La verdadera dimensión de la participación británica en la tortura de sospechosos de terrorismo en el extranjero y la manera como esa complicidad es ocultada tras un manto de secreto judicial fue sacada a la luz anoche cuando el parlamentario David Davis detalló el modo como una operación de contraterrorismo llevó directamente al brutal maltrato de un hombre.
En una dramática intervención, en la que utilizó la protección del privilegio parlamentario, el ex secretario del interior del gabinete fantasma reveló cómo MI5 [servicio de inteligencia británico que se ocupa de la seguridad interior] y la policía de Greater Manchester efectivamente subcontrataron la tortura de Rangzieb Ahmed a un servicio de inteligencia paquistaní, el Directorado Inter-Servicios de Inteligencia (ISI) cuyo uso rutinario de tortura ha sido ampliamente documentado.
Es la primera vez que esa información ha llegado al dominio público. Antes había sido ocultada mediante audiencias judiciales secretas y, si el Guardian u otras organizaciones mediáticas hubieran informado al respecto, se habrían expuesto al riesgo de procesamiento por desacato al tribunal.
Davis informó a los parlamentarios que aunque se había reunido suficiente evidencia para asegurar que Ahmed fuera procesado por serias ofensas de terrorismo, se permitió que volara de Manchester a Islamabad, la capital paquistaní, en 2006 mientras era vigilado. Detalló la manera cómo las autoridades británicas:
Informaron al ISI que Ahmed iba en camino.
Dijeron al ISI que era terrorista y sugirieron que fuera detenido.
Conocían los métodos utilizados por el ISI al interrogar a presuntos terroristas.
Elaboraron una lista de preguntas para que el ISI las sometiera a Ahmed.
Lo interrogaron durante unos 13 días después de su detención por el ISI.
Los agentes del MI5 y del MI6 que interrogaron a Ahmed deben haber sabido que su detención era ilegal ya que no había sido presentado a un tribunal. Ahmed dice que informó a esos agentes que lo estaban torturando y que las señales del maltrato deben haber sido evidentes.
Dice que fue azotado, golpeado, privado de sueño y humillado sexualmente. Durante un período le arrancaron tres uñas de su mano izquierda. Dice que fue hecho lentamente, durante varios días, mientras le hacían preguntas que cree fueron entregadas al ISI por autoridades británicas y de EE.UU.
Ante la Cámara de los Comunes Davis dijo anoche: “No puedo imaginar un caso más obvio de subcontratación de la tortura, un caso más obvio de entrega pasiva. Debería haber sido arrestado por el Reino Unido en 2006. No lo fue. Las autoridades sabían que iba a viajar a Pakistán, de modo que deberían haberlo impedido. En lugar de hacerlo, sugirieron que el ISI lo arrestara. Sabían que sería torturado y organizaron la preparación de una lista de preguntas y las entregaron al ISI.”
Ahmed fue deportado al Reino Unido después de 13 meses de confinamiento en Pakistán, procesado en gran parte sobre la base de evidencia reunida antes de que viajara a ese país, y condenado a cadena perpetua después de ser hallado culpable de ser miembro de al-Qaeda y de dirigir una organización terrorista. El jurado en el juzgado en Manchester no fue informado de que había sido torturado, y algunos detalles de la operación de contraterrorismo de la policía y de MI5 que llevó a su tortura habrían sido mencionados a puerta cerrada, antes del comienzo de su juicio y después de la exclusión del tribunal de los medios y del público.
El Guardian informó ayer que Ahmed afirma que recientemente recibió la visita de un agente de MI5 y de un agente de la policía que dijeron que podían obtener una reducción de su sentencia, o que se le pagara dinero, si retiraba sus quejas sobre la tortura en su próxima apelación y durante el procedimiento civil en el que está demandando al gobierno británico. Davis dijo que si esa afirmación correspondiera a la verdad, sería “francamente monstruoso.”
Ahmed es uno de varios ciudadanos y residentes británicos que han afirmado que ha habido complicidad británica en su tortura en Pakistán, Bangladesh, Egipto y en los Emiratos Árabes Unidos durante la así llamada guerra contra el terror.
Davis dijo a los parlamentarios: En cada caso, el gobierno ha negado su complicidad, pero al mismo tiempo ha defendido encarnizadamente el secreto de sus acciones lo que ha imposibilitado que todos los hechos lleguen al dominio público, a pesar del evidente interés público en que así sea.”
Ahmed, dijo, “sorprendentemente no fue arrestado, sino que se permitió que abandonara el país… las agencias de inteligencia británicas escribieron a sus homólogos en Pakistán, el ISI, para sugerir que lo arrestaran.” Davis siguió diciendo: “El agente de inteligencia que escribió a los paquistaníes lo hizo a sabiendas de los métodos utilizados normalmente por el ISI contra sospechosos de terrorismo que caen en sus manos.”
Davis dijo que Ahmed fue “brutalmente torturado por el ISI. Él [Ahmed] afirma entre otras cosas que fue golpeado con bastones de madera, del tamaño de palos de cricket, azotado con gomas de neumáticos de un metro de largo y que le arrancaron tres uñas de su mano izquierda. Existe una disputa entre agentes de inteligencia británicos sobre cuándo exactamente le arrancaron las uñas, pero un patólogo independiente confirmó que ocurrió durante el período de detención paquistaní.”
Davis exigió a los ministros que examinen las secciones de argumento legal presentadas en secreto antes del juicio de Ahmed y todos los expedientes relevantes de la policía y los servicios de inteligencia; que publiquen las líneas directivas actuales sobre el interrogatorio de detenidos en el extranjero; y que establezcan si algún agente de inteligencia ha sido sancionado.
“El juez en el caso ante el tribunal sugirió que debía considerarse una acción disciplinaria. ¿Tuvo lugar? Si no ¿por qué?”
Davis también dijo que es urgente que haya una investigación de la participación en la tortura de Gran Bretaña. “Los estadounidenses han confesado su complicidad, aunque explícitamente no procesan a los agentes subalternos que actuaban bajo órdenes. Hemos hecho lo contrario. Tal como están las cosas, esperamos una investigación policial que presumiblemente termine en el procesamiento de los agentes de primera línea. Al mismo tiempo, el gobierno lucha con todo lo que tiene para utilizar el secreto de Estado para encubrir los crímenes y el embarazo político, para proteger a los que son los verdaderos culpables, los que aprobaron esa política para comenzar.”
http://informationclearinghouse.info/article23003.htm
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