El primer mal moral que siempre ha afectado al ser humano ha sido la presunción. Se puede decir, por tanto, que es el origen de muchos otros vicios. La presunción es un vicio moral que conduce a la alienación, al desconocimiento de uno mismo y de los demás y al olvido de la propia posición personal y social.
La presunción nos aleja de Dios y nos acerca a Satanás. Distorsiona la realidad y causa daños materiales y espirituales. Las personas engreídas siempre son odiadas en la sociedad y sufren aislamiento. La presunción también trae consigo otros vicios morales como el egocentrismo, el desprecio por los demás, los celos, etc.
Una de las principales razones por las que Satanás fue desterrado del cielo fue su presunción. Esta fue también la razón por la cual muchas personas en la historia rechazaron el llamado de los profetas divinos. Satanás fue desterrado del cielo porque se negó a postrarse ante Adán (la paz sea con él) porque se consideraba superior a él. "Dios preguntó: '¿Qué te hizo desobedecerme?' Satanás respondió: 'Soy mejor que Adán, ya que tú me creaste del fuego y a Adán del barro'". (versículo 12 de la Sura Al-Aaraf)
Dios nos informa en el Corán del destino de aquellos afligidos por la presunción y la vanidad para que podamos aprender una lección de ello y evitar este vicio moral: "Gritarán, diciendo: '¿No estábamos contigo?' 'Sí', responderán, 'pero os tentasteis, esperasteis (que les sobrevinieran problemas a los creyentes), dudasteis y os engañasteis con vuestras vanas fantasías hasta que llegó la orden de Dios (el momento de vuestra muerte); el engañado (satanás) os ha desviado del (camino de) Dios”. Una de estas personas era el pueblo de Noé (P): “Los incrédulos de su pueblo dijeron: 'No creemos que vosotros seáis mejores que nosotros; vemos que sólo los miserables y los más pequeños entre nosotros te siguen. Por lo tanto, no pensamos que sois mejores que nosotros, sino que sois todos unos mentirosos'” (versículo 27 de la Sura Hud).
El Sagrado Corán también nos recuerda en muchos versículos la Omnipotencia de Dios y Sus atributos. Estos versículos del Corán tienen, entre otras cosas, una función educativa. Cuando una persona se deja engañar por la vanidad y la presunción debe recordar que las cualidades de las que se enorgullece y por las que se considera superior a los demás mientras desprecia y humilla a los que le rodean, no son nada comparadas con la Omnipotencia de Dios, que contiene infinitas cualidades y atributos, de los cuales nuestras cualidades son sólo una emanación.