I
El 15 de junio de 1967 Israel destruye prácticamente en tierra la aviación árabe. En sis días sus tropas ocupan Sinaí, Gaza, Cisjordania, la zona siria de Quneitra y la antigua ciudad de Jerusalén. Nuevas “fronteras ideales” lo colocan a 120 km de El Cairo, a 50 de Ammán y de Damasco. Está en el Canal de Suez, se ha apoderado del Jordán, el Banyas y el Yarmuk, de los pozos de petróleo y d 50 km de oleoductos. Un millón trescientos mil árabes viven bajo la ocupación militar israelí
¿Por qué? El pretexto es el cierre de los estrechos de Tirán por la República Ärabe Unida (RAU) y el retiro de los Cascos azules de Gaza. Pero Egipto no había firmado, en marzo de 1957, el acuerdo sobre la libertad de navegación en los estrechos a menos de una milla de sus costas y, además, (J.F.Held lo ha comprobado en el mismo lugar de los acontecimientos), no se trataba de un casus belli, puesto que solamente el 5% del comercio exterior israelí por Eilath, y del cual solamente un 2% por barcos israelíes: lo que interesa es el petróleo, que hasta 1956 llegaba por Haifa
Por otra parte, Siria era amenzada y, el 12 de mayo, los dirigentes israelíes declaraban que derrocarían al régimen de Damasco para poner fin a las incursiones de los comandos. No olvidemos que, desde 1949, Israel sólo fue condenado once veces en las Naciones Unidas por su desprecio de las convenciones de armisticio. En fon, el 28 de mayo, en oportunidad de su conferencia de prensa, el presidente Nasser “sugería volver a poner en actividad la Comisión mixta israelí-egipcia” y pedía “una discusión global del problema palestino”. Y el sábado 3 de junio, el enviado de Johnson en El Cairo, Charles Yost, había dado a los egipcios “seguridades de que Israel no atacaría, en tanto duraran las tratativas diplomáticas.”
¿Cómo? M.H.Heykal (en Al-Ahram, ver Jeune Afrique del 5 de noviembre de l967) ha reconocido honestamente que Israel sacó ventajas de una ayuda y una habilidad excepcionales y que los árabes desfallecimientos excepcionales. El agresor siempre tiene ventaja: pues bien, Eshkol reconoció el 8 de julio, y Moshé Dayan después, lo que el general de Gaulle había declarado a partir del 21 de junio: “La apertura de las hostilidades por Israel.” Por otra parte, Jean Francis Held, corresponsal del prensa del Nouvelle Observateur en Israel y testigo “simpatizante” de ese país, reconocía (en Le troisième combat, París, 1967) que “todo el potencial militar (israelí) estaba concentrado en formación que no podía ser, tácticamente hablando, otra cosa que ofensiva” (p.107); que la opinión pública israelí “se reía a más no poder” de saber quién había empezado (p.122); que la utilización del “napalm” era “quizás necesaria pro no indispensable” (p133); que “las tropas de choque israelíes habían recibido la orden de hacer el menor número posible de prisioneros: que se lo interprete como se quiera” (p.142).
¿Por qué y cómo en Francia, por jemplo, 51% de las personas piensan que los árabes son responsables (encuesta IFOP, Le Monde del 30 de octubre de 1967?)
Porque –André Philip lo demostró cabalmente en Reforme, mayo y julio de 1967)- “la mayoría de nuestros medios de información, prensa y radio privadas, están en manos de hombres de gran talento, para quienes Israel es una segunda patria.” He oído decir: “Yo soy judío antes de ser francés”. Para ellos: “Israel siempre tiene razón”. La gran prensa y la radio privadas son (pues) más peligrosas que la ORTF (1)
Y yo puedo atestiguar que ningún diario francés quiere aceptar mis propios artículos sobre Israel y que la ORTF no pasó mi entrevista grabada para Panorama, el 25 de octubre, sobre el mismo tema.
En cuanto a la relación existente entre Vietnam y Medio Oriente aseverada por el general De Gaulle, es indiscutible.
