Unas doscientas mujeres musulmanas se reúnen en Madrid para debatir sobre las posibilidades de mejorar sus oportunidades en Europa sin renunciar a sus señas de identidad, a sus tradiciones ni a sus símbolos culturales.
Convocadas por CEDAR, red europea de profesionales musulmanes, este colectivo celebra en la Casa Árabe de Madrid la Primera Conferencia de Mujeres Musulmanas Influyentes, en la que se han puesto de relieve las experiencias de varias mujeres musulmanas europeas que han llegado a convertirse en dirigentes o líderes sin renunciar a ninguno de sus principios religiosos.
Para reflejar alguna de estas experiencias, CEDAR ha presentado un vídeo dirigido por Jobeda Ali, con algunas entrevistas efectuadas a varias mujeres nominadas y candidatas a ser una de las diez mujeres musulmanas europeas de influencia.
Así, han intervenido en la conferencia, entre otros, el periodista y presentador de la BBC, Asad Ahmad, la responsable especial americana para las comunidades musulmanas, Farah Pandith, el coordinador de Bienestar Social, Defensa del Consumidor y Salud Pública del Ayuntamiento de Córdoba, Mohamed Dahiri o Mahinur Ozdemir, especialista en Derecho y primera parlamentaria belga en utilizar el "hiyab".
También han participado en la conferencia la ex presentadora de la MTV Kristiane Backer, y la líder feminista islámica Ndeye Andújar, una de las condecoradas con el premio de las 10 mujeres europeas musulmanas de mayor influencia, profesora del curso de "Experto Profesional en Cultura y Religión Islámicas", además de directora de Webislam durante varios años y coorganizadora de los sucesivos Congresos de Feminismo Islámico.
Asimismo, como invitada especial, se ha sumado a las deliberaciones del seminario Cherie Blair, esposa del ex primer ministro del Reino Unido Tony Blair, quien ha manifestado su apoyo a este tipo de iniciativas, inspiradas en una cultura de éxito y desafíos, haciendo hincapié en la importancia de la diversidad europea y el papel fundamental de la mujer en la construcción de una sociedad justa y próspera.
La organización CEDAR fue promovida por el Instituto para el Diálogo Estratégico, una institución y think tank independiente que tiene su sede en Londres y que reúne a expertos del Gobierno, empresas, universidades y medios de comunicación para generar debates en torno a los principales desafíos socio-económicos y de seguridad que se plantean en la actualidad.
Su directora, Sasha Havlicek, ha incidido hoy en que "los ciudadanos y los gobiernos europeos se percatan de la diversidad cultural que existe, pero no han aprendido a valorarla". "Es necesario tomar conciencia de esta cualidad y promocionarla entre jóvenes y adultos, entre hombres y mujeres, entre los diferentes grupos y comunidades étnicas y religiosas que viven en los países de la UE", concluyó.
Por su parte, la directora de la Casa Árabe, Gema Martín, ha destacado que "la presencia del islam en España no es un hecho nuevo", refiriéndose a los ocho siglos de historia en la que los musulmanes convivieron el seno de una sociedad multicultural andalusí, hasta que en el siglo XVI, con el auge del catolicismo, se iniciara una etapa de rechazo y persecución, que culminó con la expulsión de los moriscos de la península. Luego, "España se plegó en un regimen de totalitarismo religioso católico que ha perdurado hasta el último cuarto del siglo XX", ha señalado la socióloga. Por último, ha diferenciado las realidades de los distintos países y ha observado que en España la población árabe, mayoritariamente marroquí, se está arraigando durante las últimas décadas, mucho más tarde de lo que lo hicieran en otros países como Francia o Alemania, y como consecuencia sobre todo del fenómeno de la inmigración.
Gema Martín ha aplaudido este foro de debates y de iniciativas y la importancia de propiciar foros de debate para contrarrestar el crecimiento de la "extrema derecha islamófoba" que a su juicio está cobrando fuerza en muchas partes de Europa.
Sobre este hecho, se pronunciaron algunas críticas a la forma en que los medios cubren los acontecimientos del día a día relacionados con las minorías, la inmigración o el hecho religioso, pues se focalizan en aquellas noticias más frívolas e intrascendentes, sin reflejar el papel y la labor que desempeña la mayoría de los actores sociales que pertenecen a dichas minorías en la conformación de la sociedad e ignorando su contribución a la economía, al mercado o la infraestructura.
Como recordaba Muhammad Dahiri, una encuesta reciente dirigida por el Ministerio de Trabajo, recogía que más del 80% de los musulmanes inmigrantes se sienten cómodos con los valores democráticos y las leyes españolas, es decir se sienten integrados. Un procentaje que no concuerda con la percepción que tiene la población española nativa con respecto a los musulmanes, a los que ven como un elemnto exógeno.
Otra de las intervenciones has sido la de Estrella Rodríguez Pardo, directora general de Integración de los Inmigrantes del Ministerio de Trabajo e Inmigración, quien ha llevado a cabo una reflexión en voz alta sobre las características socioculturales de la sociedad española y la gestión de la diversidad, incidiendo en "la necesidad de propiciar una nueva mirada, preservando los principios básicos de igualdad y no discriminación, ciudadanía e interculturalidad".
Unos y otros coincidieron en que "la educación es la base fundamental para la construcción de una sociedad avanzada, responsable y diversa", y para que todos los miembros de la sociedad, ya sean hombres o mujeres, de una creencia u otra, de un grupo u otro, tengan acceso a las mismas oportunidades, es necesario que previamente cuenten con acceso a una educación digna y a una formación igualitaria.
En cuanto al hecho religioso, se destacaron algunas diferencias existentes tanto entre EE.UU. y Europa como entre los propios Estados europeos, pero destacando, en todo caso, la total compatibilidad entre ser musulmán y ser ciudadano de pleno derecho, entre islam y democracia. No son identidades incompatibles, tal y como la propaganda islamófoba quiere hacer ver. La libertad religiosa es un derecho y, por tanto, los gobiernos deben saber gestionar la diversidad, de otra manera será un fracaso.
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