El Imam Ali (la paz sea con él) siempre ha sido reconocido como un modelo de justicia y respeto a los derechos humanos en su conducta gubernamental y social, especialmente al tratar cuestiones legales.
Según el Imam Ali (P) la justicia no es sólo un valor moral sino también la base del gobierno islámico.
En diversas cuestiones sociales y políticas, el Imán siempre se ha comprometido a garantizar que se respeten los derechos de los ciudadanos, independientemente de su condición económica, social o racial, con especial atención a los derechos de los más débiles y desfavorecidos.
Uno de los principios fundamentales de la vida del Imam Ali (P) fue el principio de la justicia social. Según el Imán, la justicia significa distribución equitativa de recursos, oportunidades y derechos en la sociedad.
El Imam Ali (P) en su famosa carta a Malik al-Ashtar, considerado uno de los textos más importantes sobre la conducta gubernamental en la historia islámica, afirma: "Trata a las personas con justicia y no oprimas a nadie, incluso si estás en una posición superior".
Una de las características más notables del gobierno del Imam Ali (P) fue su lucha contra la corrupción y las desviaciones sociales. Durante su califato luchó constantemente contra la corrupción dentro del aparato gubernamental y entre gobernadores y funcionarios.
Según él, el gobierno debe ser una herramienta para establecer la justicia social y hacer cumplir los derechos de los ciudadanos, no un medio para consolidar el poder y defender intereses personales.
Las enseñanzas del Imam Ali (P) sobre los derechos de ciudadanía y la justicia social se consideran un modelo valioso para resolver problemas relacionados con las relaciones entre gobernantes y ciudadanos, así como entre diversas clases sociales. En conclusión, la vida y la figura del Imam Ali (P) no es sólo un modelo relacionado con cuestiones espirituales y éticas relacionadas con la cultura islámica, sino también un modelo práctico para lograr la justicia social y el respeto de los derechos de ciudadanía a nivel global.
El Imam siempre ha subrayado el principio de igualdad ante la ley, el respeto de los derechos individuales y sociales, el respeto de los derechos de las mujeres y la lucha contra la corrupción y siempre ha sido reconocido como un líder religioso y político cuyas enseñanzas pueden servir como base para la toma de decisiones y la formulación de políticas incluso en el mundo contemporáneo.