En aquella histórica jornada no solo se refrendó el sí a la república islámica sino que esta afirmación supuso además la demolición total de la tiranía del régimen de los Pahlevi y el saboreamiento por parte del pueblo de la libertad y la independencia.
Desde aquel día los iraníes abrieron ante el mundo un nuevo amanecer, un amanecer con el que demostraron a los teóricos de Oriente y Occidente la funcionalidad de la democracia religiosa.
El pueblo iraní eligió la república islámica para minar todas las interdependencias vacías del mundo teorizadas por los occidentales, las mismas interdependencias que auguran el fin de una era, que hablan de guerras entre civilizaciones y que afirman que la religión es el opio de los pueblos.
Durante la jornada de hoy, víspera del final de las celebraciones del año nuevo iraní, se llevarán a cabo en Irán diversos actos para rememorar este día histórico en el que se dio punto y final de manera definitiva a más de 25 siglos de monarquía.