La continua lucha y oposición de la familia del Profeta (BP) en contra de los califas usurpadores y tiranos, forman con honor parte de las sangrientas páginas de la historia del Islam de la Escuela Ash-Shi‘ah. Nuestros Impecables Imames con el desacuerdo que mostraban ante los tiranos, y también al apoyar la equidad y justicia, acrecentaba la irritación de los gobernadores opresores así como la de sus subalternos.
Éstos sabían perfectamente que los Imames Impecables no desperdiciaban ningún momento para guiar a la gente y mostrar la verdad, así como ayudar al oprimido y pelear en contra de la tiranía y corrupción, por ello siempre se sentían en peligro ante esta serie de enfrentamientos y luchas.
Los Califas de Bani 'Abbas que por medio de intrigas ocuparon el lugar de los tiranos omeyas, y "reinaron" sobre la gente bajo el nombre de "Califato Islámico", al igual que los califas anteriores a ellos no dejaban pasar ninguna oportunidad para destruir y manchar a la familia del Profeta (P), y de cualquier forma que pudiesen trataban de deformar la imagen de los "verdaderos líderes" y destruir su reputación. Por medio de diversas intrigas procuraron mantener alejados a éstos Inmaculados de la guía de la gente, y terminar con la simpatía que sentía el pueblo hacia ellos.
Para aquellos que están familiarizados con la historia de los Imames y califas, son evidentes los engaños de Al-Ma'mun 'Abbasi para llegar a obtener su objetivo, así como sus siniestros planes para mostrarse legítimo, tomar en sus manos el gobierno y oscurecer la luz del imamato.
Nosotros en la vida de los Imames octavo y noveno, ya mostramos algunos de éstos engaños. Después de Al-Ma'mun, Al-Mu'tasim 'Abbasi continuó con los mismos métodos y planes diseñados por Al-Ma'mun para con los descendientes del Profeta y de los Imames. Y basándose en éstos hizo trasladar al Imam Al-Yawad (P) de Median a Bagdad para tenerlo bajo su control y vigilancia, y finalmente asesinarlo.
Así también, con el pretexto de que se negaban a vestir ropas negras (que era el color oficial de las ropas de los 'abbasíes), encarceló a los alíes (o seguidores del Imam 'Alí -P-) en donde fallecieron (o fueron asesinados).
Al-Mu'tasim murió el año 227 d.H. en Samarra. Su hijo Al-Waziq tomo su lugar, y continuó con la misma tendencia que su padre Al-Mu'tasim y su tío Al-Ma'mun. Al-Waziq al igual que los califas que se refugiaban en el Islam, era lujurioso y bebía en exceso, y para sentir más placer, ingería remedios especiales que finalmente esos mismos menjunjes fueron los que causaron su muerte.
El murió el año 232 d.H., en la Ciudad de Samarra. Al-Waziq no era muy severo con los shi'ítas, y fue por ello que durante esa época los alíes y la familia de Abu Talib se congregaron en Samarra, y hasta cierto punto vivieron con comodidades; sin embargo, se disgregaron durante el gobierno de su hermano Al-Mutawakkil.
Después de Al-Waziq, su hermano Al-Mutawakkil, que fue uno de los más sucios y asesinos de los gobernadores de la dinastía Bani 'Abbas, se hizo cargo del califato. El Imam 'Alí Al-Hadi (P) convivió más con Al-Mutawakkil que con cualquier otro de los Califas 'Abbasí, durante más de catorce años. Este largo tiempo es considerado el más difícil de la vida del Imam y de sus seguidores, ya que Al-Mutawakkil fue el más incrédulo de los Califas 'Abbasí, y un hombre perverso y despreciable; su corazón estaba lleno de rencor hacia 'Alí el Príncipe de los Creyentes (P), hacia sus shi'ítas y su familia. Durante su gobierno un grupo de los seguidores de 'Alí (P) fueron asesinados, envenenados o tuvieron que salir huyendo.
Al-Mutawakkil relatando sueños y alucinaciones inventados por él mismo, incitaba a la gente a seguir a "Muhammad Ibn Idris Shafi‘i" que había muerto en esa época. Su propósito era hacer que la gente centrara su atención en éste y así olvidara a los Imames. El año 236 d.H., ordenó que destruyeran la tumba del "Señor de los Mártires", el Imam Husain (P), y las construcción que se encontraban a su alrededor, y en su lugar cosecharan en esas tierras, para así evitar que la gente fuesen a visitar ese lugar santo.
