno de los atributos de Dios conocedor de los defectos. Con su gran misericordia, no revela los pecados ocultos de Sus siervos, para que su reputación no se arruine ante los ojos de amigos y enemigos, tal vez despierten y regresen a Dios, arrepintiéndose de sus pecados y los elimine. Sin embargo, muchas personas abusan de esta gracia y misericordia de Dios y piensan que no han cometido pecado, o si han cometido pecado, Dios ya los ha perdonado sin mediar el arrepentimiento.
El Imam (la paz sea con él) advierte aquí que no debemos estar orgullosos de este favor y cuidado divinos, especialmente, que esto puede ser un tipo de bendición, es decir, Dios no considera a un grupo de pecadores dignos del perdón. Los deja solos para retrasar su castigo hasta que sus espaldas estén pesadas con el peso del pecado, y luego los toma severamente y los castiga.
Al mismo tiempo, este discurso es una lección para los siervos, de que ellos también deben ser conscientes de las faltas y tan pronto como se enteren de los pecados secretos de alguien, no deben revelarlos para estropear su reputación, ya que deben darle la oportunidad de corregirse y arrepentirse. Además de esto, son pocas las personas que no tienen faltas y errores ocultos, si se abre la revelación todos desconfiarán unos de otros y se perdería el principal capital de la sociedad que es la confianza. (1)
Nota:
1- Hadiz de la Sabiduría: En el libro de Muṣādar Nahyul-Balāghah, se afirma que este sabio dicho fue dado por Ḥāhiz en el libro de Ma’at al-Mukhtarah. Según la sabiduría número diecinueve de Fatāl Nīšābourī en el libro de Raūḍat al-Waʿẓīn, citó esta frase y varias otras frases a la vez del Imam (la paz sea con él) lo que demuestra que la obtuvo de una fuente distinta del Nahj al-Balāghah (Fuentes de Nahj al-Balāghah, vol. 4, p. 27). Además de lo dicho en el libro de Ġarral al-Hikam, también lo menciona Amadī con algunas adiciones y en Manāqib de Jwarazmī. En el libro de Tamām Nahyul-Balāghah, citó esta sabia frase de un sermón que pronunció cuando el Comandante de los Fieles (la paz sea con él) cuando entró en Kūfa. (Tamām Nahul-Balāghah, p. 362).