Estos actos simbólicos, dentro de la religión islámica, ejecutados conscientemente y con convencimiento, son un soporte para superar los avatares de la vida, hacernos conscientes de nuestra realidad en este mundo, siendo además un instrumento eficaz para avanzar en el camino del Conocimiento.En Medicina, hoy en día se explican y valoran los rituales como campos energéticos que existen y actúan sin mediación material y con independencia del tiempo. Por ello en Occidente, han surgido muchas terapias holísticas que contemplan los ritos como parte importante para la recuperación de la salud, o sea, del equilibrio energético entre el cuerpo, mente y espíritu.En el libro «El trabajo interior» del autor catalán Antonio Blay, leemos con respecto a la oración «La oración debería ser una cosa tan natural como lo es el comer y el descansar, ya que la oración es la respiración del alma»
En el Islam, la oración obligatoria, tiene unos fundamentos, -como disciplina iniciática que es-, que nos obliga a estar atentos a lo que estamos haciendo y a hacerlo con respeto, dentro de los actos sagrados que conforman la religión. La base principal de la oración es la intención, diciendo en el momento de comenzar: «hago cuatro raka’ (genuflexiones) por amor a Dios» y seguidamente hacemos la invocación a Dios de Su grandeza, diciendo Al.lahu Akbar.
Los musulmanes damos un carácter ritual y sagrado a nuestras acciones cotidianas.-
Los rituales son útiles para el crecimiento espiritual en toda etapa de la existencia y nosotros los musulmanes los utilizamos diariamente a través de la oración y el dikr (recuerdo de Dios).Por ejemplo, a la hora de comer, para bendecir y agradecer los alimentos, diciendo Bismilah. En los preparativos para ponernos delante de nuestro Señor en la oración, también tenemos unas fórmulas que son clave para la purificación de nuestro cuerpo e intención. Al decir Alhamdulillah, como agradecimiento al Creador ante la belleza y grandeza de Su creación, etc.
¿QUÉ ES LA RELIGIÓN Y PARA QUÈ SIRVE?
La observación práctica de las prescripciones religiosas ejercen una influencia profunda en la construcción equilibrada del hombre: cuerpo-mente-espíritu. Una sociedad que rechaza la religión, pierde su sentido de las realidades y despilfarra su tiempo en el extravío, desarrollándose en un mundo de apariencias e ilusiones. Las personas espirituales buscan la perfección suprema en la unidad con el Todo a través de las prácticas religiosas, única senda que posibilita el crecimiento espiritual y la felicidad.
«Aquellos que crean, aquellos que practican el judaísmo, aquellos que son cristianos o sabeos, aquellos que creen en Dios y en el Último Día, y obran rectamente, ésos tendrán su recompensa junto a su Señor. No estarán afligidos» (Corán, 2:62)
En Occidente se ha dado la espalda a las religiones con el argumento de que, para el hombre actual, ya no son de utilidad. Bien es verdad que Dios no puede ser conocido por un mero aprendizaje de ritos, sino mediante la sinceridad e intensidad del amor y deseo de acercarnos a Él. Las inquietudes espirituales están en un elevado por ciento de personas de todas las edades y condiciones pero la búsqueda de ese Conocimiento Superior hoy en día se quiere hacer basándose en principios nuevos, desdeñando la religión. Debe ser por ello que están proliferando desde hace tiempo, toda una serie de corrientes “alternativas” a las religiones, que abarcan los diferentes campos que preocupan al ser humano, desde nuevos conceptos de encarar la salud y las enfermedades, que al final les ha llevado a muchos -buscando nuevos caminos- a descubrir y retomar las medicinas más antiguas como la China y el Ayurveda de la India. Y en el campo espiritual, toda una gama de sectas y escuelas de todo tipo donde se mezclan, en el mejor de los casos, técnicas orientales de meditación con ceremonias chamánicas e ideologías de parasicología... aunque, por supuesto, no todo es así y , por mi parte, considero que existen también métodos, que son además antiquísimos, como la Meditación Trascendental y el Reiki, por poner dos ejemplos, que son una gran ayuda para la ampliación de la Conciencia. ¡Pero no se quiere la guía de los sabios! Atrae muchísimo más lo exótico. Atraen las técnicas que no exigen compromiso ni sacrificios. La mayoría de la gente quiere aprender técnicas diseñadas para resolver los problemas de estrés y ansiedad principalmente, y estar con grupos donde se aporten elementos nuevos desde un punto de vista práctico, donde se les hable de bondad y amor, lejos del denso y abstracto lenguaje religioso de épocas pasadas, donde el sentimiento de culpa por los múltiples pecados y el horror al castigo del infierno mantenía los corazones constreñidos en la infelicidad y la represión. Mucha gente busca ser instruida en técnicas o disciplinas que den la felicidad. Esta proliferación de grupos y escuelas, a mi modo de ver, son un fenómeno que debe hacer reflexionar a las instituciones religiosas porque en sí, no constituyen muchas de ellas corrientes negativas que desvíen, sino que están cubriendo el vacío de una gran demanda de guía espiritual, tal vez por la falta de flexibilidad y adaptabilidad que las religiones, como Instituciones, viven en estos momentos.Por otro lado, es curioso observar como estas personas interesadas en poseer el conocimiento trascendental del espíritu, al mismo tiempo rechazan o desconocen la sabiduría que les brinda el conocimiento tradicional que procede de los profetas. Hombres que a través de la historia de la humanidad han sido elegidos como reveladores del mensaje divino, como divulgadores y maestros espirituales, que cumplieron con su difícil misión, haciendo de su predicación, revoluciones ejemplares y espectaculares. Los profetas más conocidos como Abraham, Moisés, Jesús y Mohammad –la paz de Dios sea con todos ellos- enardecieron los espíritus de miles y miles de personas y lograron, fortalecidos por la iluminación y guiados por la inspiración divina, cambiar el rumbo de los pueblos, ayudándoles a avanzar en todos los sentidos. Pero, con el paso de los tiempos, se ha ido diluyendo poco a poco la imagen verdadera de los profetas y su mensaje. La ignorancia y la soberbia se han encargado de ir alejando al hombre, lentamente, de la Verdad y de la Luz.
