La Revista número 101 de "Israel magazine" del mes de julio llegó esta semana a los kioscos marroquíes. Sería absurdo decir que el gobierno marroquí ha autorizado en el mercado esta revista israelí, ya que existen convenciones y acuerdos con la Liga Árabe, cuyos tratados estipulan el boicot a Israel, de sus mercancía y también de sus productos mediáticos.
Tal vez aquellos que han dado luz verde a esta revista han sido subyugados por el contenido de "este objeto de arte" sionista, y seducidos por sus artículos, es en este sentido que él evoca a los "progresistas árabes", que rechazan en transformarse en "terroristas". La revista habla muy bien de estos moderados árabes que han tratado de volver a ver, destacando, el sistema educativo y su aproximación del Islam con el fin de una normalización plena y total de las relaciones con el estado hebreo.
La revista ha reconocido el valor de estos progresistas árabes que ponen su vida en peligro por Israel y les ha recomendado no realizar ningún esfuerzo por apoyarlos. En cambio dice, la revista apela a una operación cesárea para desbloquear el nacimiento de los sionistas árabes, y podría hacer llamados en sus próximas ediciones al gobierno de Netanyahu, a crear un ministerio para apoyar y financiar "el sionismo árabe", y luego abrir todas las vías internacionales para favorecer sus difusión mundial, con el fin de que algunos árabes se transformen en portadores de la palabra y los principios de Hertzel, en vez del Mossad y de las organizaciones sionistas influyentes del tipo de AIPAC de Estados Unidos.
El ministro de Comunicaciones le ha abierto las puertas a esta revista, pero su voz será acallada. La profunda convicción marroquí de la justicia del derecho palestino sabrá sofocarla, a pesar de las voces discordantes que se expresan a gritos de vez en cuando. Estamos seguros que una revista sionista no podrá tener éxito en un país que está lo suficientemente inmunizado contra "los normalizadores sin fronteras".
De hecho, una fuente oficial marroquí ha descartado que Marruecos haya autorizado la venta o la distribución de ésta revista. «Desde que fue informado este hecho, la ministra de Comunicaciones marroquí ha tomado las disposiciones necesarias para prohibir la entrada de dicha revista a Marruecos y ordenado a la sociedad distribuidora retirar los ejemplares del mencionado número de los kioscos», según un comunicado proveniente del reino publicado por al-Qods alarabi.
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