En uno de los atentados, un atacante se hizo detonar a las 10 de la mañana en una escuela que estaba siendo utilizada como colegio electoral en una vecindad del este de Bagdad. Tres soldados resultaron muertos y 15 heridos.
En el segundo ataque que tuvo lugar alrededor de las 1:45 de la tarde, otro atacante hizo detonar sus explosivos cerca de otra escuela convertida también en colegio electoral en Baab al Muadham, en el centro de Bagdad, matando a cuatro soldados e hiriendo a otros 10.
Poco antes tuvo lugar otro tercer ataque en la capital iraquí, que causó la muerte a cinco personas e hirió a otras 10.
Los responsables de seguridad han ofrecido diferentes versiones sobre este ataque. Una fuente afirma que se trató de un artefacto explosivo improvisado y otra dijo que un cohete katiusha había alcanzado un edificio residencial en la vecindad de Hurriyah, en el norte de Bagdad.
Este colegio electoral, sin embargo, no estaba siendo utilizado para el voto de soldados, presos y enfermos y personal hospitalario antes de las elecciones del domingo.
Los organizadores de las elecciones esperan que unas 800.000 personas que no podrán votar el domingo tomen parte en esta sesión electoral previa.
La seguridad es muy estricta en el centro de la capital y las fuerzas de seguridad cerraron las calles situadas alrededor de los colegios electorales.
Los soldados y policías, personal del hospital y los enfermos y los presos con condenas menores a cinco años tienen derecho a votar. Estos grupos pueden ejercer este derecho en comisarías, hospitales o prisiones.
Casi 19 millones de iraquíes de una población total de 30 millones podrán votar en 10.000 colegios electorales de todo el país. Alrededor de 6.200 candidatos se disputan los 325 escaños parlamentarios.
Los expatriados de Iraq comenzarán a votar en 80 ciudades de todo el mundo el viernes, en un proceso que continuará hasta el domingo. La Comisión Electoral de Iraq ha señalado que 1,4 millones de iraquíes votarán en el extranjero.
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