Nos movilizamos en 14 ciudades, de norte a sur, para denunciar el recrudecimiento de los crímenes contra la humanidad perpetrados por Israel durante más de siete décadas. El genocidio más horroroso del siglo XXI, el holocausto palestino, ha traspasado todos los límites. También conmemoramos un año de la Operación Diluvio de Al Aqsa, en la que el pueblo palestino, una vez más, mostró al mundo su incansable resistencia frente a la ocupación.
Hoy reafirmamos nuestro compromiso con esta causa. Reafirmamos que la resistencia, en todas sus formas, es el único camino para la liberación de los pueblos oprimidos. Ya no nos basta con discursos y condenas vacías: exigimos al Gobierno de Chile que pase de las palabras a los hechos. ¡Sanciones a Israel ya! ¡Embargo militar inmediato! ¡Ruptura de relaciones políticas y comerciales con el régimen ocupante!
Chile debe cumplir sus obligaciones internacionales y actuar frente al genocidio, la ocupación y el apartheid que Israel perpetra contra Palestina. Como Estado parte de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, y como miembro de la ONU, Chile tiene el deber moral y legal de actuar. El silencio nos hace cómplices de los genocidas. Aunque Chile haya adherido a la demanda presentada por Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia, sabemos que no existe instancia internacional que obligue a Israel a cumplir con los fallos de la Corte. Israel desprecia el derecho internacional, pero eso no nos exime de actuar.
Es imperativo que Chile tome una postura firme y consecuente. Si seguimos callando, nos convertimos en cómplices del genocidio. La única forma de hacer cumplir los fallos de las cortes internacionales es con la presión y movilización de terceros Estados, que deben actuar con medidas concretas y contundentes para aislar internacionalmente a Israel y frenar sus crímenes.
Por eso, exigimos al Gobierno de Chile que:
1.Termine todos los acuerdos de defensa, seguridad y colaboración militar con Israel.
2.Imponga un embargo militar integral inmediato.
3.Cese toda relación comercial con los asentamientos ilegales.
4.Excluya a las empresas israelíes de los contratos públicos, incluyendo los de defensa y seguridad.
5.Prohíba el transporte de armas y equipos militares desde Chile hacia Israel, incluidos los pertrechos para la fabricación de bombas y municiones que zarpan todas las semanas desde el Puerto de Valparaíso al Puerto de Haifa.
6.Revoque la invitación a Israel para la Expo Naval 2024 y se autoexcluya de ejercicios militares como RIMPAC, que legitiman la ocupación y el genocidio.
7.Exija a Israel la desclasificación inmediata de cerca de 20.000 archivos relacionados con su participación y cooperación en el golpe de Estado y en los actos de represión, tortura y desaparición forzada durante los 17 años de dictadura que siguieron.
Israel actúa con impunidad porque gobiernos, empresas, centros de investigación y universidades colaboran con su industria militar. Pero hoy, como pueblos, tenemos la responsabilidad de poner fin a esa complicidad. Así como el mundo apoyó a Chile en su lucha contra la dictadura, hoy debemos alzar nuestras voces y exigir justicia y libertad para Palestina.
¡Chile NO apoya genocidios! ¡Todos y todas somos Palestina! Hoy, todo el mundo es Gaza.
Para algunos, esto puede parecer lejano, pero no nos equivoquemos: mañana podríamos ser nosotros, si permitimos que los poderosos sigan aplastando a la humanidad con nuestro consentimiento. Es hora de levantarnos, de asumir el poder popular y de luchar con más fuerza que nunca.
¡Viva Palestina Libre!
Es digno mencionar que esta actividad se debió en gran parte de Manuel Arismendi, periodista musulmán de Temuco.