Al-Mutawakkil temía que la tumba del Imam Husain (P) se convirtiese en el centro de reunión de sus opositores, y el martirio y lucha de este gran mártir inspirase a la gente para realizar un movimiento y revuelta en contra de la tiranía de la corte del califato; empero los shi'ítas y amantes del Señor de los Mártires, bajo ninguna condición dejaron de visitar esa Tierra Santa.
Se ha relatado que Al-Mutawakkil destruyó la tumba del Imam diecisiete veces y amenazó muchas otras a los visitantes e inclusive hizo construir dos postes de vigilancia cerca de la tumba, empero a pesar de todos estos crímenes no pudo evitar que la gente visitase la tumba del Imam Husain (P).
Los visitantes soportaban las diferentes torturas y molestias, y nuevamente regresaban a visitar la tumba. Después de la muerte de Al-Mutawakkil, los shi'ítas con la ayuda de los alíes reconstruyeron nuevamente la tumba del Imam. Los musulmanes se irritaron al enterarse de que habían destruido la tumba del Imam Husain (P); la gente de Bagdad escribía frases en las paredes de las casas y mezquitas en contra de Al-Mutawakkil, y lo censuraban a través de esas sátiras.
La siguiente sátira es una de las composiciones dichas en contra de este rebelde opresor:
"¡Juro por Dios! Que los Bani Umaiiah tiránicamente asesinaron al hijo de la hija de su Profeta (BP)"
"Ahora, aquellos que pertenecen a su familia (Bani 'Abbas que son de los descendientes de ‘Abdul Muttalib y considerados de los Bani Hashim) cometieron un crimen como el crimen de los Bani Umaiiah; ésta es la tumba de Husain que ¡juro por mi vida!, está destruida".
"Parece ser que los Bani 'Abbas se lamentan por no haber participado en el martirio de Husain (P), y ahora (de ese crimen cometido por los Bani Umaiiah) con la profanación a la tierra donde se encontraba Husain y destruyendo su tumba, siguen los mismos pasos que ellos".
Así es, la gente que carecía de los medios de difusión necesarios existentes en esa época y veía que los púlpitos, mezquitas, reuniones y sermones se encontraban en manos de los asalariados del Califato 'Abbasí, manifestaba su desacuerdo e ira a través de este medio.
Los poetas obligados y responsables utilizaban también su arte y talento en contra de Al-Mutawakkil pronunciando poemas efectivos, y a través de éstos recordaban a la gente los crímenes de los Bani 'Abbas. Por otra parte Al-Mutawakkil, para terminar con el más mínimo murmullo de protesta y oposición, realizaba cualquier crimen; se burlaba y mataba de la peor manera a los sabios, poetas y otros grupos que se negaban a simpatizar con el régimen.
"Ibn As-Sikiit" famoso poeta y literato de la Shi'ah, que en el campo de la literatura árabe era conocido como "Imam" (guía), era el instructor de los hijos de Al-Mutawakkil. En una ocasión Al-Mutawakkil apuntando hacia sus dos hijos "Al-Mu'tazz" y "Al-Mu'aiiad" preguntó a Ibn As-Sikiit: "¿Estos dos son más queridos para ti o Hasan y Husain?"
Ibn Sikiit sin demora respondió: "Qanbar, el esclavo de el 'Alí Príncipe de los Creyentes (P), es mejor que ¡tú y tus dos hijos!".
Al-Mutawakkil enfureció al igual que un oso herido, entonces ordenó: "¡Arranquen su lengua por detrás de su cabeza!" Y así fue como ese ejemplo de valentía y honor fue martirizado a los cincuenta y ocho años.
Al-Mutawakkil, al igual que los demás califas, malgastaba los tesoros públicos de los musulmanes, y tal y como lo encontramos registrado en las páginas de la historia él construyó diferentes palacios, y únicamente para construir la "Torre Al-Mutawakkil", que hoy día aún existe en Samarra, gastó un millón setecientos mil dinares de oro.
Es doloroso ver junto a estos derroches la situación en la que se encontraban los alíes y la familia del Profeta (BP), y vemos como un grupo de mujeres de los shi'ítas en Medina únicamente poseían un vestido viejo y muy usado para hacer la oración; ellas se veían obligadas a prestárselo y realizar la oración en turno. Pasaban la vida hilando y siempre se encontraron en esa situación difícil y pobre, hasta que Al-Mutawakkil fue asesinado.
