"En verdad, Dios no oprime a las personas en absoluto, sino que son las personas quienes se oprimen ellas mismas." Corán (10:44)
Haití, la tierra de mis padres y de muchas personas que quiero y admiro, recientemente sufrió un horrendo terremoto, las últimas cuentas estimaron alrededor de 150.000 vidas. Cuando uno escucha sobre mi tierra ancestral, es un mantra referirse a este país de 10 millones de personas como el país más pobre del Hemisferio Oeste. El significado subconsciente es decir que este país y su gente no tienen nada que ofrecerle al mundo. Como resultado, cuando Haití aparece en las noticias, el contexto es usualmente de marginalización. Es la personificación del racismo cuando gente que se auto denomina como expertos cuestionas si es que los haitianos pueden realmente hacer del país un lugar mejor, sin entender el significado de lo que han pasado los haitianos durante la historia y las cosa que han tenido que sobrepasar empezando desde el continente de África.
Cuando uno estudia la historia de Haití, uno ve a gente muy resistente quienes se han visto enfrentados a dificultades inimaginables, y con la gracia de Dios, han sobrevivido. Me cuesta mucho pensar en un grupo étnico que haya sufrido tanto como los haitianos, empezando por que fueron secuestrados del continente de África, sobrevivir la travesía, enfrentar los horrores de la esclavitud, conducir una exitosa revolución en contra de las potencias mundiales y pagar por esa trasgresión por los últimos 206 años.
La comunidad haitiana ha sufrido silenciosamente sin fanfarria y ha sido culpada por nuestra situación sin tener en conocimiento el rol histórico que tuvo que jugar y en las condiciones que se encuentra hoy. Líderes corruptos han sido forzados sobre nosotros, y los líderes sinceros han sido vetados por poderes más allá de nuestro control. La historia de Haití es una que ofrece una lección para la gente marginada a través del planeta. El eliminado ex Presidente, Jean Bertrand-Aristide se refirió a la reciente lucha colectiva de Haití que se mueve hacia delante "desde la absoluta miseria a una pobreza digna."
La ironía de Haití, es que no siempre ha sido una tierra de extrema pobreza, sino que durante el periodo atroz de esclavitud, era una de las colonias más rentables en occidente, una que era rival de muchas colonias americanas y que ayudaba a la base de inimaginables bienes para Francia y muchas otras naciones de Europa Occidental. No debemos olvidar nunca que Europa, Estados Unidos y muchos otros poderes occidentales no gozarían de los bienes que tienen hoy si no hubiese sido por el comercio de Esclavos del Atlántico. A pesar del trauma que sufrieron los haitianos, mientras eran secuestrados en África, las tribulaciones de la travesía a través del Atlántico y luego encarar inexplicables brutalidades en la Hispaniola (Haití y República Dominicana), es una bendición que tales personas se hubiesen podido organizar para derrotar al país más poderoso de su era. La segunda república formada en el Hemisferio Occidental luego de los Estados Unidos, Haití sostiene una especial distinción al ser la primera y única que fue ingeniada y realizada por africanos esclavos en contra de un poderoso y depravado enemigo. Esta revolución – en donde gente sin sus derechos sufrieron de algunas de las mas grandes injusticias conocidas para el hombre, esta gente sinceramente creían que poseían un derecho ordenado por Dios para gobernarse a si mismas – e hicieron temblar al fabricado mito de la supremacía blanca.
Las tácticas que usaron los franceses para forzar a los secuestrados Africanos para someterse fue barbárica. El secretario personal de Henri Christophe (uno de los héroes de la revolución haitiana) describe los crímenes perpetrados en contra de los haitianos por sus opresores franceses:
"¿Acaso no han colgado hombres con sus cabezas hacia abajo, no los han ahogado en sacos, no los han crucificado en tablas, no los han enterrado vivos, no los han aplastado en morteros?, ¿Acaso no los han forzado a comer excremento? Y habiéndolos vulnerado con el látigo, no los han encerrado vivos para que se los coman los gusanos, o arrojados a hormigueros, o no los han amarrado a estacas y los han metido en pantanos para que se los devoren los mosquitos? ¿Acaso no los han arrojado a calderos hirvientes de jarabe de caña? ¿Acaso no han puesto a mujeres y hombres dentro de barriles con palos salientes y los han tirado montaña abajo hacia el vacío? ¿Acaso no han consignado a estos miserables negros a perros come hombres hasta que los perros quedaran saciados de carne humana, y luego las destrozadas víctimas serían acabadas por bayonetas y puñales? (Robert Henil, Escrito en Sangre: La Historia de la Gente Haitiana)
Estas acciones fueron parte, por supuesto de las herramientas de opresión que al otro lado del océano se usarían para destruir la voluntad de las masas. Es trágico que un conjunto de humanos subyuguen a su misma especie humana a tales miserias. "Todos los días son Ashura y cada tierra es Karbalá."