En Efecto:
1.- En tanto el pueblo de Palestina como el de Vietnam combaten por su libertad contra un mismo imperialismo.
2.- “Sin Vietnam, el conflicto en Medio Oriente no hubiera tenido lugar en esta forma. Es decir, con una derrota árabe que el mundo considera una derrota soviética.
Sin Medio Oriente, los soviéticos quizás no darían pruebas de ese endurecimiento del cual, de ahora en adelante y en todos los lugares donde los Estados Unidos están presentes, s sienten obligados a dar testimonios concretos” (Jean Daniel. Nouvel Observateur. 15 de noviebre de 1967;
3.- Sin el apoyo incondicional de la más grande potencia imperialista del mundo, ¿Israel se hubiera atrevido a ser el primero en atacar? Pues bien ¿ese apoyo no se ve reforzado por la necesidad, para Washington, de compensar las derrotas que le inflige el pequeño país asiático que es también el pueblo más grande de la tierra?;
4.- Todo régimen indócil debe ser obligado a marcar el paso; Damasco, El Cairo, Argel, tendrán la suerte de Hanoi, si protestan. Israel juega aquí el papel de “brazo secular”.
II. Contra ocho confusiones corrientemente admitida
Los franceses –y los demás- están, pues, mal informados. En particular, una prensa y radios tendenciosas crean y mantienen por lo menos ocho confusiones corrientemente admitidas, que es necesario denunciar y destruir.
1.- Israel no tiene ningún derecho histórico sobre Palestina
Desde hace dos mil años todo el mundo podría reivindicar cualquier cosa. Y Lord Balfour no tenía ningún derecho a regalar un “hogar nacional para el pueblo judío” (el 2 de noviembre de 1917) –a expensas de Palestina, árabe desde hace trece siglos, en donde los judíos no eran por ese entonces (l917) más que 56.000… Además. Al cabo de treinta años de Mandato británico, los sionistas no habían logrado poseer sino el 6% de la superficie total de Palestina –lo cual no impidió a la Asamblea de las Naciones Unidas, en noviembre de 1947, ofrecerles el 54% del país. Más todavía, antes del retiro de las tropas británicas el 15 de mayo de 1948, Israel había ocupado –y aún ocupa- más del 80% de la superficie total de Palestina
2.- El Estado de Israel reconocido por la ONU en 1947 no es el de 1967, cuyas fronteras, ya antes del mes de junio, eran las de la injusticia y la fuerza
¿Reconocer el derecho de Israel a la existencia? Con la condición de que cese de ser lo que es, objetiva, financiera y políticamente: una cabecera de puente del imperialismo. Que cese de decir, con Levi Eshkol el 8 de septiembre último, que “la seguridad nacional debe ser aseguradapor la frontera natural de Suez”, o de hablar, el 28 de octubre, de la necesidad, “de las regiones en donde no existimos actualmente pero que tienen nombres bíblicos” de “duplicar nuestro número antes del fin de este siglo”. Que cese de hacer votar por su parlamento (Knesset), el 27 de junio, la anexión –“irrevocable y no negociable”- del sector jordano d Jerusalén.
3.- Israel no s confunde con el judaísmo
Es Joseph Reinach (un sabio de confesión judía) quien escribía, el 30 de marzo de 1919 (Journal de Débats): “por lo tanto, como no hay ni raza judía ni nación judía, como hay solamente una religión judía, el sionismo es decididamente una tontería –un triple error histórico, arqueológico y étnico-“. Algunos judíos ilustres no han aceptado jamás el Estado de Israel (Judah Magnes, Martin Buba). Hay franceses de confesión judía, actualmente (Maxime Rodinson, Fanny Schapira, los estudiantes judíos antisionistas), que declaran públicamente: “el Estado de Israel no es nuestro Estado ni nuestra patria. Ha sido creado por un grupo de judíos nacionalistas que desde el principio fue criticado por la mayoría de los judíos.” La doctora Fanny Schapira es cortante: “no hay raza judía” y André Philip habla de “idolatría pagana”. Finalmente, quedan 13 millones de judíos en todo el mundo: 85% han preferido la integración al país en el cual viven a la emigración a Israel: como nuestro Montaigne, Pierre Mendés-France es francés. Por lo demás, hay más personas que salen de Israel que inmigrantes que entran.
