Cuando contaba dos años, su familia se translado a vivir a la capital de Irán, Teherán, donde Mustafa creció y estudió hasta terminar la escuela secundaria. A los quince años comenzó a participar en asociaciones islámicas y recibió clases de Corán de Ayatollah Taleghani y de lógica y filosofía del profesor mártir Mutaharí.
Participó activamente en los acontecimientos de la era del Dr. Mossadeq y tras el golpe de estado de inspiración norteamericana del 19 de Agosto de 1953, se adhirió al Movimiento de Resistencia Nacional Iraní. Su lucha contra el colonialismo y el despotismo comenzó con su participación en la campaña contra el regimen establecido tras el golpe de estado en Irán.
Tras graduarse con excelentes calificaciones en Ingeniería Mecánica y Eléctrica, por la Universidad de Teherán, recibió una beca para continuar sus estudios en los Estados Unidos. En la Universidad de Texas obtiene el doctorado summa cum laude y el Ph. D. en electrónica y plasma físico con excelentes notas en la Universidad de Berkeley, California, comenzando sus trabajos de investigación sobre satélites y radares de alta potencia en los Laboratorios de la Compañía Bell. Obtuvo también un master en lengua inglesa y árabe y estudió así mismo el francés y el alemán. Pasó 14 años en Estados Unidos y fue uno de los fundadores de Sociedad Islámica de Estudiantes en América.
En Mayo de 1963 viaja a Egipto, donde pasa dos años estudiando tácticas de la lucha guerrillera y es allí donde se hace cargo del entrenamiento de las guerrillas de los revolucionarios iraníes.
Tras la muerte de Yamal Abdul Naser, presidente de Egipto, se traslada a Líbano con la misión de establecer una base guerrillera independiente para el entrenamiento de revolucionarios iraníes. Es allí donde, bajo la guía ideológica de Imam Musa Sadr, el líder del Movimiento de los Musulmanes Shi’itas Libaneses, crea el Movimiento de los Mahrumín (Movimiento de los Desheredados) y su rama militar: EL Movimiento Amal.
Comentando su estancia en los EE.UU. dice: - He permanecido 22 años fuera de mi país (Irán) , al principio fue por razón de mis estudios, pero posteriormente, debido a mis actividades guerrilleras. El régimen del Shah me perseguía, por lo cual mi situación se transformó en la de un exiliado político. La actividad política e ideológica más importante que realice en ese periodo fue el entrenamiento de las fuerzas revolucionarias fuera del país, en Argelia, Egipto, Líbano y Siria.
En Líbano, el Dr. Chamrán participara en las luchas guerrilleras de liberación de los musulmanes contra la invasión israelí y las fuerzas Falangistas. Fue durante ocho años el director de la Escuela Técnica de Yibal-Amel, en el sur del Líbano.
Al principio del triunfo de la revolución islámica iraní, el Dr. Chamrán regresa a Irán, tras 23 años de ausencia, para poner al servicio de la revolución toda su experiencia científica y revolucionaria.
Ya en los primeros días de la revolución es nombrado Comandante de la División Gubernamental de Guardias Revolucionarios y se dedica a entrenar a los primeros grupos en Saadabad, el palacio del depuesto Shah.
Es nombrado Responsable de los Asuntos Revolucionarios, cargo desde el que se ocupará de resolver los múltiples problemas que han surgido en el terreno militar, especialmente en las áreas y regiones más críticas del país, no dudando en lanzarse con toda decisión, rapidez y eficacia a los puntos más peligrosos de los frentes de batalla.
Durante el sitio de Paveh demuestra su temple de acero, fe, coraje y capacidad de sacrificio. En la crítica noche del sitio, en que toda esperanza estaba perdida y sólo unos pocos Guardias de la Revolución cansados y desmoralizados quedaban con vida, rodeados de miles de asaltantes armados que habían masacrado a la mayoría de los combatientes revolucionarios y que tenían la ciudad de Paveh bajo su control, Dr. Chambrán fue capaza de transformar una derrota segura en un día de victoria, liberando bajo una tormenta de balas el último punto de la resistencia contrarrevolucionaria que quedaba en Kurdistán y salvando a la ciudad de Paveh del colapso y la destrucción.
Fue en ese momento en el que el Imam Jomeini asumió personalmente el mando de la Fuerzas Armadas y ordenó a estas acudir en ayuda de la sitiada ciudad de Paveh en las 24 horas siguientes. Dr. Chambrán fue puesto al frente de todas las fuerzas de la zona y con ellas controló, en el corto plazo de diez días, todos los puntos estratégicos, ciudades y carreteras de Kurdistán, salvando la región del inminente colapso.
Tras la brillante campaña del Kurdistán, fue nombrado Ministro de Defensa y el Imam Jomeiní le escogió como su representante y consejero en el Consejo Supremo de Defensa y fue elegido miembro de la Asamblea Consultiva Islámica. Tras ello participó activamente en las guerras del Kurdistán y comandó personalmente las fuerzas de rescate de Nosud, Marivan, Baneh y Sardasht.
