Arbaín, “cuarenta en idioma árabe” es una conmemoración religiosa chiita, que ocurre 40 días después del día de Ashura (1) en conmemoración del martirio del Imam Husein Ibn Ali, el nieto del profeta y se ha constituido en la peregrinación anual más grande del mundo donde más de 20 millones de fieles confluyen a Karbalá, la ciudad santa situada en Irak y donde se encuentra el santuario del Imam Hussain miembro preeminente de Ahlul Bait (la familia del Profeta).
El año 2015 una noticia importantísima se dio a conocer con respecto a Arbaín. Aquel año, el exvicepresidente iraní y jefe de la Organización del Patrimonio Cultural, Artesanía y Turismo de Irán, Masud Soltanifar, dio a conocer que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) decidió registrar la ceremonia de Arbaín y los hechos relacionados con ello en la lista del patrimonio cultural inmaterial de dicha Organización Internacional. De tal manera de salvaguardar los valores espirituales y asegurar la transmisión de estas ceremonias a las futuras generaciones. Una decisión que pone en su justo lugar a una evocación de carácter universal.
Así pues, rememorar, recordar Arbaín – volver a pasar por el corazón en su etimología latina - este 25 de agosto, constituye no sólo realizar un viaje entre la ciudad de Nayaf y Karbalá de 80 kilómetros, constituida en una carretera del amor y la devoción (2), sino que llevar a cabo un acto de resistencia frente a los enemigos del lslam. Una marcha de fe anhelada por todo creyente musulmán shiíta, sólo desde Irán se calcula que tres millones de sus ciudadanos acudan este año 2024 (3) que se ha constituido también, con la esencia del martirio del Imam Hussain y su ejemplo, un llamado que encuentra oídos receptores en sunníes, cristianos y todo aquel que ha visto en el martirio del Imam Hussain un ejemplo de vida, a seguir, profesar y transmitir.