Agencia Noticiosa Ahlul-Bait (P)

Fuentes : ABNA
martes

14 junio 2011

19:30:00
247533

Imam Alí (P.) el Primer Hombre Musulmán

La mayoría de los sabios islámicos concuerdan en que el primer hombre que creyó en la palabra y misión del Profeta (B.P.) fue el Imam Alí (P.). Este se crió de pequeño en la casa de su primo Muhammad (B.P.). El lo educó como un padre cariñoso que desea lo mejor para su hijo. Alí (P.) fue el primer hombre en declarar su creencia en Dios y Su Mensajero. Alí (P.) estuvo con Muhammad (B.P.) cuando éste comenzó a predicar el Mensaje. En todo momento acompañó al Profeta para ayudarlo y protegerlo de sus enemigos. El se encargaba de poner por escrito las aleyas del Sagrado Corán y las analizaba con el Profeta en cuanto eran reveladas por el Ángel Gabriel.

 SU VALENTÍALos quraishitas habían planeado asesinar al Profeta Muhammad (B.P.). El plan consistía en elegir a un integrante de cada tribu para que todos, al mismo tiempo, le dieran muerte y de ese modo Banu Hashim fuera incapaz de defenderse. Pero los inicuos no sabían que el movimiento profético no se equipara a organizaciones humanas capaces de ser destruidas por complots semejantes al por ellos urdido. Jamás se les hubiera ocurrido pensar que el Enviado de Dios, al igual que los profetas que le precedieron, gozaba del auxilio invisible de Dios, que podía desbaratar con facilidad sus artimañas.Pronto, el Ángel de la Revelación le comunicó: «¡MENSAJERO! LOS INCRÉDULOS SE CONFABULAN CONTRA TI PARA APRISIONARTE, MATARTE O EXPULSARTE. SE CONFABULAN, PERO DIOS DESBARATA SUS PLANES, PORQUE DIOS ES EL MÁS DUCHO DE LOS DESBARATADORES». (8:30)Al Enviado de Dios le fue ordenado emigrar desde la Meca hacia Iazrib (actual Medina). No obstante, ponerse a salvo de la mano de los verdugos del gobierno idólatra, con la constante vigilancia que ejercían sobre él, no era una tarea fácil.Si no abandonaba la Meca sobre un plan bien concebido corría el peligro de que se enteraran, lo persiguieran y lo mataran antes que llegara a su destino. El Ángel Gabriel le había ordenado abandonar la Meca esa misma noche.Fue entonces, cuando el Profeta pidió a Alí que durmiera en su lecho y sacrificara su vida por la continuación del Islam, para que así los inicuos imaginaran que el Profeta no saldría y se concentraran en rodear su casa, dejando libre el paso de la gente en otros sectores de la ciudad.El beneficio del papel que jugaría Alí (P.) consistía en que los secuaces de Quraish vigilasen la casa del Profeta (B.P.) para que al mismo tiempo, éste, pudiera refugiarse en otros puntos sin que lo descubrieran.Alí, quien fuera el primero en creer en la misión profética de Muhammad (B.P.), fue el elegido para ocupar su lugar, arriesgando por ello su vida. El Profeta dijo a su primo: “Esta noche deberás dormir en mi lecho, intentan matarme y debo emigrar a Iazrib”.Apenas llegada la noche, Alí (P.) se dispuso a dormir en el lecho del Profeta. Pasaron algunas horas, y cuarenta de los conjurados bloquearon, rodeándola, la casa del Mensajero de Dios. A través de una hendija se cercioraron de que la situación era normal y creyeron que era el Profeta el que allí dormía.Los conjurados, luego de horas de vigilia, se quedaron dormidos (a raíz de una propuesta de Abu Lahab). Por nada del mundo imaginaban que el Profeta estaba enterado del complot. Ignorando esta cuestión habían decidido atacarlo al amanecer.Pronto el Enviado de Dios (B.P.) salió de la casa y recitó los versículos de la Sura Ia Sin hasta el que dice: “Y LES PUSIMOS UNA BARRERA DELANTE Y OTRA DETRÁS Y LES OFUSCAMOS SUS OJOS PARA QUE NO PUDIERAN VER” (36:9).Los velos de la noche se descorrían y la mañana, finalmente, rompió la negrura del horizonte. Se produjo entonces una gran emoción en el grupo incrédulo: se veían ya, en la concreción de su propósito. Empuñando sus espadas y puñales irrumpieron todos en la casa, entrando de lleno en la habitación del Profeta (B.P.). En ese momento, Alí , corriendo el manto verde que lo cubría, se levantó y dijo: “¿Qué hacéis?”. “¡Queremos a Muhammad! ¡¿Dónde está?!”, desesperados exclamaban los inicuos. Alí (P), hábilmente contestó: “¿Acaso me lo habíais confiado a mí para que ahora me lo pidáis? No está aquí”.Los verdugos se enfurecieron, entonces, por haber esperado hasta el amanecer. Muy irritados no podían creer que Muhammad pudiera haber salido de la casa estando ellos allí afuera. El Profeta ya había emigrado a Iazrib y la confabulación no logró su cometido. La valentía de Alí,  al arriesgar su vida por la del Enviado de Dios, constituyó la actitud clave que salvó la continuidad del Islam y quedó reflejada por siempre en su historia.            SU CASAMIENTO  Por instrucción divina (y con el consentimiento de ella), el Mensajero de Dios dio en matrimonio a su amada hija Fátima Az-Zahra (P.). Alí y Fátima, a través de sus hijos, el Imam Hasan, el Imam Husain, Zainab y Umm Kulzum, legaron a la humanidad una lección ejemplar de heroísmo, perseverancia y moral inquebrantables en la lucha contra la opresión y la falsedad.Tras la muerte de Fátima, Alí desposó a Ummul Banim. Abbas, quien combatiera con lealtad y bravura  en Karbalá junto a su hermano Al-Husain, sería el fruto de esta unión.

 Al Final / 112