En el camino fue interceptado por Hurr al Riahi con un ejército de mil hombres. Hurr era un conocido y valiente militar. Habló con el Imam respetuosamente informándole que debía acompañarlo al sitio en el cual se encontraba Ibn Ziyad. Ellos continuaron su marcha hasta la costa del río Eufrates, donde el caballo del Imam se negó a continuar. El Imam Husein (P) cambió de corcel nueve veces, pero ninguno quería marchar. Entonces preguntó: “¿Cómo se llama este lugar?” Le dijeron: “Ninawa”. Preguntó si tenía otro nombre, le contestaron: “Algaziria”. Volvió a preguntar por otro nombre y le dijeron: “Karbala”. Entonces desmontó diciendo: “¡Me refugio en Dios del infortunio y de la aflicción! Aquí nos detendremos. Aquí moriremos y éste será el albergue de nuestras tumbas. Mi abuelo me anunció que en este lugar hallaría el martirio”.Su hermana Zainab, la hija de ‘Alí (P) y Fátimah (P), lloró diciéndole que él hablaba con total certeza de su muerte. Entonces Husein (P) le dijo: “¡Oh, hermana mía! No permitas que Satanás juegue con tu mente. Todo aquél que tenga vida, morirá. Sólo permanecerá la Faz de Dios, y hacia Él será nuestro retorno. ¿Dónde están, acaso, mi abuelo, mi padre y mi hermano? Ellos fueron mejores que yo, superiores a mí”.Tres días después, Ibn Ziyad le envía un mensaje ordenándole el sometimiento al gobierno de Yazid, a lo cual el Imam se negó. Entonces lo envía a sitiar con un gran ejército mil hombres, comandados por ‘Umar Ibn Sa’d, cuyo padre había sido uno de los primeros musulmanes. Ellos cercaron el campamento del Imam y le bloquearon el acceso al agua, a fin que la sed los debilitase y atormentase. Durante los tres días de asedio no les permitieron tomar ni la menor provisión de agua, dejando padecer tanto a los hombres como a las mujeres y niños, la intensa sed de aquellos calurosos días en el desierto.Durante 8 días permanecieron en este lugar, durante los cuales el sitio se estrechó y el ejército enemigo aumentó. Finalmente el Imam (P) con sus familiares y un pequeño grupo de compañeros, fueron rodeados por un ejército de treinta mil soldados. Durante estos días, el Imam fortificó sus posiciones e hizo una selección final de sus compañeros. Durante la noche los llamó y en una corta charla les dijo que no había nada aguardándoles más que la muerte y el martirio, añadiendo que, puesto que el enemigo estaba interesado sólo en su persona, el les liberaba de todas sus obligaciones de manera que cualquiera que quisiera pudiese aprovechando la oscuridad de la noche, escapar y salvar su vida. Entonces, ordenó apagar las luces y la mayoría de sus compañeros, que le habían acompañado pensando en su propio beneficio, se dispersaron. Sólo permanecieron unos cuantos de aquellos que amaban la Verdad, unos cuarenta de sus ayudantes cercanos y algunos de los Bani Hashim.Otra vez reunió el Imam a los que quedaban y los puso a prueba. Se dirigió a sus compañeros y a sus familiares Hashemitas, diciéndoles de nuevo que el enemigo estaba solamente interesado en su persona, cualquiera podía aprovechar la oscuridad de la noche y escapar del peligro. Pero esta vez los fieles compañeros del Imam (P) le respondieron, cada uno a su manera, que no se desviarían ni un instante del camino de la verdad, en el cual el Imam (P) era el líder y que jamás le dejarían solo. Que defenderían a sus familiares hasta la última gota de su sangre y tanto tiempo como pudieran sostener la espada.Hurr, quien había sido comandante del enemigo, junto a su hijo se trasladó al ejército del Imam para alcanzar el martirio en el camino verdadero.El noveno día del mes de Muharram, el Imam (P) recibió del enemigo el último reto para elegir entre “juramento” o “muerte”. El Imam (P) solicitó un plazo para la adoración durante la noche y determinó entrar en combate al día siguiente.Al día siguiente, luego de la plegaria del alba, el Imam organizó sus tropas. Contaba con treinta y dos hombres a caballo y cuarenta a pie. Envió primero a Gurair Ibn Jusair para que les hablara y exhortara, pero no lo escucharon. Luego fue él mismo ante el ejército