Los palestinos han criticado duramente la decisión del ministro extremista israelí, Itamar Ben-Gvir, de confiscar los altavoces de las mezquitas de las ciudades árabes de los territorios ocupados. Ben-Gvir, un controvertido político de extrema derecha, describió los altavoces como una "fuente de disturbios".
El Consejo Nacional Palestino, el máximo órgano de toma de decisiones de los palestinos, emitió un comunicado condenando la decisión como un "crimen" contra los lugares de culto. El consejo describió la acción como "un ataque flagrante a lugares sagrados y prácticas religiosas", subrayando que esos derechos están protegidos por el derecho internacional y humanitario.
“Estas prácticas representan un acto de intimidación contra los verdaderos propietarios de la tierra, a quienes el gobierno ocupante busca marginar y tratar como una minoría después de desplazar por la fuerza a la gran mayoría de ellos de sus hogares y tierras”, se lee en el comunicado.
El movimiento de resistencia palestino Hamás también condenó la decisión de Ben-Gvir, calificándola de "un crimen grave y un ataque a la libertad de culto". En una declaración, el grupo instó a los palestinos a oponerse a la decisión y resistir los intentos de socavar sus prácticas religiosas y lugares sagrados.
Hamás pidió a la Liga Árabe, la Organización de Cooperación Islámica y las organizaciones internacionales que denuncien la decisión, presionen a Israel para que detenga tales acciones y responsabilicen a sus líderes por las violaciones de los derechos y lugares sagrados de los palestinos.
La controvertida decisión también fue criticada por el Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR). El director ejecutivo nacional de CAIR, Nihad Awad, dijo: "Una guerra contra el Islam y el cristianismo siempre ha sido un componente importante del genocidio del gobierno israelí de extrema derecha contra el pueblo palestino". "Los ataques a mezquitas, iglesias, sitios culturales y textos religiosos son parte de la campaña de décadas de Israel para borrar la cultura palestina", añadió. Awad criticó a la administración Biden por ser “cómplice de este borrado cultural, deshumanización sistemática y genocidio”, y señaló que el presidente Biden está permitiendo la supresión de las libertades religiosas de palestinos y árabes a través de sus “acciones e inacciones”.
El grupo de derechos humanos también pidió al mundo islámico que utilice su "poder colectivo" y tome "acciones concretas" para "poner fin a este genocidio".