Agencia de Noticias de Ahlul Bait (P) -ABNA- Con vistas a la implantación de un sistema planetario de guerra ciberespacial, el lanzamiento del primer mando militar múltiple del mundo -que incluye a las principales divisiones de las fuerzas del ejército usamericano, es decir, la aviación, la infantería, los marines y la armada- está coordinado con una iniciativa complementaria de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa.
El pasado mes de septiembre, tras una década de existencia, el mando del Equipo Operativo Conjunto de la Red Global de Operaciones del Departamento de Defensa de USA fue disuelto oficialmente para pasar a integrarse en el nuevo Cibermando de USA (en inglés, CYBERCOM).
Al anunciar dicha transición, el servicio de prensa del Pentágono señaló que el equipo operativo había estado perfeccionando “la mejor manera de operar en el campo de batalla del ciberespacio” con “la doble misión de dirigir ciberoperaciones ofensivas y defensivas” que en 2003 se le habían asignado al Mando Estratégico usamericano (en inglés, STRATCOM), bajo cuyo control estará ahora también el CYBERCOM. Un año después, en 2004, el Equipo Operativo Conjunto de la Red Global de Operaciones fue reconfigurado para que “asumiese el cometido ofensivo” de las actividades de defensa y ataque aquí arriba mencionadas.
El general de las fuerzas aéreas Kevin Chilton, comandante del Mando Estratégico, presidió el 7 de septiembre la ceremonia de transición. El teniente general de infantería Carroll Pollett, director del Equipo Operativo de la Red Global de Operaciones desde 2008, pasará a ocuparse ahora únicamente de la Agencia de Sistemas de Información de la Defensa, en cuyas dependencias de Arlington (Virginia) tuvo lugar la ceremonia, si bien la Agencia de Sistemas de Información de la Defensa del Pentágono tiene previsto el traslado del CYBERCOM a Fort Meade (Maryland).
Éstas son algunas de las declaraciones del general Pollett durante la celebración:
“[La información] es un imperativo fundamental a la hora de proporcionar a nuestros soldados y a nuestros dirigentes nacionales los medios necesarios para la guerra.
“El ciberespacio se ha convertido en un nuevo campo de batalla.
“El ciberespacio ha adquirido una importancia similar a la que tienen tierra, mar y aire. Está claro que debemos defenderlo y volverlo operativo.” [1]
Su definición del ciberespacio como el “quinto espacio militar” forma parte de la retórica habitual de los funcionarios del Pentágono, quienes también lo denominan “quinto campo de batalla espacial”. [2] Cuando los jefes de los ejércitos más poderosos de la historia hablan de añadir una nueva dimensión a las tradicionales -infantería, aviación, marina de guerra, marines y operaciones con satélites y misiles-, no sólo pretenden ampliar los preparativos de la guerra a un nuevo ámbito, sino que éste en buena parte domina a los demás.
El 21 de mayo, dos semanas después de haberse convertido en el primer comandante del CYBERCOM y del lanzamiento de éste, el general Keith Alexander dijo que el Pentágono “depende de sus redes para el mando y el control, las comunicaciones, la inteligencia, las operaciones y la logística” y que la misión de su mando consiste en “impedir, detectar y defender a nuestra nación de las amenazas que surjan en el ciberespacio”.
El general, que asimismo es director de la Agencia de la Seguridad Nacional del Departamento de Defensa, añadió que es necesario definir “reglas claras de confrontación” para la ciberguerra, que “sirvan tanto para tiempos de paz como de guerra”. [3]
En sus primeras declaraciones públicas desde que asumió el mando, Alexander se refirió a sus funciones en un contexto de guerra.
Unos días antes, Kevin Chilton -director del Mando Estratégico- y William J. Lynn -secretario adjunto de Defensa- también habían declarado que la siguiente prioridad del CYBERCOM sería “desarrollar las reglas de confrontación de la ciberguerra”. [4]
En las raras ocasiones en que los medios de comunicación aluden a la creación por parte del Pentágono de un mando militar para ciberoperaciones sin precedente alguno, la palabra preferida con la que definen sus objetivos es “defensa”. En cambio, cuando los militares y el personal del Departamento de Defensa hablan entre sí, utilizan términos más directos: guerra, combate, tiempos de guerra, reglas de confrontación, campo de batalla, cibercampo de batalla.
En cuanto al uso que suele darle Washington a la palabra defensa, vale la pena recordar que cuando en 1949 USA cambió el nombre del Departamento de la Guerra por el de Departamento de Defensa fue sólo una cuestión de semántica, ya que un año después el Departamento de Defensa se enzarzó en la guerra de Corea.
El ejércitos usamericano no ha defendido su territorio continental desde 1812, cuando USA provocó una guerra contra Gran Bretaña al invadir Canadá. Tampoco ha defendido territorios usamericanos desde su mediocre actuación en Pearl Harbour en 1941 (Hawai pasó a ser un estado 18 años después) y en los combates posteriores en posesiones incluso más remotas: las Filipinas, Guam, la Isla de Wake y el atolón de Midway.