¿ESTABLECER UNA NUEVA RELIGION?
René Guenón escribió «Toda doctrina verdaderamente tradicional, es, en realidad monoteísta, o, más exactamente, es una doctrina de unidad». Y según él, «los elementos constitutivos de la religión son: doctrina, rito y moral.» Tuve la oportunidad no hace mucho de participar en un encuentro para “la construcción interior” que se publicitaba con un programa muy interesante sobre la energía, maneras de controlarla y dirigirla hacia el crecimiento espiritual.Nos reunimos cerca de 30 personas para recibir instrucciones intensivas durante 4 días; técnica de meditación activa y contemplativa. Fórmulas de reflexión para conocerse a uno mismo. Propuestas firmes a uno mismo con pensamientos positivos. Revisión y afirmación diaria para alcanzar pequeños y grandes logros atendiendo el crecimiento y paz interior...En la primera charla ya se nos advirtió de forma disfrazada, de que las religiones no tienen sentido en la actualidad pues el ser humano ha crecido y -en esta nueva Era- ya no necesita de esa dependencia. Pero, curiosamente, con el paso de los días, se fueron perfilando la doctrina y dirección que, bajo ningún nombre y con la supresión de un culto formal, ocuparía el lugar perfecto para alimentar nuestra necesidad religiosa o espiritual. Observé con cierto asombro que el señor que lo dirigía, de alguna manera estaba actuando a modo de “profeta”, dándonos unas directrices y modelo de forma de vida. Incluyendo, como parte fundamental para el éxito del crecimiento interior, los ritos y ceremonias, la pureza de intención, la apertura al espíritu... una disciplina y método a seguir, al fin y al cabo, muy parecida a las normas estructurales de una religión.
LAS TÉCNICAS POR SI SOLAS NO SON SUFICIENTES.
En realidad, él estaba planteando y desarrollando unas “técnicas” que me parecían muy similares a la disciplina islámica, aunque utilizase otros términos para definirlas. Pretendía aparentemente dar solamente a conocer técnicas de crecimiento espiritual, despojándolas de un halo o lenguaje religioso y/o sagrado. Tampoco él asumía el papel de maestro espiritual, al menos no abiertamente pero, a mi entender, enseñar una vía de crecimiento espiritual ofreciendo métodos y ritos extraídos de diferentes doctrinas tradicionales y sacadas de su contexto sagrado, me pareció un absurdo.Estar en contra de la religión con la argumentación de que existen estamentos dentro de las instituciones religiosas que se niegan a moverse con el tiempo y representan un freno y son un estancamiento en el fluir de todas las energías cósmicas, no entro en discutirlo. La Verdad no puede monopolizarse y todo lo que sea fanatismo y represente rechazar o excluir a otro, está actuando en contra de la Unidad y del lema universal de que todos somos parte del Uno. Pero me pregunto, ¿acaso se trata de establecer una nueva religión o doctrina? No lo creo.
Están a nuestro alcance, la sabiduría y el conocimiento profundo de los grandes maestros, filósofos y místicos de todos los tiempos, que a través de la inspiración divina y la iluminación nos han legado tesoros espirituales ¿vamos a despreciarlos por esas nuevas doctrinas que, en realidad, están copiando de aquí y de allá, haciendo unas deformaciones tales que están convirtiendo el ritual sagrado en ritual mágico? Es cierto que los ejercicios de meditación o trabajo interior, son necesarios para equilibrar nuestra vida y para descubrir la verdad interior. Y que es a través de la vía experimental como logramos que la realización espiritual, no sea sólo una cosa puramente teórica sino una realidad viva. La adoración a Dios asegura bienestar al devoto. Acercarse a la Luz del Amor Divino asegura la libertad de las ataduras de los placeres mundanales y el poder ilusorio. Así de sencillo nos lo han trasmitido los mensajeros de Dios desde que el mundo es mundo.«La vida espiritual es una necesidad de toda persona madura interiormente; no es nunca algo sobrepuesto a la personalidad, sino que es la expresión del desarrollo de nuestros niveles espirituales» escribe el psicólogo y autor de numerosos libros de técnicas de autorealización, Antonio Blay.
La vida espiritual es fundamental para centrar nuestra vida.
El sagrado Corán nos recuerda:
«Ésta es la Escritura, exenta de dudas, como dirección para los temerosos de Dios, que creen en lo Oculto, hacen la oración y dan limosna de lo que le hemos proveído, creen en lo que se te ha revelado a ti y antes de ti y están convencidos de la otra vida. Esos son los dirigidos por su Señor y esos los que prosperarán». (Corán, 2:2-5)
BIBLIOGRAFÍA:Introducción al conocimiento del Islam por Allamah Tabatabaí - Ed- Al Hoda - Irán, 1989.Introducción general al estudio de las doctrinas hindúes - R. GuenónEl trabajo Interior por Antonio Blay - Ed. Indigo, Barcelona, 1993.The Need of a Sacred Science. Seyyed H. Nasr, Curzon Press, UK, 1993
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