El odio y enemistad de Al-Mutawakkil hacia 'Alí (P) lo había llevado a realizar bajezas y vilezas increíbles. Al-Mutawakkil amistaba con el grupo de los "Nasibi" y los enemigos de Ahlul Bait (la familia del Profeta), y para tranquilizar su corrupta alma, ordenó a un bufón que con movimientos repulsivos y vergonzosos se burlara de 'Alí el Príncipe de los Creyentes (P), y mientras lo observaba bebía vino y ebrio se carcajeaba.
¡Un comportamiento como tal no es sorprendente en Al-Mutawakkil, sino que lo sorprendente y doloroso es la situación de aquellos que siguen y aceptan a monos sucios y despreciables como "califa del Profeta" y "Ulil ‘Amr (los dotados de autoridad) del Islam" y "gobernador de los musulmanes", y han dado la espalda al verdadero Islam y a la Inmaculada familia del Profeta! ¡Que doloroso, hasta dónde ha llegado la perdición del hombre!
Así es, el sadismo de asesinar y hostigar en Al-Mutawakkil había acrecentado tanto, que inclusive a veces él mismo lo confesaba.
En una ocasión su ministro "Fath Ibn Jaqan" lo encontró pensando y con adulación le dijo: "… ¿En qué está pensando? ¡Juro por Dios que nadie sobre la tierra vive mejor y disfruta más que vos!"
Al-Mutawakkil le respondió: "… ¡Mejor que la mía es la vida de aquél hombre que tiene una casa grande, una esposa digna y sustento en demasía y a la mano, y no nos conozcamos para molestarlo, y no nos necesite para humillarlo!"
Las rigurosidades y molestias de Al-Mutawakkil hacia la familia del Profeta (BP) habían llegado a tal grado que hostigaban y torturaban a la gente por amistar y seguir a los Imames, y por esta misma causa la situación se había vuelto muy difíciles para éstos Inmaculados.
Al-Mutawakkil nombró a "‘Umar Ibn Farah Rajyi" gobernador de La Meca y Medina, él impedía en forma extremadamente rigurosa que la gente se comportara amablemente con la familia de Abu Talib, a tal grado que la gente por miedo de perder la vida dejaron de apoyar y ayudar a los alíes, y la vida se hizo aun más difícil para los descendientes de 'Alí el Príncipe de los Creyentes (P)…".
Éstos sabían perfectamente que los Imames Impecables no desperdiciaban ningún momento para guiar a la gente y mostrar la verdad, así como ayudar al oprimido y pelear en contra de la tiranía y corrupción, por ello siempre se sentían en peligro ante esta serie de enfrentamientos y luchas.
Los Califas de Bani 'Abbas que por medio de intrigas ocuparon el lugar de los tiranos omeyas, y "reinaron" sobre la gente bajo el nombre de "Califato Islámico", al igual que los califas anteriores a ellos no dejaban pasar ninguna oportunidad para destruir y manchar a la familia del Profeta (P), y de cualquier forma que pudiesen trataban de deformar la imagen de los "verdaderos líderes" y destruir su reputación. Por medio de diversas intrigas procuraron mantener alejados a éstos Inmaculados de la guía de la gente, y terminar con la simpatía que sentía el pueblo hacia ellos.
Para aquellos que están familiarizados con la historia de los Imames y califas, son evidentes los engaños de Al-Ma'mun 'Abbasi para llegar a obtener su objetivo, así como sus siniestros planes para mostrarse legítimo, tomar en sus manos el gobierno y oscurecer la luz del imamato.
Nosotros en la vida de los Imames octavo y noveno, ya mostramos algunos de éstos engaños. Después de Al-Ma'mun, Al-Mu'tasim 'Abbasi continuó con los mismos métodos y planes diseñados por Al-Ma'mun para con los descendientes del Profeta y de los Imames. Y basándose en éstos hizo trasladar al Imam Al-Yawad (P) de Median a Bagdad para tenerlo bajo su control y vigilancia, y finalmente asesinarlo.
Así también, con el pretexto de que se negaban a vestir ropas negras (que era el color oficial de las ropas de los 'abbasíes), encarceló a los alíes (o seguidores del Imam 'Alí -P-) en donde fallecieron (o fueron asesinados).
