Agencia Noticiosa Ahlul-Bait (P)

Fuentes : islamtimes
lunes

15 junio 2009

19:30:00
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Vida de Ayatola Bahyat

El Gran Ayatolá Muhammad Taqi Behyat Fumaní nació en una familia religiosa y piadosa en el año 1334 H (1915 ) en Fuman en el norte de Irán. Perdió a su madre antes de 2 años. Sobre su padre, Mahmud Behyat, los miembros de la familia refieren a un evento interesante.

Cuando su padre tenía alrededor de 16-17 años de edad cayó gravemente enfermo y pensaban que no sobreviviría. Cuando los familiares se reunieron alrededor de este joven, uno de los familiares ha escuchado una voz que decía: “No deben preocuparse, todo se resolverá bien, porque él va a ser el padre de Muhammad Taqi.”Después de eso, el joven se había recuperado pronto de su enfermedad, se casó unos años más tarde y tuvo varios hijos. Llamó a su tercer hijo Muhammad Taqi en memoria del acontecimiento de su infancia. Sin embargo, en la infancia, este niño cayó en un estanque y se ahogó. Tuvo otro hijo más después de él, y también le puso de nombre Muhammad Taqi. Este último hijo creció y llegó a ser el gran erudito y gnóstico Ayatolá Behyat.Su padre era un recitador de letanías y a menudo llevaba al joven Behyat con él a sus recitales, cosa que produjo en él un profundo y perdurable amor por Imam Huseyn, Señor de los Mártires, la paz sea con él.Desde joven dio muestras de poseer una gran inteligencia y una gran sed de conocimientos. Tras terminar sus estudios primarios, se orientó hacia los estudios religiosos y, a la edad de 14 años, se trasladó a Kerbala en Iraq.Cuatro años más tarde se trasladó al famoso seminario de Nayaf, donde tuvo la oportunidad de estudiar en algunos de los mejores profesores y especialistas en el mundo musulmán.Estudió Usul con gran Ayatolá Abul Hasan Isfahani, con Mirza Na’ini y con Sheij Mohammad Hasan Gharawi Isfahani, conocido como Cumpani; Fiqh con Ayatolá Mirza Mohammad Taqi Shirazi y los textos filosóficos de Ibn Sina y Mulla Sadra con Ayatolá Seyed Hasan Badkubeyi.Al mismo tiempo que asistía a los niveles intermedios y superiores de estudios religiosos, fue muy meticuloso en su búsqueda de instrucción espiritual y mística. En este sentido, sus maestros fueron Ayatolá Mohammad Hasan Isfahani y Ayatolá Sayyid Abdu’l Ghaffar y por último, el erudito e instructor inigualable, un gigante entre maestros espirituales, Ayatolá Sayyid Ali Qadi Tabatabaí, con el que permaneció muchos años, aprendiendo de él los secretos de las sendas más elevadas de la ética y la gnosis.Quince años más tarde regresó a Irán y se estableció en la santa ciudad de Qom. Aquí, en compañía de Ayatolá Jomeini, Ayatolá Golpaigani y otras grandes figuras, continuó sus estudios con el Gran Ayatolá Buruyerdi.Desde su juventud, Muhammad Taqí Behyat se ocupó constantemente de la purificación de su alma y de su auto construcción. En sus instrucciones éticas insiste siempre que uno debe trabajar duro en esta tarea y renunciar y abandonar muchos lujos a fin de avanzar en el combate contra las demandas interminables del alma.Él mantiene la opinión de que para obtener el éxito en este Gran Combate (Yihad al-akbar), la pureza ética (ajlaq) y el conocimiento (ilm) deben ir de la mano. De hecho considera que la adquisición de conocimientos sin la auto purificación es más perjudicial que cualquier otra cosa.Es su famoso asesoramiento a los jóvenes aconseja leer y practicar diariamente un hadith de los que viene recogidos en el capítulo dedicado al Yihad al-nafs en la obra de Sheij al-Amali titulada Wasail al-Shi’a.En sus hechos y palabras, este gran erudito siempre orientó sus asuntos únicamente hacia Dios.Un gran muchtahid ha dicho acerca de Agha Behyat: “Sólo se puede decir de él que es un hombre de piedad. Él es la verdadera esencia y la manifestación del temor de Dios (taqwa). ”Ayatolá Sheij Javad Kerbalayi dice sobre él: “Uno de sus más cercanos compañeros de estudios