Agencia de Noticias de Ahlul Bait (P) -ABNA- Una actitud reaccionaria que hizo del islam un temible enemigo para la unidad de España. Por mucho tiempo el islam se convirtió en la huella que había que borrar de nuestra tierra, nuestra historia y nuestra identidad. Y hasta cierto punto, se consiguió disolver el humus islamicus entre los escombros y fundar una versión oficial de la historia que sólo contemplara la presencia del islam como un fenómeno residual e intrascendente.
Sin embargo, los cimientos de la historia oficial se acabaron viniendo abajo tras la finalización del regimen de Franco, allá por el 1975, y la transición hacia el Estado democrático. Un nuevo marco de derecho hacía algo de justicia a una población agonizante y reprimida a causa de tantos años de imposición y falta de libertad. El decreto de una nueva Constitución y el establecimiento de una nueva Ley de Libertad Religiosa iban a permitir que un gran sector de la población pudiera elegir libremente y profesar su propias creencias, con independencia de la naturaleza ideológica que esta tuviere.
A raíz de estos acontecimientos, muchos españoles fueron desvinculándose de la idiosincrasia católica, adoptando nuevas formas de vivir, tanto la religión como la espiritualidad. Otros siguieron profesando lo que, hasta entonces, había sido una creencia encubierta. De ese modo, comenzaron a proliferar comunidades pertenecientes a otras confesiones, entre ellas la musulmana. Esta apertura fue introduciendo a España en una nueva realidad histórica, entre la aconfesionalidad del Estado y la enraizada cultura católica, con cierto margen para el surgimiento de otras formas culturales y religiosas.
En los años de transición, con el socialismo, el Estado consiguió llegar a diversos acuerdos de cooperación con las distintas confesiones. Es el caso del Acuerdo de Cooperación firmado entre el Estado español y la Comisión Islámica de España, el cual otorgó a los musulmanes una serie de derechos que antes no estaban reconocidos y que ofrecían un horizonte hacia el que avanzar, con el fin de alcanzar una mayor integración de los musulmanes en todos los extremos del Estado de Derecho.
El sector de la inmigración, especialmente procedente del Norte de África, ha repercutido de forma importante a la cifra de musulmanes que residen actualmente en España. Según las últimas estadísticas, se estima que la comunidad musulmana en España alcanza el millón y medio.
En este dosier se pueden encontrar noticias y artículos relacionados con hechos y acontecimientos que afectan a la situación social, política, económica y religiosa de los musulmanes, quienes tienen que hacer frente a las circunstanicas globales que atraviesa el islam en el panorama europeo. Desde la normalización hasta la reivindiciación, las dinámica que se puede percibir entre los musulmanes en España no es homogénea. Hay características que diferencian una comunidad de otra, aunque hay elementos de unidad, entre los que se cuenta el respeto a las leyes del Estado y una visión crítica de la imagen que se vierte en la opinión pública sobre el islam y los propios musulmanes.
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