Al-Mu'tasim murió el año 227 d.H. en Samarra. Su hijo Al-Waziq tomo su lugar, y continuó con la misma tendencia que su padre Al-Mu'tasim y su tío Al-Ma'mun. Al-Waziq al igual que los califas que se refugiaban en el Islam, era lujurioso y bebía en exceso, y para sentir más placer, ingería remedios especiales que finalmente esos mismos menjunjes fueron los que causaron su muerte.
El murió el año 232 d.H., en la Ciudad de Samarra. Al-Waziq no era muy severo con los shi'ítas, y fue por ello que durante esa época los alíes y la familia de Abu Talib se congregaron en Samarra, y hasta cierto punto vivieron con comodidades; sin embargo, se disgregaron durante el gobierno de su hermano Al-Mutawakkil.
Después de Al-Waziq, su hermano Al-Mutawakkil, que fue uno de los más sucios y asesinos de los gobernadores de la dinastía Bani 'Abbas, se hizo cargo del califato. El Imam 'Alí Al-Hadi (P) convivió más con Al-Mutawakkil que con cualquier otro de los Califas 'Abbasí, durante más de catorce años. Este largo tiempo es considerado el más difícil de la vida del Imam y de sus seguidores, ya que Al-Mutawakkil fue el más incrédulo de los Califas 'Abbasí, y un hombre perverso y despreciable; su corazón estaba lleno de rencor hacia 'Alí el Príncipe de los Creyentes (P), hacia sus shi'ítas y su familia. Durante su gobierno un grupo de los seguidores de 'Alí (P) fueron asesinados, envenenados o tuvieron que salir huyendo.
Al-Mutawakkil relatando sueños y alucinaciones inventados por él mismo, incitaba a la gente a seguir a "Muhammad Ibn Idris Shafi‘i" que había muerto en esa época. Su propósito era hacer que la gente centrara su atención en éste y así olvidara a los Imames. El año 236 d.H., ordenó que destruyeran la tumba del "Señor de los Mártires", el Imam Husain (P), y las construcción que se encontraban a su alrededor, y en su lugar cosecharan en esas tierras, para así evitar que la gente fuesen a visitar ese lugar santo.
Al-Mutawakkil temía que la tumba del Imam Husain (P) se convirtiese en el centro de reunión de sus opositores, y el martirio y lucha de este gran mártir inspirase a la gente para realizar un movimiento y revuelta en contra de la tiranía de la corte del califato; empero los shi'ítas y amantes del Señor de los Mártires, bajo ninguna condición dejaron de visitar esa Tierra Santa.
Se ha relatado que Al-Mutawakkil destruyó la tumba del Imam diecisiete veces y amenazó muchas otras a los visitantes e inclusive hizo construir dos postes de vigilancia cerca de la tumba, empero a pesar de todos estos crímenes no pudo evitar que la gente visitase la tumba del Imam Husain (P).
Los visitantes soportaban las diferentes torturas y molestias, y nuevamente regresaban a visitar la tumba. Después de la muerte de Al-Mutawakkil, los shi'ítas con la ayuda de los alíes reconstruyeron nuevamente la tumba del Imam. Los musulmanes se irritaron al enterarse de que habían destruido la tumba del Imam Husain (P); la gente de Bagdad escribía frases en las paredes de las casas y mezquitas en contra de Al-Mutawakkil, y lo censuraban a través de esas sátiras.
La siguiente sátira es una de las composiciones dichas en contra de este rebelde opresor:
"¡Juro por Dios! Que los Bani Umaiiah tiránicamente asesinaron al hijo de la hija de su Profeta (BP)"
"Ahora, aquellos que pertenecen a su familia (Bani 'Abbas que son de los descendientes de ‘Abdul Muttalib y considerados de los Bani Hashim) cometieron un crimen como el crimen de los Bani Umaiiah; ésta es la tumba de Husain que ¡juro por mi vida!, está destruida".
"Parece ser que los Bani 'Abbas se lamentan por no haber participado en el martirio de Husain (P), y ahora (de ese crimen cometido por los Bani Umaiiah) con la profanación a la tierra donde se encontraba Husain y destruyendo su tumba, siguen los mismos pasos que ellos".
Así es, la gente que carecía de los medios de difusión necesarios existentes en esa época y veía que los púlpitos, mezquitas, reuniones y sermones se encontraban en manos de los asalariados del Califato 'Abbasí, manifestaba su desacuerdo e ira a través de este medio.
