Esta agencia de la ONU indicó que su situación se ha agravado con las altas temperaturas del verano. UNICEF también advirtió de que hay 3.700 escuelas que están siendo ocupadas por unos 150.000 desplazados y, si estos no son reubicados pronto, la educación de unos 700.000 niños se verá interrumpida.
"La velocidad y la magnitud de la crisis están llevando al límite la capacidad del Gobierno, de las comunidades receptoras de desplazados y de las organizaciones humanitarias", señaló UNICEF. "Aunque los combates hayan disminuido en Swat y Buner, los desplazados continúan buscando refugio en campamentos y comunidades de la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP), al tiempo que se están registrando nuevos desplazamientos en el sur de dicha provincia debido a las operaciones militares en Waziristán del Sur", añadió en su comunicado.
"Estamos afrontando un desafío humanitario único en Pakistán, ya que la inmensa mayoría de los desplazados está buscando refugio en las comunidades receptoras, lo que hace mucho más difícil la posibilidad de dotar de servicios básicos a la población desplazada y a las comunidades en las que se asienta que si buscaran refugio en campamentos", manifestó el director de Programas de Emergencia de UNICEF, Louis Georges Arsenault.
Aunque se están cubriendo las necesidades básicas en los campamentos, la situación es crítica para la gran mayoría de refugiados que viven en las comunidades receptoras, mientras los niños y sus familias viven hacinados en las miles de escuelas convertidas en refugios. Además, tienen acceso limitado al agua y no es fácil llegar con productos básicos de educación e higiene.
UNICEF también lamenta que sólo se haya conseguido un tercio del Plan de Respuesta Humanitaria para este país, un proyecto que requiere de 543 millones de dólares para asistir a 1,7 millones de desplazados durante seis meses. "Sin la financiación suficiente, resultará imposible garantizar que los miles de afectados por el conflicto tengan los servicios y el apoyo que demandan en su momento de mayor necesidad, y es igual de importante ayudar a las comunidades receptoras de desplazados que están luchando por asumir esta carga inesperada", afirmó Arsenault.
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