en Nayaf, relató que Agha Behyat pasaba las noches en soledad, profundamente dedicado a la meditación y la contemplación. Él nunca desperdició ni un momento de su tiempo y no participaba en reuniones vanas. Cuando llegaba la hora de su clase, o de su Ziyarat a Amir ul Muminín (a.s.), se levantaba rápidamente, se ponía su capa y salía de la casa sin interferir en las actividades de los demás. Era muy reservado y no le gustaba revelar nada acerca de sí mismo, especialmente acerca de los favores especiales y de los extraordinarios poderes espirituales que Dios le concedió. ”Los siervos cercanos de Dios contemplan siempre la realidad de este mundo, lo contrario que el resto de los seres humanos, cuyos ojos se fijan en sus placeres y lujos, por lo cual dan preferencia a sus comodidades materiales, antes que a la obtención de fuerza espiritual. Por ello, mientras el resto de la gente se tropieza con los obstáculos de este mundo oscuro, estos santos (awliya ) transitan las alturas iluminadas en la proximidad a Dios.Agha Behyat fue uno de los ejemplos más brillante de estos awliya en nuestros tiempos. Fue un místico y erudito, siempre vivió una vida sencilla, sin muchos placeres materiales. Él comprendió mejor que otros la realidad de este mundo y el poco valor de sus placeres.Vivía en una casa simple, pequeña y antigua y se resistía a las ofertas de muchos de sus parientes y admiradores para trasladarse a un alojamiento a más cómodo.Ayatolá Misbah dijo: “Durante muchos años, vivió en una casa de alquiler con dos habitaciones. Una de las habitaciones tenía una cortina, que él corría cuando alguien iba a visitarle, de esa manera, al otro lado de la cortina su familia podría seguir con sus tareas domésticas. Quienes le visitaban se sentaban a este lado de la cortina y se beneficiaban mucho de su sabiduría. Aunque era sencilla, la atmósfera siempre estaba llena de una luz y espiritualidad especiales.”Ayatolá Masudí dice: “Muchas veces hubo personas que le ofrecían sinceramente comprar una casa mejor para él, pero él no estaba de acuerdo. Yo le dije: “¡Agha! Esta casa está dañada, dudo que incluso la shari’a permita que un hombre viva en este tipo de alojamiento! ” pero él no prestaba la más mínima atención a ese asunto.”Los estudiantes de Agha Behyat informan que él tenía una especial proximidad a Dios, que era inmediatamente evidente en su forma de adorar. Quienes han orado detrás de él lo han descrito como “Una experiencia espiritual edificante y única.”De hecho, la Mezquita Fatimiyah , al final del mercadillo de Guzar Jan, donde él ha dirigido las oraciones tres veces al día durante los últimos 40 años, siempre estaba llena a rebosar a las horas de las oraciones obligatorias. Muchos grandes sabios y maestros se tomaban la molestia de venir a orar detrás de él. Allamah Tabatabaí era uno de los que iba allí a orar.Tan pronto como Agha Behyat comenzaba su oración, un torrente de lágrimas acudía a sus ojos, de manera que, con frecuencia, tenía que hacer una pausa porque su voz se saturaba de emoción. Tal era su temor en presencia de Dios.Uno de los eruditos observa: “En los primeros tiempo, Behyat Agha iba ocasionalmente a visitar a alguna persona de las que vivían en las granjas situadas a las afueras de Qum, y rezaba sus oraciones por la tarde con algunos compañeros en esa ubicación remota. Un día, después de las oraciones del anochecer, comentó: “ Si los reyes de este mundo supiesen del placer que un siervo experimenta en su oración, no encontrarían placer en las cosas de este mundo. ”Ayatolá Sheij Javad Kerbalayi dice: “Agha Behyat nunca abandona sus oraciones de media noche (namoz-e shab) y pasa mucho tiempo llorando en medio de la noche, especialmente en la noche anterior el viernes.”Uno de los sabios dice: “Un jueves por la noche fui a visitarle a la Madrasa Sayid en Nayaf. Y le encontré prosternado y llorando, mientras repetía con su voz rota : “ Ilahi! ¿Man li ghayruk, asaluhu kashfa