“Las potencias del Consejo de Seguridad de la ONU han perdido “una oportunidad histórica” para negociar una solución al imponer sanciones contra Irán,” dijo Lula en unos comentarios retransmitidos por televisión durante una visita al noreste de Brasil el miércoles.
“Desgraciadamente, esta vez fue Irán el que quería negociar y aquellos que no querían negociar fueron los que creen que la fuerza lo resuelve todo,” añadió.
“Es un episodio que socava la credibilidad del Consejo de Seguridad de la ONU. El Consejo representa un viejo y desfasado equilibrio de poder que se remonta a cuando fue creado,” dijo el presidente brasileño.
Él añadió que el Consejo de Seguridad debe ser reformado y debería permitirse a los países emergentes ostentar una mayor representación.
“Esto me hace triste porque todo el mundo está a favor de reformar el Consejo. Todo el mundo dice que Brasil debe ser parte del Consejo, pero este discurso dura ya 17 años,” dijo Lula.
Durante la votación en el Consejo de Seguridad, los miembros no permanentes Brasil y Turquía votaron en contra de las sanciones y Líbano se abstuvo.
Los ministros de Exteriores de Irán, Turquía y Brasil firmaron una declaración en Teherán el 17 de mayo, según la cual Irán debería enviar 1.200 kgs de su uranio enriquecido a bajo nivel a Turquía para ser intercambiado por 120 kgs de barras de combustible para su reactor de investigación de Teherán, que produce radioisótopos para el tratamiento del cáncer.
A pesar del hecho de que Irán accedió a llevar a cabo el intercambio de combustible en un tercer país -una demanda occidental que Irán había rechazado previamente debido a la falta de garantías- el 9 de junio el Consejo de Seguridad aprobó una resolución imponiendo nuevas sanciones contra el país.
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