4.- Israel no está justificada por Auschwitz ó Treblinka
Por empezar, los judíos no fueron los únicos deportados: es también ese el caso de Gemaine Tellon ó de Geneviève de Gaulle. No son los únicos que han sido exterminados: millones de gitanos fueron a las cámaras de gas, de tribus enteras. ¿Quién habla de fundar en alguna parte un “hogar nacional gitano”? pero, claro, no hay un Rothschild bohemio… Y además, y sobre todo, los árabes no tienen nada que ver con la persecución de los judíos, de la que Hitler, sus nazis y los cómplices de ambos son íntegra y exclusivamente responsables. ¡No se comprende por qué el Estado judío debería hacerse a expensas de los árabes inocerntes!
Una vez más, escuchen a André Philip: “para otros, se trataba de recuperar una conciencia tranquila y lavarse de los sufrimientos que nosotros, los europeos, hemos impuesto a los judíos torturados, haciendo recaer el sobre los árabes quienes, ellos no, jamás han abierto campos de exterminación ni encendido hornos crematorios.
Ciertamente, nosotros tenemos una deuda hacia nuestros conciudadanos judíos, por lo que han sufrido por culpa nuestra, pero es a naosotros que nos toca oagarla, por medio de nuestra comprensión y nuestro afecto por ellos en tanto individuos. Pero, del mismo modo que no se trata de imponer indefinidamente a los alemanes jóvenes el castigo de los crímenes cometidos por sus padres, tampoco sería cuestión de transferir a un Estado, creado por una minoría de judíos, un capita de crédito moral, haciendo soportar la carga de los intereses a otros que no seamos nosotros mismos.”
5.- El racismo no es solamente antisemitismo, y éste no se reduce al antisionismo
Una hábil propaganda interesada querría hacernos creer que es ser “racista” y “antisemita” condenar al Estado de Israel. Ahora bien, es sabido que en los Estados Unidos e Inglaterra el racismo es, antes que nada, antinegro. En Francia, lamentablemente, los recientes sondeos de opinión acaban de demostrarlo (Nouvelle Observateur de 1º de noviembre), se es más antiárabe que antinegro, y más antinegro que antijudío. En cuanto al antisemitismo, es ejercido fundamentalmente contra los árabes, quienes también son, culturalmente, semitas. Resta el antisionismo, del cual hemos visto que no debe ser confundido con cualquier reprensible antijudaismo.
6.- Israel no es un pequeño país pobre y desarmado que es necesario socorrer a cualquier precio
Esto es olvidar, recuerda André Philip, “que los árabes son una masa proletaria subdesarrollada, en tanro que Israel representa una potencia occidental instalada en Asia, con su superioridad, su riqueza, en técnica y en formación intelectual. Quienes habían observado los ejércitos y sus Estados Mayores sabían que Israel obtendría una victoria fulminante y que la confrontación recordaría un combate que debía desembocar en una nueva Azincourt.” Una reciente encuesta del IFOP (Le Monde, del 30 de octubre) muestra que aproximadamente la mitad de los franceses estiman que “Israel s un país occidental”. Confundir a Israel con un país del Tercer Mundo, con una “nación proletaria” es una broma de mal gusto.
Como escribe Jacques Atger (Cité Nouvelle, 8 de junio de l967), “no tenemos que proclamar el derecho a la existencia del Estado de Israel si no reconocemos al mismo tiempo, el derecho de las poblaciones del Medio Oriente al desarrollo económico, al cual la existencia misma de Israel, en Tanto Estado, pone en peligro.” No olvidemos, por otra parte, las actuales tendencias “anexionistas y chauvinistas”, que saltan a la vista de los más prejuiciosos.