Cuando Sadam invadió el país, se traslado a Ahwaz y todo el tiempo permaneció luchando en el frente contra los agresores. Estableció una serie de campamentos de fuerzas irregulares en el sur del país, formados especialmente de jóvenes revolucionarios, Guardianes de la Revolución (Sepah Pasdarán) y algunos elementos del ejercito. Estos grupos fueron los que, en los primeros momentos de la invasión, bloquearon el avance de más de mil tanques enemigos en la zona.
Durante nueve meses de guerra con Sadam, al que Chamrán llamó “el lacayo que enciende el fuego de la chimenea americana”, permaneció en el frente demostrando su gran capacidad y coraje. Penetró repetidas veces entre las filas enemigas, para alcanzar el corazón de las fuerzas de Saddam, hasta que la ofensiva conjunta de las Fuerzas Armadas de la República Islámica de Irán, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución y las Milicias Voluntarias, rompió el sitio iraquí y obligó al enemigo a retroceder, abandonando el territorio iraní ocupado.
En las operaciones de liberación de la ciudad de Susangerd, fue seriamente herido en dos partes de su pierna izquierda. El mismo dirigió la operación de su propio rescate, requisando un vehículo iraquí. Durante todo el tiempo que permaneció hospitalizado en la ciudad de Ahwaz se negó a abandonar la ciudad, argumentando con frecuencia: “Si abandono el frente la moral de los muchachos puede debilitarse.”
Incluso trasladado en una camilla, continuó dirigiendo operaciones de grupos irregulares y fuerzas guerrilleras y organizando planes de batalla y tácticas de combate para las fuerzas regulares, tomando el mando personal de aquellas particularmente delicadas y peligrosas, hasta que, finalmente, alcanzó el martirio en la posición de Dehlavieh en Juzestán, el 21 de Junio de 1981, exactamente nueve meses después del inicio de la invasión iraquí.
Dr. Chambrán escribió numerosos artículos sobre temas políticos, ideológicos y tácticos. Muchos de ellos fueron publicados anónimamente. En su opinión, sus actividades ideológicas e intelectuales eran más importantes que las científicas, políticas o guerrilleras.
Dr. Mustafa Chamrán fue investigador, científico, artista, poeta, filósofo, escritor, estudiante, maestro, soldado y dirigente, defensor de los desheredados y los huérfanos, combatiente por la verdad y verdadero amante del Imam ‘Alí ibn abi Tálib (a.s.). Eligió el campo de batalla en defensa de la verdad contra la falsedad, prefiriéndolo al confort de la vida material. Como un verdadero Yabanmard, un caballero andante, escogió el camino del espíritu y del martirio por la causa de Dios, atestiguando con su sangre la supervivencia en el Islam actual de esa disposición de entrega, por la cual la humanidad, aun sin saberlo, mantiene el lazo vital con la divinidad.
Hadrat Imam Jomeini (Dios proteja su noble secreto) dijo con ocasión de su martirio:
“Ciertamente pertenecemos a Dios y a Él regresamos” Ofrezco mis condolencias y mis felicitaciones en ocasión del martirio de un noble comandante del Islam, de un esforzado Caballero en la Recta Senda de Dios. El Doctor Mustafa Chambrán ha logrado llegar junto al Señor de la Época, el Último de los Imames de la Casa Profética, que nuestras almas sean sacrificadas por él.
Condolencias a esta nación nodriza y martir que ha perdido un soldado que creó épica en los frentes de lucha contra la falsedad, tanto en Líbano como en Irán. Su mayor meta fue el amado Islam y la victoria de la Justicia sobre la Falsedad.
Fue un guerrero piadoso y un maestro aplicado. Nuestra tierra islámica está muy necesitada de él y de otros como él.
Felicitaciones por ese Islam que ofrece tales hijos a los pueblos y naciones oprimidas y porta entre sus alas comandantes como él.
Verdaderamente, la vida es poseer una creencia y luchar por ella. (Famosa frase proferida por el Imam Husein (a.s.) en Karbalá, poco antes de caer mártir.)
Dr. Chambrán comenzó su combate vital armado de su pura creencia, al margen de cualquier grupo o partido político. Su creencia estaba depositada en la Divinidad y terminó su vida en ese mismo camino.
Comenzó su cruzada con sabiduría y confianza en Dios. Siguió Su senda y ofreció su vida por ello. Vivió con honor y con honor alcanzó el martirio.
El objetivo es esforzarse en la senda de Dios sin engreimiento político o satánica ostentación, sacrificando las propias pasiones. Los que consiguen esto, esos son los amados de Dios.
El se ha presentado ante Dios Altísimo cargado de honores. Que su alma descanse en paz y que sea recordado con amor. Quiera Dios que nosotros nos mantengamos con ese mismo objetivo. Está en Él el alargarnos una mano e impedirnos caer en la profunda oscuridad de la ignorancia y la sensualidad.
Ofrezco mis condolencias por esta gran pérdida a las nobles naciones de Irán y Líbano, así como a todas las naciones islámicas, a las Fuerzas Armadas, a todos los Guerreros de la Verdad y a la familia y al noble hermano de este amado Caballero. Ruego a nuestro Supremo Señor que tenga misericordia de él y que otorgue paciencia a su noble familia.”
Al Final / 112