Crocker evocó esta cuestión delante del Senado, explicando que EEUU tenía todo que ganar hablando con Hezbollah. Sin embargo, los responsables estadounidenses actuales se han negado a mantener un diálogo con dicha organización libanesa por su hostilidad a Israel.
Según Crocker, la Administración debe iniciar un diálogo con Hezbollah, siguiendo el ejemplo de los antiguos insurgentes sunníes en Iraq.
Crocker añadió: “No se puede cambiar el pensamiento de nuestro enemigo si no se habla con él. Hay que recordar que Hezbollah es una parte esencial del escenario político libanes y hace falta dialogar de una forma directa con él.”
La propuesta de Crocker se produce poco después de que el consejero de Seguridad Nacional del presidente Obama, John Brennan, haya revelado que la Administración estadounidense estudia los medios para reforzar los elementos moderados en el seno de Hezbollah con el fin de neutralizar, según él, “la influencia de los más fanáticos.”
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