Y nos asegura que Dios escucha nuestra invocación y responde a ella:
﴿ وَ إِذا سَأَلَكَ عِبادِي عَنِّي فَإِنِّي قَرِيبٌ أُجِيبُ دَعْوَةَ الدَّاعِ إِذا دَعانِ فَلْيَسْتَجِيبُوا لِي وَ لْيُؤْمِنُوا بِي لَعَلَّهُمْ يَرْشُدُونَ ﴾
"Y cuando Mis siervos te pregunten acerca de Mí, diles que en verdad Yo estoy cerca. Yo respondo a la invocación de quien me llama suplicándome…" (2:186)
﴿ذلِكُمُ اللَّهُ رَبُّكُمْ خالِقُ كُلِّ شَيْءٍ لا إِلهَ إِلاَّ هُوَ فَأَنَّى تُؤْفَكُونَ ﴾
"Dios ha dicho: Invocadme y os responderé…" (40:62)
A diferencia de otras religiones, en el Islam el propósito principal de la invocación no es pedir favores, sino que es una forma de que el creyente recuerde su insignificancia ante Dios y su dependencia de Él, y de esta forma sea humilde y sumiso, agradecido y temeroso, pero esperanzado.
Dios reveló diversas invocaciones para indicarnos cómo suplicarle usando palabras, que además de servir para que nos dirijamos a Él en una forma digna y respetuosa, nos hagan sentir mayor devoción y meditar acerca de la Misericordia Divina. Estas invocaciones que aparecen en el Sagrado Corán son, por lo general, breves jaculatorias que pueden repetirse en todo momento (Corán 2:201; 2:250; 2:286; 3:8; 3:16; 7:126; 14:38; 14:41; 18:10; 23:109; 25:6; 60:4; etc.) y son recitadas como complemento a las cinco oraciones diarias.
El Santo Profeta Muhammad –la paz y las bendiciones de Dios sean con él y sus descendientes– asimismo nos legó muchas y muy variadas invocaciones, cada una para ocasiones específicas, y así como él, también sus descendientes –los imames o líderes– compusieron bellísimas e inspiradas súplicas, especialmente el Imam Alí Ibn Abi Talib –la paz sea con él– y el cuarto Imam, 'Ali Zain un 'Abidin –la paz sea con él.
Algunas de estas súplicas fueron extraídas de algunos textos de fuentes shiítas, como del Mafatihul Yinan (Las llaves de los Paraísos) y otras obras tales como la famosa colección de Hadices shiítas Al Kafi. Tales súplicas constituyen verdaderas llaves para las puertas que conducen a los Jardines elevados de la Sabiduría, la piedad, el conocimiento y el amor a Dios Altísimo, un camino que únicamente resulta expuesto a través de la luz de Ahlul Bait, de la Gente de la Casa del Profeta Muhammad (BP).
Así también exponemos una serie de confidencias con Dios Altísimo del Imam 'Alí Zain Al Abidín As-Sayyad (P) las cuales transmiten determinadas jerarquías de aproximación a Dios, Glorificado sea, y el estado que conllevan. Así también presentamos una serie de súplicas especiales para el mes de Ramadán, el sagrado mes del ayuno para los musulmanes
Y no hay Fuerza ni Poder excepto en Dios Único, el Impotente, el Grandioso.
Que las Bendiciones de Dios sean sobre nuestro amado Profeta Muhammad (BP) y sobre su familia purificada, así como sobre todos los Profetas, los ángeles y los amigos cercanos a Dios.