enemigo y disertó ante ellos. Les recordó sus derechos y su prestigio; les recordó que fueron ellos quienes lo llamaron y ahora lo traicionaban; les advirtió sobre la muerte y el castigo de Dios, y suplicó a Dios contra ellos. Les dijo:“Analicen mi linaje y consideren quién soy yo. Luego obsérvense a vosotros mismos y recapaciten. Consideren cuál es vuestro derecho a matarme y a violar el honor de mis mujeres. ¿Acaso no soy el hijo de la hija del Profeta (BP) e hijo de su primo y auténtico heredero, el primer hombre en creer en Dios y Su Profeta (BP) conducido por su Señor? ¿Acaso no fue Hamzah el señor de los mártires, mi tío? ¿No han escuchado las palabras del Mensajero de Dios (BP) concernientes a mi hermano y a mi cuando dijo: “Ellos son los señores de los jóvenes del Paraíso?” Ya sea que crean en lo que digo o no, hay entre vosotros quienes os pueden decir esto si les preguntan.Preguntadle a Yabir Ibn ‘Abdul.lah Al Ansari, Abu Sa’id Al Judri, Sahl Ibn Sa’d Al Sa’idi, Zayd Ibn Arqam y Anas Ibn Malik lo que ellos han escuchado de las palabras del Mensajero de Dios (BP) concernientes a mí y a mi hermano.¿Eso no es suficiente como para impedir que derramen mi sangre?”‘Umar Ibn Sa’d fue el primero en atacar, arrojando una flecha hacia la tienda en la que acampaba el Imam. La batalla comenzó, y debido a la notable cantidad de hombres en las filas del enemigo, los compañeros del Imam Husein (P) comenzaron a ser martirizados. ‘Abbas Ibn ‘Alí hermano del Imam, fue asesinado mientras se esforzaba por traer agua para las mujeres y niños. * * *El décimo día de Muharram del año 61 d.-H. el Imam (P) se enfrentó al enemigo con su pequeño grupo de seguidores, compuesto por cuarenta de sus compañeros, unos treinta miembros del ejército enemigo que se habían unido a él durante la noche y el día de la batalla, y su familia los Bani Hashim, niños, hermanos, primos, sobrinos y sobrinas. Ese día lucharon desde la mañana hasta el último aliento y finalmente una flecha hirió su cabeza, luego otra le dio en el pecho y cayó. Entonces Shimr Ibn Dhi al Yawshan lo mató, cortó su cabeza y la colocó en la punta de la lanza para presentarla ante Ibn Sa’d. Los soldados después cabalgaron sobre los cuerpos de los mártires y apresaron a las mujeres. Sólo se salvó ‘Ali Zain ul ‘Abidin, hijo del Imam Husein (P), quien sería el cuarto Imam.‘Ali Zain ul ‘Abidin no pudo combatir por hallarse fuertemente enfermo. Su tía Zainab lo protegió cuando los soldados quisieron darle muerte en el momento que fueron a capturar a las mujeres.Durante la batalla no solamente el Imam, sino también sus compañeros e hijos que cada uno de ellos brillaba como una luminosa estrella en el horizonte del Islam y con cuya sangre humedecieron la ardiente tierra de Karbala encontraron el martirio, para así hacer saber a la sociedad musulmana que Yazid –producto de una unión ilegítima de los Omeyas–, no era sucesor del Mensajero de Dios (BP) y principalmente, que el Islam, no pertenecía a los Omeyas, ni los Omeyas eran parte del Islam.En total murieron diecisiete hombres de la familia del Imam, todos de Bani Hashim. Fueron seis hijos del Emir de los Creyentes, tres hijos del Imam Hasan (P), dos hijos del Imam Husein (P), dos hijos de ‘Abdul.lah Ibn Ya’far Ibn Abi Talib, tres hijos de Aquil Ibn Abi Talib y un nieto de Aquil (Ya’far y Aquil eran hermanos del Imam ‘Ali –P–). ‘Abdu.lah Ibn Ya’far era esposo de Zainab. Incluso mataron al hijo menor del Imam Husain (P). ‘Ali al Asgar, de sólo seis meses de edad, mientas su padre lo tenía en brazos y preguntaba al enemigo por qué le negaban agua a una criatura inocente. El Imam Husein (P) fue martirizado después de la oración del mediodía. Cuando el Imam fue herido y estaba próximo a morir dijo: “En el Nombre de Dios, por Dios y sobre la comunidad del Enviado. Dios mío, Tú sabes que ellos matan a un hombre al cual no se le iguala ninguno de los descendientes del Profeta (BP). Tengo paciencia en lo que respecta a tu decreto, ¡oh, Señor! No hay divinidad excepto Tú. ¡Oh, Amado de los que imploran auxilio!”
Al Final / 112