“Está gravemente alarmado por la escalada en la Línea Azul y el gran número de víctimas civiles, incluidos menores y mujeres, de los que informan las autoridades libanesas”, ha informado este lunes Stéphane Dujarric, portavoz de António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Además, ha denunciado que miles de los libaneses han sido desplazados debido a los intensos bombardeos israelíes, los más fuertes desde octubre.
Guterres ha subrayado la urgencia de reducir las tensiones y ha pedido que se centren todos los esfuerzos en alcanzar una solución diplomática.
Ha enfatizado la necesidad de un cese inmediato de las hostilidades y el retorno a la estabilidad, instando a todas las partes a proteger a los civiles y las infraestructuras, evitando que sean afectados por la violencia.”.
Los comentarios del máximo responsable de la ONU vienen después de que este lunes el régimen de Israel llevara a cabo ataques aéreos indiscriminados contra el sur de El Líbano.
El Ministerio de Salud de El Líbano ha anunciado la muerte de 492 personas en estos ataques que dejaron también 1645 heridos.
El Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) tampoco ha permanecido en silencio ante los ataques a civiles en este país, y desde las primeras horas de la mañana ha llevado a cabo operaciones contra posiciones y asentamientos sionistas en el norte de Palestina ocupada, bombardeando las posiciones del régimen sionista con decenas de cohetes en la última hora.
Los ataques de hoy de Hezbolá han generado miedo y pánico entre los sionistas, al punto que todas las actividades educativas en la ciudad ocupada de Haifa han sido suspendidas, y se ha pedido a los colonos que se dirijan a los refugios.
El domingo, el movimiento realizó sus ataques de mayor alcance contra Israel desde octubre, disparando decenas de misiles contra la base aérea Ramat David, a 20 kilómetros al sureste de la ciudad de Haifa, y la planta de fabricación de armas Rafael al norte de la referida ciudad.