Agencia de Noticias de Ahlul Bait (P) -ABNA- Refiriéndose a los ataques israelíes contra Líbano, Ahmed Rasim An Nafis, un shiíta egipcio y profesor de medicina de la Universidad de Mansura, dijo: "Después de la victoria de Hezbollah en la Guerra de los 33 días, el régimen empezó a dirigir su atención hacia los shiítas (en Egipto)."
"Han habido campañas de desprestigio sobre nosotros en la prensa estatal y en las mezquitas, y nuestra lealtad se ha cuestionado", dijo Ahmed Rasim An Nafis desde su casa en la norteña ciudad de Mansura.
No hay cifras confiables para la población shiíta de Egipto.
Nafis y otros dicen que la falta de un censo adecuado, cetros comunitarios o lugares distintos de culto hacen que sea práctticamente imposible calcular el número.
Nafis, de 54 años, no nació shiíta.
En 1979, Nafis empezó a buscar libros sobre el Islam Shiíta, y en 1985 había leído lo suficiente para saber que se quería convertir.
"Nafis explicó que lo que más le atrajo del shiísmo era el principio del 'Iytihad' - que es la puerta del proceso de interpretación - que nunca se cerró. Dijo que el shiísmo allana el camino para el desarrollo intelectual, mientras que el sunnismo ha sido 'secuestrado por la ideología wahhabí-salafí'."
En 2004, Nafis exigió el reconocimiento del shiísmo como una escuela de jurisprudencia legal en Egipto, pero la represión policial sobre la comunidad ese mismo año estancó el esfuerzo.
Los shiítas de Egipto no son un grupo clandestino: se habla abiertamente en la prensa de sus creencias y rezan libremente en las mezquitas no shiítas.
En abril del 2009, Mubarak acusó a los árabes shiítas de ser "siempre fieles a Irán y no a los países en los que viven".
"Las autoridades no perdieron mucho tiempo después de mi conversión. Fui arrestado en 1987 y acusado de pertenecer a una organización shiíta", dijo Nafis que posteriormente fue arrestado 3 veces entre 1987 y 1996.
En Egipto "cada vez que algo sucede en Irán o Iraq, se reflexiona sobre los shiítas", dijo Muhammad al-Dereini, Jefe del Consejo Superior de la Mezquita de Ahlul Bait, un centro de investigación shiíta con sede en El Cairo.
Al-Dereini expresó a la prensa su deseo para establecer un partido político shiíta, pero abandonó la iniciativa tras su detención de 15 meses en 2004 por "pertenecer a una organización ilegal y amenazar a la seguridad nacional".
Al menos 124 shiítas egipcios han sido detenidos desde 1988 en una serie de enérgicas medidas, de acuerdo con la Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales (EIPR).
El director del centro, Hossam Baghat, dijo que no es, de hecho, no existe una política de persecución contra los shiítas en Egipto - pero son tratados con desconfianza, como todos los demás grupos religiosos en el país como una amenaza que debe ser contenida".
"A los ojos de los servicios de seguridad, no hay ninguna diferencia clara entre los musulmanes shiítas y una organización religiosa extremista. Simplemente no les importa que Al-Azhar los haya reconocido" dijo Baghat.
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