Muchos de los fundadores de la Revolución Haitiana, hombres tales como Macandal y Boukmen, fueron reportados como hombres con un linaje Islámico. De echo, ha habido reportes de que Macandal era Seyed (descendiente del Profeta Muhammad (s.a.w). Es muy difícil confirmar esto, pero uno no debe hacer la posibilidad a un lado porque él era negro y fue esclavo. Este aspecto destaca una de las heridas psicológicas de la esclavitud, la cual es la abyecta marginación del esclavo africano. El hecho de que estos eran seres humanos con sueños, objetivos, necesidades y familias, es a menudo olvidado.
La herencia islámica de los haitianos no puede ser ignorada. En el libro de Sylvianne Diop, Los Sirvientes de Allah: Esclavos Africanos en las Américas, se reporta una significante cantidad de esclavos africanos en Haití que tenían nombres como Fátima, Muhammad, etc…exponiendo de esta forma su herencia islámica. A través de los años, la presencia islámica en Haití, desapareció por un una multitud de razones, y la actual religión dominante es el Cristianismo con elementos de las religiones nativas de África. Un milagro menor está sucediendo en Haití y es que la Diáspora Islámica está jugando un rol significativo en la ayuda a Haití. Cuando los Anderson Coopers del mundo, dejen Haití y se vayan a la siguiente historia caliente del momento, que es realmente cuando se necesita el trabajo verdadero, la Ummah necesitará entrar para llegar al núcleo del asunto y continuar el trabajo de nuestros Imames.
El hecho de que una insondable cantidad de víctimas en Haití sean niños huérfanos es algo que debe quebrar el esquema psíquico de la Ummah. Actualmente, las contribuciones hechas por la Ummah han sido significativas a lo largo de todo este proceso. Varios países musulmanes han dado apoyo a la gente haitiana, tales como el Líbano, Irán, Turquía, Marruecos, Jordania, Kuwait, Qatar, y Los Emiratos Árabes Unidos. Estas contribuciones han sido sustanciales y han salvado las vidas de miles. Jordania envió dos aviones de la fuerza aérea que cargaban un hospital militar en terreno, seis toneladas de comida, suplementos, y médicos jordanos. Líbano cargó un avión con 25 toneladas de carpas y tres toneladas de suplementos médicos. Marruecos mandó dos aviones que cargaban 24 toneladas de ayuda y ha donado un millón de dólares a Haití. Qatar envió un avión cargado con 50 toneladas de ayuda y un equipo de rescate para instalar un hospital en terreno. Turquía mandó tres aviones de carga cargados con equipos de búsqueda y rescate, un hospital móvil y material de ayuda. La Cruz Roja de Irán mandó 30 toneladas de ayuda humanitaria, incluyendo comida, carpas y medicina.
La comunidad shiíta fue en especial golpeada muy fuerte por este desastre del terremoto. Hay aproximadamente de 25 a 30 familias shiítas en Puerto Príncipe, la capital del país. La mezquita Imam Mahdi fue destruída y siete niños perdieron sus vidas. A pesar de todo este dolor, habrá un futuro más claro con un proceso de pensamiento apropiado y acciones. Se necesitará el trabajo duro para reconstruir el país con una mejor imagen de la que tenía cuando fue golpeado por el terremoto, se necesitarán oraciones seguidas por un sincero y duradero esfuerzo. Sin embargo, la gente haitiana han probado ser una comunidad resistente, y cualquier cosa es posible con la ayuda de Allah.
"Si Dios os ayuda, nadie podrá venceros y si os abandona, ¿Quién podrá ayudaros después de Él? ¡Que los creyentes confíen en Dios!
El autor de este texto es un Doctor Shiíta Haitiano-Americano residente en New York.
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