Durante la Primera Guerra Mundial en Europa, inicialmente en Francia y después en la Rusia soviética desde 1917 a 1919, Washington llamó a sus fuerzas armadas lo que eran en realidad: tropas expedicionarias.
En la guerra lanzada por USA y la OTAN contra Yugoslavia en 1999 y en la invasión de Iraq cuatro años después, el objetivo prioritario fue la destrucción de las redes eléctricas y las telecomunicaciones de ambos países. En el caso de Yugoslavia se utilizaron bombas de grafito para inutilizar el suministro eléctrico en la nación.
Los recientes rumores sobre el uso del virus informático Stuxnet para atacar la central nuclear civil de Irán en Bushehr son un ejemplo de cómo están desarrollando el CYBERCOM para funciones ofensivas en tiempos de guerra. En un mundo que depende cada vez más de la tecnología de la información, los ciberataques han sustituido a los misiles de crucero y a las bombas de grafito.
Además, con el proyecto Ataque Global Inmediato (Prompt Global Strike) del Pentágono [5] para lanzar misiles balísticos e hipersónicos intercontinentales de crucero a cualquier lugar del mundo en un intervalo de respuesta de 60 minutos -que en el futuro se reducirá hasta ser prácticamente instantáneo- y con el desarrollo de bombarderos supersilenciosos a gran distancia, capaces de evitar los radares y las defensas antiaéreas y de penetrar en el interior del país al que se dirigen, la ostentación del poder global para declarar una ciberguerra dejaría al mundo indefenso ante el chantaje económico y los ataques de los yanquis. Los equivalentes extranjeros del Mando del Pentágono, el control, las comunicaciones, los ordenadores, los servicios de inteligencia, la vigilancia y el sistema de reconocimiento (C4ISR) quedarían neutralizados.
No sólo Irán sería vulnerable, también Rusia y China.
La edición de octubre-septiembre de Foreign Affairs, la revista del Consejo de Relaciones Exteriores, incluye un artículo de William Lynn, secretario adjunto de Defensa, titulado “Defending a New Domain: The Pentagon’s Cyberstrategy” [Cómo defender un nuevo dominio: la ciberestrategia del Pentágono], en el que se afirma que “El Pentágono ha construido poderosas defensas por capas en torno a redes militares y ha inaugurado el nuevo Cibermando para integrar las operaciones de ciberdefensa en todos los ejércitos“. [6] En dicho artículo se enumeran los cinco componentes de la estrategia del Pentágono para la ciberguerra:
El ciberespacio debe equipararse a la tierra, el mar y el aire en lo que respecta a la guerra;Cualquier posición defensiva debe ir más allá del mero mantenimiento del ciberespacio “limpio de enemigos” para incluir operaciones sofisticadas y precisas que permitan una reacción inmediata;Las ciberdefensas no deben limitarse al mundo informático, sino extenderse a las redes comerciales, controladas por el departamento de Seguridad Territorial [Homeland Security];Con vistas a implantar un sistema eficaz de “alerta compartida” ante las amenazas se ha de posibilitar el establecimiento de ciberdefensas con aliados internacionales yEl Departamento de Defensa debe prestar su ayuda para mantener e incrementar el dominio tecnológico usamericano y mejorar el proceso de adquisiciones para no quedarse rezagados ante la celeridad y la agilidad con que evoluciona la industria de la tecnología de la información (IT). [7]Antes de la cumbre de la OTAN, que tendrá lugar en Portugal los días 19 y 20 de noviembre, el Departamento de Defensa tiene previsto publicar este otoño un documento de ciberestrategia, cuya aparición estará sincronizada con la puesta en funciones del CYBERCOM a pleno rendimiento.
El 28 de agosto, el Washington Post publicó un artículo titulado “El Pentágono considera los ataques preventivos como parte de la estrategia de ciberdefensa”, que detallaba lo siguiente:
El Departamento de Defensa está utilizando un “enfoque agresivo” de las ciberoperaciones, en el que “se incluyen acciones preventivas tales como la destrucción de la red de ordenadores de un adversario en ultramar”.
Según se deduce de los documentos del presupuesto destinado al Pentágono, éste está desarrollando toda una serie de potenciales armamentísticos que le permitirán “atacar y explotar los sistemas de información del enemigo mediante el engaño, la negación, la afectación, la perturbación y la destrucción de tales sistemas”.
