“El Consejo de Seguridad ya no refleja la realidad política actual sino otra que era cierta hace 65 años,” dijo Amorim a los periodistas durante una visita a Viena, donde se reunió con su homólogo austriaco Michael Spindelegger.
En lugar de ello, el Consejo debería fijarse en el Grupo de las 20 naciones industrializadas y economías energentes, señaló, y convertir a países como Brasil, India y Sudáfrica en miembros permanentes junto con las actuales cinco potencias que disfrutan del derecho de veto -EEUU, Reino Unido, Rusia, China y Francia-.
Amorim también criticó al Consejo por no tomarse en serio una declaración conjunta entre Turquía, Brasil e Irán del pasado mes para buscar un acuerdo en el tema del programa nuclear iraní.
Brasilia y Ankara, ambos miembros no permanentes del Consejo, suscribieron un acuerdo nuclear con Irán en un intento de evitar nuevas sanciones contra Teherán, pero el acuerdo fue rechazado por EEUU y otras potencias del Consejo.
“Eso arrojó dudas sobre nuestra credibilidad. Sin embargo, Turquía y Brasil son dos países emergentes que se aproximaron a Irán con buenas intenciones,” indicó.
El gobierno brasileño también se quejó de una “nula transparencia a nivel técnico” en el seno del Consejo, señalando que los miembros no permanentes sólo se enteraron de la nueva propuesta de sanciones contra Irán a través de los medios.
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