Buscaron frustrar posibles operaciones con Irán, disuadir de realizar inversiones o forzar el repliegue de entidades como Repsol, Iberia, Unión Fenosa, Banco Santander.Estados Unidos forzó la salida de Irán de importantes empresas y bancos españoles interesados en invertir en la nación persa, según revelaciones del portal Wikileaks publicadas hoy por el diario El País.
La embajada de Washington en Madrid ejerció una permanente presión sobre el Gobierno y las compañías del país ibérico para tratar de limitar al máximo su actividad en la República Islámica, develan cables confidenciales de esa legación a sus superiores.
Reuniones con miembros del Ejecutivo español y altos directivos buscaron frustrar posibles operaciones con Teherán, disuadir de realizar inversiones o forzar el repliegue de entidades como Repsol, Iberia, Unión Fenosa y los bancos Santander y Sabadell.
De acuerdo con el periódico, la representación diplomática estadounidense llegó incluso a conseguir que el subgobernador del Banco de España, José Viñals, facilitase información detallada sobre las operaciones de esas dos entidades financieras.
Los documentos filtrados por Wikileaks recogen conversaciones sobre el particular con varios funcionarios como la ex vicepresidenta primera del gobierno María Teresa Fernández de la Vega y ejecutivos de consorcios como Repsol, Iberia y Unión Fenosa.
En noviembre de 2006, el ex embajador norteamericano aquí Eduardo Aguirre trasladó a las autoridades españolas su preocupación por una información secreta que indicaba que la compañía Iran Air negociaba comprar a Iberia 30 antiguos aviones de fabricación estadounidense.
Después de hacer averiguaciones sobre el estado de esa transacción, tanto el entonces canciller Miguel Ángel Moratinos como Fernández de la Vega aseguraron al diplomático, según los informes destapados, que la venta no se cerraría.
"Si ella (por Fernández de la Vega) dice que el acuerdo está roto, creemos que está roto", transmitió entonces Aguirre al Departamento de Estado.
La legación de la potencia norteña también estuvo pendiente de un contrato que concedía a la petrolera Repsol una participación del 25 por ciento en un proyecto para la exploración y licuefacción de gas natural en Irán, indica El País.
Aguirre se reunió varias veces con el presidente de esa transnacional, Antonio Brufau, quien en mayo de 2008 le comunicó que su consorcio había decidido vender sus opciones sobre la concesión.
Como resultado de esas presiones, en julio del propio año, el subgobernador del Banco de España aseguró a sus interlocutores estadounidenses que Santander y Sabadell habían cerrado sus oficinas en Teherán.
Al Final / 112