dhurri, wan-nazara fi amri? (¡Oh, Mi señor! ¿A quién, aparte de a Ti, puedo pedir socorro en mis dificultades y apoyo para mis asuntos?) ”.A pesar de sus avanzados años, la rutina diaria de Agha Behyat no había cambiado. Cada madrugada, exactamente a las 7 de la mañana, se presentaba en el santuario de Fatima Masuma (a.s) para mostrarle sus respetos. Con la mayor humildad se acercaba a su tumba y recitaba la Visita de Ashura al Imam Husain (a.s.).Sayyid Muhammad Husein Tehraní, en su libro Anwar al-Malakut, cita a Ayatolá Sheij Abbas Quchani, el gran erudito y sucesor espiritual del famoso Mirza Ali Qadi Tabatabaí, diciendo: “ Mientras estaba en Nayaf, veía como Behyat Agha iba a menudo a la Mezquita Sahlah y pasaba las noches dedicado a la adoración y la contemplación. Una noche muy oscura, las luces en la mezquita no se encendieron. Él necesitaba salir para renovar sus abluciones. Salió de la mezquita y se dirigió hacia la zona de los servicios hacia el este de la mezquita. De pronto, debió experimentar algún tipo de ansiedad o temor, quizás debido a la oscuridad total. Inmediatamente, una luz apareció junto él y le iluminó claramente su camino. Esta luz le acompañó mientras él salió, hizo sus abluciones y regresó a la mezquita. A continuación desapareció. ”Uno de sus rasgos notables era su humildad y sencillez, a pesar de su fama y su condición como uno de los grandes sabios contemporáneos y Doctor de la Ley.Durante muchos años se negó a que sus juicios religiosos (Tawdhih al-masail) fuesen llevados a imprenta y sólo después de muchos años insistiéndole terminó aceptándolo.Uno de los sabios nos dice: “Una vez fui invitado por Sheij Nasrullah Lahuthi para visitar a Behyat Agha. Agha Lahuthi le dijo a su maestro: “Agha! Estaba en Mashhad y alguien comenzó a criticarle a usted y eso me molestó mucho.” Agha Behyat respondió: “Tál y como nos informan los hadíces, si un erudito presta demasiada atención a las cuestiones mundanas será criticado por la gente.”Recuerdo que en ese momento pensé, “Si la manera en que Behyat Agha vive se llama “prestar demasiada atención a las cuestiones mundanas”, entonces qué se podría decir de nosotros!”Ayatolá Behyat poseía muchas décadas de experiencia en el viaje místico, el viaje del alma a través de estaciones establecidas para lograr la proximidad a Dios. Él era uno de los alumnos del gran maestro, Ayatolá Sayyid Ali Qadi Tabatabaí y había recibido instrucciones especiales de su maestro. Siendo todavía un joven atravesó muchas de las estaciones del acceso espiritual.Su rango elevado en estos asuntos es bien conocido por otros que viajan en esta senda de acceso. Inmediatamente después de la revolución, uno de los primeros eruditos que Ayatolá Jomeini visitó fue Ayatolá Behyat en Qom. Asimismo, cuando Ayatolá Jameneí asumió el cargo de líder de la Revolución Islámica, lo primero que hizo fue ir a visitar a Agha Behyat en Qom para obtener de él instrucciones espirituales.A diferencia de la mayoría de los hombres, que no poseen ninguna idea de la existencia o de los acontecimientos del mundo oculto, Ayatolá Behyat había alcanzado una estación espiritual que, por la gracia de Dios, le permitía con frecuencia ser testigo de acontecimientos pertenecientes al mundo oculto a los sentidos.Uno de sus dikr permanentes era el nombre de Dios Al-Sattar al Uyúb, El que Oculta los Defectos, y lo repetía constantemente, tanto cuando caminaba como cuando estaba sentado, debido a que, según nos cuenta Ayatolá Misbah Yazdi: Él entra en el plano donde es testigos de muchas cosas ocultas a los sentidos corporales y, a menudo ve la naturaleza real y el alma de quienes se sientan alrededor de él, y por esa razón él invoca a Dios, que es Quien Cubre los Defectos - Al-Sattaar al Uyúb, para que los secretos de la gente alrededor no le sean revelados. ”Esto suele ser lo que les ocurre a los siervos cercanos de Dios. Su humildad es tal que no quisieran ver nada, ni hacer