Agencia de Noticias de Ahlul Bait (P) -ABNA- El reciente caso de Antonio Martínez – un joven latino acusado de conspirar para volar un centro de reclutamiento militar cerca de Baltimore, Maryland- ha atraído el interés de los medios.
Los informe señalan que Martínez, un musulmán converso, cayó en una trampa tendida por agentes del FBI de incógnito que llevaron al joven latino a colaborar con el supuesto intento de atentar contra el complejo militar.
“No es sólo la naturaleza de estas personas, sino también el estudio de sus casos, las dimensiones sustanciales de su trabajo, con quien están en contacto y lo que representan por lo que los conversos latinos han atraído la atención,” dijo el ex viceconsejero de Seguridad Nacional con la Administración Bush, Juan Zarate, en relación al caso de Martínez.
Miles de latinos -una comunidad predominantemente católica- se ha convertido al Islam en EEUU. La comunidad latina continúa siendo el grupo minoritario de más rápido crecimiento en EEUU, mientras que el Islam es la religión de más rápido crecimiento en el país.
La comunidad musulmana ha criticado al FBI por utilizar el perfil racial. Las tácticas del FBI incluyen el espionaje a los fieles en las mezquitas por parte de informadores y agentes de incógnito.
Un reciente caso implicó a un informante del FBI y ex convicto de Irvine, California, llamado Craig Monteilh. Los miembros de una mezquita donde él se infiltró obtuvieron una orden de restricción en su contra después de que él hablara repetidamente dentro de la mezquita de llevar a cabo actividades violentas.
Monteilh ha demandado al FBI y ha hecho públicos detalles de cómo él fue entrenado para espiar y tender trampas a las personas.
“Ellos consiguieron a un tipo, a un ex convicto, le entrenaron y le enviaron a espiar a las mezquitas,” dijo Shakeel Syed, director ejecutivo del Consejo de la Shura Islámica del Sur de California.
“Y cuando las cosas salieron mal, se deshicieron de él y él se irritó”, dijo Syed.
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