Los profetas y líderes divinos son pioneros en este grupo. Desde el principio orientaron sus esfuerzos a enseñar al hombre el camino para lograr una comunidad exenta de tiranía donde existiera la justicia y la piedad.
Aunque los profetas y los líderes divinos se esforzaron por extender el monoteísmo y la justicia, la historia nos muestra que sus intenciones no lograron completamente el resultado deseado, ya que siempre hubo hombres que por su inclinación hacia lo malo, se resistieron ante estos benevolentes.
Uno de los grandes anhelos del ser humano a lo largo de la historia ha sido la realización de la justicia, eliminar la tiranía y la creación de una comunidad utópica en la cual no exista discriminación e injusticia. Este anhelo es uno de los puntos comunes de las religiones divinas, que esperan la llegada de un salvador que realice este anhelado sueño.
El Islam como la última religión y el más completo de los rituales, ha explicado una estructura de comunidad utópica. Según esta religión, en el fin del mundo aparecerá un descendiente del profeta que se levantará contra la injusticia y establecerá la justicia. Su nombre es Mahdi y con un gobierno basado en el monoteísmo y la justicia hará realidad la ansiada comunidad del Islam.
El gobierno mundial del Islam capitaneando por el Imán Mahdi (Dios acelere su llegada), contará con particularidades que serán totalmente distintas a las de otros gobiernos, las cuales estarán bajo las directrices de inspiración y los valores religiosos, que no figuran en los gobiernos materiales.
La trama de los gobiernos materiales se basa principalmente en materialismo y egoísmo. Las escuelas materiales creen en el establecimiento de civilizaciones y gobiernos, sin considerar los valores espirituales y religiosos.
Al contrario de esta teoría, el Islam con sus medidas y planes muy claros, ofrece un modelo distinto de comunidad. La justicia, el bienestar, las obras sociales, la seguridad y la solidez económica en conjunto forman el eje del monoteísmo que es un complejo de estabilidad. En la dirección utópica del Islam la prioridad es la extensión de la justicia y la no discriminación sobre las naciones.
En la aleya 90 de la sura "Las Abejas" dice: Alá prescribe la justicia, la beneficencia y la liberalidad con los parientes. Prohíbe la deshonestidad lo reprobable y la opresión. Os exhorta. Quizás, asi os dejéis amonestar.
Esta aleya bosqueja algunas de las bases sociales. Principios como la justicia, la benevolencia y el alejamiento de la corrupción y la tiranía y su significado real se pondrán en práctica en la comunidad de Mahdi.
Con la extensión de la justicia, la benevolencia y el bienestar, se fortalecen las raíces de la filantropía, fraternidad y bondad dentro de la comunidad. En el gobierno utópico del hazrat Mahdi, la filantropía y cooperación serán tan firmes que las personas que la conforman serán como una familia. Lamentablemente, en las comunidades actuales podemos ver que se han formado relaciones y negocios insanos, a veces destructivos, que han originado el miedo y la falta de confianza entre sus miembros.
Las divergencias e inseguridades sociales, inclusive en el centro de las familias, demuestran que el mundo civilizado de hoy ha fracasado en su intento por dar un equilibrio emocional y espiritual al hombre.
Esta realidad comprueba que no se puede dirigir el mundo con acuerdos sociales sin garantía espiritual y de fe. La existencia de estos problemas aclara la necesidad de un salvador para el mundo.
Las narraciones indican que en la comunidad utópica del hazrat Mahdi existirá el terreno para el crecimiento y elevación material y la reavivación de los esfuerzos económicos. Esta claro que cuando los vínculos humanos se establecen bajo la justicia y la bondad, las inmensas bendiciones de Dios, llegan a la gente y menguan sus problemas sociales y económicos.
En esta condición, la naturaleza ofrece aun más sus bendiciones escondidas y prepara la posibilidad para el uso conveniente de los favores divinos. El querido profeta del Islam decía, "Levantad a Mahdi entre mi pueblo". Cuando este sublime regrese, la gente alcanzará bendiciones que jamás se hubieran imaginado tener y la tierra no esconderá más ninguno de sus frutos.
En el gobierno de Mahdi se harán realidad todas las palabras que Dios ha revelado en el Coran, en el que ha prometido a cada ser humano sea hombre o mujer una vida pura y bendecida si han seguido sus mandamientos. En esta comunidad el diablo será encadenado y se eliminará todo rencor, codicia, celos y maledicencias. Será desarraigada la injusticia y la discriminación, reinará la seguridad y se crearán relaciones pacíficas acompañadas de cariño y amor en toda la comunidad humana.
De solo imaginar esta pura y suprema comunidad, el hombre se llena de alegría y gratitud, a la espera de aquel día en el que los ojos de todos se abrirán y podrán contemplar la luz de orientación de Mahdi, el gran salvador del mundo. /112