Pensemos, en fin, en esa asombrosa reunión de millonarios ingleses, franceses y americanos, todos judíos, llegados a Israel al día siguiente de su victoria para estudiar en el terreno las condiciones de una ayuda financiera internacional interesada. Reflexionemos también en un hecho revelador; en tres días, el Fondo de Solidaridad para Israel, creado en París el 30 de mayo, había reunido el millar de millones de francos antiguos que el comité para Vietnam todavía está esperando.
7.- Israel no es el bastión de la democracia. Es, por el contrario, un Estado racista y confesional
Fanny Schapira denuncia, por ejemplo, la Ley del Retorno, que estipula que “todo judío, cuando lo solicita, se hace inmediatamente ciudadano israelí, mientras que un árabe, que ha nacido allí y parte, no regresa sino muy dificultosamente. Esta Ley del Retorno es, por lo tanto, una ley racista en su esencia.” Es, por otra parte, una absurdidad separatista que extrae –y excluye- el judío del hombre. A más de esto, el Estado Israelí es el campeón de la discriminación respecto:
1º. De sus 250.000 árabes, musulmanes y cristianos, a quienes ha privado de sus mejores tierras (Ley de expropiación, del 10 de marzo de 1953, agravada en Galilea por la concentración de tierras, en l961) y a los cuales somete a la administración militar y a humillantes “permisos para circular”;
2º.- De sus propias minorías judías orientales, no obstante ser mayoritarias (3/5 de la población) que con frecuencia constituyen (por ejemplo, los marroquíes) grupos “chivoemisarios”, los “judíos de los judíos”.
8.-n fin, Israel no es forzosamente el mejor amigo de Francia
Antes que nada, porque, según André Philip, “Francia no puede librarse a partidos extranjeros. Cada uno debe juzgar los problemas internacionales de acuerdo a un ideal universalista, teniendo en cuenta el interés nacional.”
Además, ¿no se trata, muy frecuentemente, de un malentendido? Según el testimonio vivido de Jean Francis Held (p.65), en Tel Aviv, Francia es vista a través de Guy Mollet, “el héroe de Suez”, ése que por televisión osaba decir que, si hubiera que hacerlo nuevamente, recomenzaría. ¿no se trata, por lo demás, del mismo “hombre de izquierda” que se adjudicó el ridículo inmortal de emitir un “contradiscurso de Phnom-Penh”? (2)
Una vez que se ha tomado conciencia de ocho mitos pro israelíes, y una vez que se ha elegido la lucidez y la justicia, entonces es posible estar dispuesto a conocer un testimonio irrecusable acerca de lo que realmente ocurrió en jerusalén entre el 5 y el 8 de junio últimos.
III. Jerusalén y “La sangre de los pobres
Tengo ante mi vista un folleto agobiador. Es el cuaderno nº 47 de Témoignage chrétien. Publica los informes y documentos reunidos por un sacerdote, el padre Pau Gauthier, quien desde hace diez años está en Nazareth, donde trabaja, ya sea en los kibutz, en medio de los judíos, ó como albañil entre los árabes cristianos y musulmanes, y por la Hermana Marie-Thérese, también consagrada desde hace diez años al apostolado obrero y a la evangelización de los pores en Palestina.
Ambos se encontraban en Jerusalén el 5 de junio. Ambos temían “el exterminio de los judíos por los árabes”. Ambos no pensaban sino en los pobres, en los humillados, en los ofendidos, en las víctimas inocentes. Nada puede borrar lo que han visto. L ejército israelí se comportó como un ejército de ocupación (y conozco franceses de confesión judía a quienes esa palabra hace desfallecer de horror). Y, por favor, ¡que no nos salgan todavía con el argumento archiconocido de los “casos aislados, lamentables, desautorizados” y, por lo demás, siempre sancionados! En este mundo, desdichadamente, después de Vietnam y de Argelia somos orfebres.
1.-El diario de la hermana Marie-Thérèse
Miércoles 7 de junio. “Las bombas han rajado y quemado la parte interna del hospicio de los peregrinos musulmanes de Pakistán. Los aviones israelíes han atacado en los barrios más pobres, los musulmanes, cerca de Bab Zaré.”
Viernes 9 de junio. “En medio de nuestra desesperación por no tener ningún vehí