El despliegue del software y del hardware para tales planes es “el siguiente paso lógico de la ciberestrategia general que William J. Lynn III, secretario adjunto de Defensa, presentó la semana pasada”, a saber, una “defensa activa”. [8]
En agosto, el general Keith Alexander, director del CYBERCOM, intervino en la conferencia LandWarNet 2010 en Tampa (Florida), cuyo tema era “Cómo alcanzar el ciberdominio mundial de los mandos conjuntos”. Reiteró en ella el argumento de que “el ciberespacio es ahora un escenario a considerar junto a los de tierra, mar y aire”. [9] Con un tono mucho más inquietante, añadió: “Hemos de poseer potencialidad ofensiva para destruir en tiempo real a quien trate de atacarnos”. [10]
Por “defensa activa” debe entenderse la capacidad de iniciar los ataques preventivos no sólo contra piratas informáticos individuales, sino también contra redes enteras de ordenadores nacionales.
El Washington Post citó las palabras de un alto funcionario no identificado del Pentágono, el cual sostuvo la misma posición: “Creo que tenemos claro que para asegurar la integridad de nuestras redes militares hemos de llegar hasta donde sea posible -una vez que sepamos de dónde viene la amenaza- para tratar de eliminar dicha amenaza allá donde podamos”, incluso si “al atacar el ordenador de un atacante en otro país infringimos su soberanía”. [11]
Un periodista del mismo diario advirtió que “el Pentágono tiene reglas vigentes de confrontación para la defensa de la red, tales como el derecho de defensa propia, pero puede que no sea tarea fácil establecer la línea que separa la defensa propia de la acción ofensiva”. [12]
Las reacciones a tales declaraciones y a otras parecidas no se han hecho esperar desde Rusia y China, aunque no de fuentes oficiales. El mes pasado, un sitio web ruso publicó un análisis bajo el título de “USA está preparado para tumbar la red de Internet en todo el mundo”, en el que se decía que “a partir del 1 de octubre [la fecha original en que se iba a poner en marcha el CYBERCOM como mando independiente], miles de piratas informáticos militares y de espías usamericanos iniciarán sus actividades de ciberguerra”. [13]
El autor recordó a sus lectores que en abril de este año Leon Panetta, director de la CIA, dio a conocer el proyecto de esta agencia para los próximos cinco años, CIA 2015, cuyo “segundo pilar” incluye “la inversión en tecnología para que la agencia incremente su alcance analítico y operacional y sea más eficiente. El personal de la agencia debe poder operar con eficacia y seguridad en un entorno de información mundial que cambia con suma celeridad. El plan incrementa el potencial de la CIA para la recopilación técnica por parte de su personal y proporciona herramientas avanzadas de software…” [14]
En mayo, el mismo mes en el que el CYBERCOM inició sus actividades, la Casa Blanca aprobó la Evaluación de la política ciberespacial [Cyberspace Policy Review] de este año.
La fuente rusa señala también que “numerosas publicaciones en los medios usamericanos dan a entender que la reforma de las Ciberfuerzas de Defensa Nacional, así como la introducción de la doctrina y de la estrategia de la ciberguerra están a punto de completarse. En cuanto a la ciberestrategia, podemos suponer que sigue la línea habitual del concepto de liderazgo mundial que tiene USA” [15]
Hace unas semanas, el Global Times publicó un artículo de un investigador del Centro de Investigación y Desarrollo del Consejo de Estado de China en el que se leía lo siguiente: “Controlar el mundo mediante el control de Internet ha sido la estrategia dominante de USA” y “la estrategia de seguridad de información nacional de ese país ha evolucionado desde la prevención hasta la del ataque preventivo”.
“El objetivo final de USA consiste en [ser capaz de] abrir y cerrar partes de Internet a voluntad”.
El artículo afirma que en 2004 USA eliminó el nombre del dominio “ly” e inhabilitó todos los servicios de Internet en Libia y que “en mayo de 2009 Microsoft anunció en su sitio web que cancelaría el servicio de Windows Live Messenger para Cuba, Siria, Irán, Sudán y Corea del Norte, de conformidad con la legislación de USA”. [16]
El artículo del Washington Post citado más arriba añadía que el cierre de una página web saudí en 2006 “afectó colateral e involuntariamente a más de 300 servidores de Internet en Arabia Saudí, Alemania y Texas”. [17]
El autor chino afirmó, además, que “USA monopoliza las cinco áreas esenciales de la infraestructura de Internet“:
Las grandes empresas de tecnología de la información (IT), que fabrican ordenadores de alto rendimiento, sistemas operativos, tecnologías de bases de datos, tecnologías de redes de la conmutación y bibliotecas de recursos de la información.En todo el mundo, alrededor del 92,3% de los ordenadores personales y el 80,4% de los superordenadores utilizan chips de Intel, mientras que el 91,8% de los ordenadores personales utilizan sistemas operativos de Microsoft y el 98% de la tecnología básica de los servidores está en manos de IBM y Hewlett-Packard.Por otro lado, el 89,7% del software de bases de datos lo controla Oracle y Microsoft y el 93,5% de la tecnología patentada esencial de las redes de conmutación está en manos de compañías usamericanas.Una vez que ha controlado la infraestructura de Internet y los sistemas de hardware y software, USA pasa ahora a controlar el contenido de Internet.El gobierno usamericano ha adoptado el macrocontrol y se ha