Los versículos del Corán y los hadices nos instan a evitar la sospecha y la desconfianza.
Tener sospechas sobre los demás es un vicio moral que puede tener efectos negativos en la persona y en quienes se relacionan con ella. Según el Islam, la sospecha es pecado. Dios dice en el versículo 12 de la Sura Al-Huyurat: “Creyentes, absteneos de toda sospecha, alguna sospecha es pecado. Ni espiarse ni calumniarse unos a otros…”
El Corán dice que hay que evitar la mayor parte de las sospechas porque la mayoría de las sospechas de las personas entre sí son malas. Si una persona sospecha de los demás la mayor parte del tiempo, se portará mal con los demás y perderán la confianza en él. Dios dice en el versículo 12 de la Sura Al-Fath:
Los beduinos dejados atrás te dirán: «Nuestros bienes y familias nos han retenido. ¡Pide que nos perdone!» Dicen de palabra lo que no tienen en el corazón. Di: «¿Y quién podría impedir que Dios os hiciera mal o bien, si Él lo deseara?» ¡No! ¡Dios está bien informado de lo que hacéis! (11) En otro versículo, el Corán advierte contra la sospecha sobre Dios: Para castigar a los hipócritas y a las hipócritas, a los asociadores y a las asociadoras que piensan mal de Dios. Sufrirán un revés. Dios se irritará con ellos, les maldecirá y les preparará la gehena. ¡Mal fin...! (Verso 6 de la Sura Al-Fath)
La mala sospecha que tenían acerca de Dios era que pensaban que las promesas de Dios a Su mensajero nunca se cumplirían y que los musulmanes no derrotarían a sus enemigos. Sin embargo, lograron la victoria sobre los enemigos y la promesa de Dios se hizo realidad. Que los hipócritas y los incrédulos tengan sospechas acerca de Dios pero los creyentes no, se debe a que los hipócritas y los incrédulos ven la apariencia de los acontecimientos, pero los creyentes prestan atención a la verdad y la esencia de las cosas. En cualquier caso, El Noble Corán desaprueba enérgicamente la sospecha y advierte sobre un severo castigo por ello.