Esto ocurre en condiciones en que la cámara de diputados de EE.UU. el pasado miércoles, aprobó un plan que permite a fondos financieros de EE.UU. sacar sus capitales de compañías e institutos que invierten más de 20 millones de dólares en el sector energético de Irán.
Las autoridades estadounidenses habían intentado anteriormente aislar a Irán con una medida unilateral denominada plan DAmato. Pero las políticas disuasivas de ellos, perjudicaban en práctica a compañías estadounidenses.
El presidente estadounidense, Barack Obama, a pesar de su lema de cambios en la actuación de EE.UU., el pasado marzo y a principio de su mandato, renovó los embargos estadounidenses contra Irán, establecidos el año 1995 por Bill Clinton, ex presidente de EE.UU.
Estos actos continúan en condiciones en que ya fue probada la ineficacia de los embargos contra Irán como un país con capacidades en los campos científicos, económicos y políticos que disfruta del poder nacional.
Los expertos políticos creen en que al menos dos puntos fueron probados respecto a los embargos estadounidenses contra Irán en las ultimas tres décadas.
Primero que los mandatarios estadounidenses tal como mencionaron ellos mismos han cometido muchos errores no solo ante Irán sino también en las macro políticas regionales e internacionales.
Barack Obama, admitió explícitamente estos errores y hablo de la política de cambios, y consideró a cambios una necesidad durante su presidencia.
El segundo punto es que no tomaron lecciones de los anteriores errores.
Esta es la realidad que se refirió en muchas ocasiones el presidente de la R.I.l de Irán que dijo, quienes piensan que con la política de embargos pueden impedir el progreso y la voluntad de la población de Irán, están muy equivocados.
En realidad hay que decir que el principal perdedor en la política de embargo contra Irán, fue los EE.UU.
De forma que los mandatarios estadounidenses fracasaron incluso entre sus cercanos aliados y socios en la Unión Europa en justificar la política de embargo.
Los analistas familiarizados con los asuntos de Irán y EE.UU. y que se basan en las experiencias para evaluar la actuación de EE.UU., admiten que la base de la política de EE.UU. contra Irán es repetir las infundadas alegaciones y acusaciones.
Es evidente que tal política esta condenado a fracaso, y seguirla hará perder oportunidades en la política exterior de EE.UU.
Tener en cuenta este punto tiene más importancia en relación a Barack Obama a quien se esperaba diferentes políticas y puntos de vista de los ex presidentes de EE.UU.
/112