Agencia de Noticias de Ahlul Bait (P.) - ABNA - En un momento en el que las tropas de ocupación extranjeras se preparan para una gran ofensiva en la provincia sureña de Kandahar continúan los ataques mortales de los insurgentes talibanes contra sus tropas. El pasado lunes, varios de estos últimos causaron la muerte a 10 soldados de la OTAN y a dos mercenarios extranjeros, en lo que constituye un obvio mensaje de que la situación en Afganistán no está yendo bien para los ocupantes.
Siete soldados norteamericanos, dos australianos y un francés murieron el lunes, que se convirtió en uno de los días más mortíferos desde la invasión norteamericana de 2001.
Seis de los soldados de EEUU fallecieron a causa de la detonación de artefactos explosivos improvisados y otro murió por el fuego de armas automáticas, anunció Washington.
Dos australianos, que estaban entrenando a tropas afganas, fallecieron por la explosión de una bomba durante una patrulla en la provincia de Uruzgan, dijeron responsables de Australia.
Francia dijo que uno de sus militares murió y otros tres resultaron heridos en un ataque con cohetes de militantes talibanes en el este del país.
En otro incidente separado, dos mercenarios extranjeros, uno de ellos estadounidense, fallecieron debido a un ataque suicida contra un centro de entrenamiento de la policía afgana en la ciudad de Kandahar, dijo la Embajada de EEUU.
La tasa de muertos del lunes ha sido la mayor desde el fallecimiento de 11 soldados de ocupación franceses en un sólo día en agosto de 2008. Estas últimas muertes siguen a las ocurridas el domingo, cuando cinco soldados de la OTAN, cuatro de ellos estadounidenses, perdieron la vida en dos ataques separados y el accidente de un vehículo.
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