El estudio, que se basó en las prácticas de ayuno de Ramadán, una práctica espiritual para los musulmanes, ofrece un nuevo enfoque de tratamiento para las patologías relacionadas con la obesidad, incluida la diabetes, el síndrome metabólico y enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés).
"De acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud, la obesidad afecta a más de 650 millones de personas en todo el mundo, lo que les pone en riesgo de padecer diversas afecciones de salud", dice la autora principal del estudio, Ayse Leyla Mindikoglu, profesora asociada de Medicina y Cirugía en Colegio de Medicina de Baylor, Texas, Estados Unidos.
"La alimentación y el ayuno pueden afectar significativamente a la forma en que el cuerpo produce y usa las proteínas que son fundamentales para disminuir la resistencia a la insulina y mantener un peso corporal saludable. Por lo tanto, el momento y la duración entre las comidas pueden ser factores importantes a considerar para las personas que luchan con patologías relacionadas con la obesidad", agrega.
ESTUDIO DEL AYUNO DURANTE EL RAMADÁN
El estudio piloto incluyó a 14 individuos sanos que ayunaron (sin comida ni bebida) aproximadamente 15 horas al día desde el amanecer hasta la puesta del sol a lo largo de 30 días durante el Ramadán. Los investigadores recolectaron muestras de sangre de los individuos antes de comenzar el ayuno religioso, nuevamente en la cuarta semana de ayuno, y luego una semana después del ayuno.
Las muestras de sangre resultantes mostraron niveles elevados de tropomiosina (TPM) 1, 3 y 4, proteínas que desempeñan un papel en el mantenimiento de células sanas y reparaciones celulares importantes para la respuesta del organismo a la insulina. TPM3 desempeña un papel clave en el aumento de la sensibilidad a la insulina, que permite que las células del cuerpo utilicen la glucosa en la sangre con mayor eficacia, reduciendo el azúcar en la sangre.
Los hallazgos del estudio mostraron un incremento significativo en los productos de la proteína del gen TPM3 entre el inicio del ayuno y el análisis una semana después. Se encontraron resultados similares durante ese periodo para los productos de proteínas del gen TPM1 y TPM4.
"Estamos en el proceso de expandir nuestra investigación para incluir a personas con síndrome metabólico y NAFLD para determinar si los resultados son consistentes con los de las personas sanas --afirma el doctor Mindikoglu--. Sobre la base de nuestra investigación inicial, creemos que el ayuno desde la madrugada al atardecer puede proporcionar una intervención rentable para quienes luchan con enfermedades relacionadas con la obesidad".