Los poetas obligados y responsables utilizaban también su arte y talento en contra de Al-Mutawakkil pronunciando poemas efectivos, y a través de éstos recordaban a la gente los crímenes de los Bani 'Abbas. Por otra parte Al-Mutawakkil, para terminar con el más mínimo murmullo de protesta y oposición, realizaba cualquier crimen; se burlaba y mataba de la peor manera a los sabios, poetas y otros grupos que se negaban a simpatizar con el régimen.
"Ibn As-Sikiit" famoso poeta y literato de la Shi'ah, que en el campo de la literatura árabe era conocido como "Imam" (guía), era el instructor de los hijos de Al-Mutawakkil. En una ocasión Al-Mutawakkil apuntando hacia sus dos hijos "Al-Mu'tazz" y "Al-Mu'aiiad" preguntó a Ibn As-Sikiit: "¿Estos dos son más queridos para ti o Hasan y Husain?"
Ibn Sikiit sin demora respondió: "Qanbar, el esclavo de el 'Alí Príncipe de los Creyentes (P), es mejor que ¡tú y tus dos hijos!".
Al-Mutawakkil enfureció al igual que un oso herido, entonces ordenó: "¡Arranquen su lengua por detrás de su cabeza!" Y así fue como ese ejemplo de valentía y honor fue martirizado a los cincuenta y ocho años.
Al-Mutawakkil, al igual que los demás califas, malgastaba los tesoros públicos de los musulmanes, y tal y como lo encontramos registrado en las páginas de la historia él construyó diferentes palacios, y únicamente para construir la "Torre Al-Mutawakkil", que hoy día aún existe en Samarra, gastó un millón setecientos mil dinares de oro.
Es doloroso ver junto a estos derroches la situación en la que se encontraban los alíes y la familia del Profeta (BP), y vemos como un grupo de mujeres de los shi'ítas en Medina únicamente poseían un vestido viejo y muy usado para hacer la oración; ellas se veían obligadas a prestárselo y realizar la oración en turno. Pasaban la vida hilando y siempre se encontraron en esa situación difícil y pobre, hasta que Al-Mutawakkil fue asesinado.
El odio y enemistad de Al-Mutawakkil hacia 'Alí (P) lo había llevado a realizar bajezas y vilezas increíbles. Al-Mutawakkil amistaba con el grupo de los "Nasibi" y los enemigos de Ahlul Bait (la familia del Profeta), y para tranquilizar su corrupta alma, ordenó a un bufón que con movimientos repulsivos y vergonzosos se burlara de 'Alí el Príncipe de los Creyentes (P), y mientras lo observaba bebía vino y ebrio se carcajeaba.
¡Un comportamiento como tal no es sorprendente en Al-Mutawakkil, sino que lo sorprendente y doloroso es la situación de aquellos que siguen y aceptan a monos sucios y despreciables como "califa del Profeta" y "Ulil ‘Amr (los dotados de autoridad) del Islam" y "gobernador de los musulmanes", y han dado la espalda al verdadero Islam y a la Inmaculada familia del Profeta! ¡Que doloroso, hasta dónde ha llegado la perdición del hombre!
Así es, el sadismo de asesinar y hostigar en Al-Mutawakkil había acrecentado tanto, que inclusive a veces él mismo lo confesaba.
En una ocasión su ministro "Fath Ibn Jaqan" lo encontró pensando y con adulación le dijo: "… ¿En qué está pensando? ¡Juro por Dios que nadie sobre la tierra vive mejor y disfruta más que vos!"
Al-Mutawakkil le respondió: "… ¡Mejor que la mía es la vida de aquél hombre que tiene una casa grande, una esposa digna y sustento en demasía y a la mano, y no nos conozcamos para molestarlo, y no nos necesite para humillarlo!"
Las rigurosidades y molestias de Al-Mutawakkil hacia la familia del Profeta (BP) habían llegado a tal grado que hostigaban y torturaban a la gente por amistar y seguir a los Imames, y por esta misma causa la situación se había vuelto muy difíciles para éstos Inmaculados.
Al-Mutawakkil nombró a "‘Umar Ibn Farah Rajyi" gobernador de La Meca y Medina, él impedía en forma extremadamente rigurosa que la gente se comportara amablemente con la familia de Abu Talib, a tal grado que la gente por miedo de perder la vida dejaron de apoyar y ayudar a los alíes, y la vida se hizo aun más difícil para los descendientes de 'Alí el Príncipe de los Creyentes (P)…".