nada que pueda llevarles a sentir un mínimo de orgullo de sí mismos. Y, a cambio de su humildad absoluta, Dios les concede aún mayor conocimiento y estado.La personas que conocían a Agha Behyat de cerca, no dudaban de que él era uno de aquellos a quienes muchos secretos les son revelados.Ayatolá Misbah dice en este sentido, “Quienes vivieron alrededor de él durante muchos años vieron las cosas que él hacía y decía y que eran realmente extraordinarias. A veces decía algo que parecía normal, pero cuando se meditaba en ello posteriormente, uno se daba cuenta que aquello era el fruto de conocimientos fuera de lo común que él poseía.”“Por ejemplo, cuando Imán Jomeini fue en el exilio en Turquía, muchos de sus estudiantes hicieron declaraciones en su defensa y tuvieron problemas con el Gobierno. Fueron encarcelados y torturados con frecuencia. Recuerdo claramente cuando fue detenido Agha Yannati y nadie sabía dónde se encontraba. Se lo mencioné a Agha Behyat, y él dijo: “Si Dios quiere, pronto tendremos noticias de su liberación.”Por supuesto, algunos podrían decir que esto era sólo una súplica, pero de hecho, él no solía decir eso sobre las personas que eran detenidas. Muchas veces nos decía: “Rezad por él de esta y esta manera.” o permanecía en silencio. Pero, tal y como él había dicho, Agha Yannati fue pronto liberado sin sufrir torturas ni malos tratos.”Uno de sus estudiantes relató lo siguiente: “Mi esposa esperaba a un niño. Era el mes de Ramadán y yo quería hacer un viaje, por lo que fui a despedirme de Agha Behyat. Él me miró y me dijo: “Este mes tendrás un hijo y deberás ponerle de nombre Mohammad Hasan.” Y eso es exactamente lo que sucedió. ”Existen muchos de tales episodios que la gente ha relatado acerca de sus encuentros con Agha Behyat.Agha Behyat detestaba que se hablase sobre estos episodios, pero sus estudiantes ocasionalmente se los contaban a otros creyentes para que fueran consciente de que existen en nuestra época ciertos individuos a quienes Dios ha concedido favores especiales.Sin duda, para la persona que se esfuerza sinceramente por lograr proximidad a Dios, Dios mismo se convierte en su guía, pues, como menciona el Sagrado Corán:Y a quienes se esfuerzan por Nosotros, ciertamente, les guiaremos a Nuestros caminos . En verdad, Dios está con quienes hacen el bien. 29:69Un estudiante en la Hawza de Qom preguntó a Agha Behyat una vez: “A veces, una persona decide realizar un acto virtuoso sinceramente para Dios, pero Shaytan convierte su intención y la persona comienza a pensar cómo impresionar a los demás con sus actos, cómo convertirse en alguien popular por tal acto… y cosas de este tipo. ¿Son estos pensamientos contados como ostentación (riya) y anulan su acto virtuoso y lo hacen inútil? ”Agha Behyat respondió: “El pecado de ostentación (riyá) sólo es relevante en los actos de culto (ibadat). Y cualquier acto de culto que vaya asociado con ostentación es un pecado y hace el acto nulo. Sin embargo, la ostentación misma se puede convertirse en una cura de ella misma, cambiando simplemente el enfoque respecto a quién está uno intentando impresionar. Si un hombre puede acercarse a un Presidente para solucionar directamente su problema, sería perder el tiempo intentar convencer a los funcionarios del Presidente de la importancia de su problema. De la misma manera, si un hombre es inteligente, intentará impresionar a Dios y perfeccionará su comportamiento para Dios, que es el creador del hombre. Esa actitud será la cura para su pecado de ostentación y de su deseo de ser admirado por las gentes. ”En otro momento, dijo: “Sobre riyá, existe un hadith que dice, “Quien intenta impresionar a la gente por su manera de rezar se verá resucitado en forma de un burro.” Y esto es muy cierto porque ¿Qué puede ser más burro que un hombre tratando de impresionar a los esclavos de Dios en lugar de dirigir su atención a Dios mismo? Si alguien nos llama burro, nos sentimos insultad