Agencia Noticiosa Ahlul-Bait (P)

Fuentes : irib
domingo

21 agosto 2011

19:30:00
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Puntos de vista del Líder Supremo de la Revolución: El Ayuno, una oportunidad para obtener piedad.

TEHERÁN, Irán. Lun. 22 de Agosto (ABNA) - El bendito mes de Ramadán es como una brisa del paraíso que Dios ha ordenado soplar cada año en el mundo material y nos brinda la oportunidad de beneficiarnos de este aire divino. El mes de Ramadán es el mes para depurar el corazón, obtener piedad, arrepentimiento, retornar y ampararse en Dios, además un medio para compensar los actos no piadosos.

Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) -  El Líder Supremo de la Revolución Islámica de Irán, el Ayatolá Jameneí, en una audiencia concedida el pasado 7 de agosto a los responsables del país, habló sobre la importancia del mes de Ramadán así como temas de interés nacional e internacional. En esta reunión, el guía supremo mencionó, citando al famoso gnóstico y gran jurisprudente Ayatolá Mirza Yavad Maleki-Tabrizi, las bendiciones que lleva el ayuno para el hombre y explicó que Dios regala el ayuno a sus siervos y creyentes. El Líder Supremo añadió que, a juicio del Ayatolá Maleki-Tabrizi, el ayuno no debería considerarse como una obligación sino como un acto para demostrar gratitud a Dios por sus dones. El Líder Supremo de la Revolución al aludir al Ayatolá Maleki-Tabrizi , dijo que el hambre y la sed de los creyentes producto del ayuno en el mes de Ramadán logrará depuran sus corazones, lo que propicia el terreno para reflexionar y obtener la piedad. El citado gnóstico cree que este tipo de reflexionar exige meditar sobre el espíritu y el alma, que revela las realidades ya que abre las puertas de la sabiduría al hombre. El Ayatolá Jameneí luego hizo un llamado a todo el mundo a meditar sobre la vida, el paso del tiempo y el tema de la muerte, puesto que reflexionar fortalece la piedad en el hombre. Al respecto, el guía supremo dijo lo siguiente: “Vamos a pensar en la vida. La vida es el capital principal de cada hombre y puede traerle prosperidad y conducir al ser humano al paraíso eterno. Reflexionar sobre la muerte y el paso por este mundo material es importante pues el momento en que el alma sale del cuerpo y se encuentra con el ángel de la muerte, son momentos que llegarán a todos. El Corán dice: “Cada uno gustará la muerte”. Entonces, todos nosotros gustaremos de ella. ¿Cómo nos sentiremos en ese momento? Todo esto son cosas que dan mucho que pensar, y es imprescindible meditar sobre tales cosas. En otra parte de su discurso, el Ayatolá Jameneí hizo hincapié en la importancia de pensar en los contenidos de las oraciones considerándolas como otro medio para alcanzar la piedad. En este sentido, el Líder Supremo aludió a la oración “Virtudes Morales” del Imam Sayad (la paz sea con él), nieto del Profeta del Islam, y expresó que esta plegaria da lugar a muchos puntos de reflexión y a través de esta súplica el hombre puede reforzar la piedad para sí mismo. En una parte de esta oración, el Imam Sayad dice: “Dios mío! ¡Bendice a Muhammad y a su familia! Engaláname con el ornamento de los probos e invísteme con el atavío de los timoratos al diseminar la justicia, contener la ira, apagar la llama de la enemistad, congregar a la gente distanciada, reconciliar a las personas, divulgar lo bueno, ocultar los defectos, suavizar el carácter, obrar con humildad, tener una bella conducta, aplacar el orgullo,……” El Ayatolá Jameneí al explicar esta oración dijo: “El Imam Sayad de hecho nos llama la atención a nuevos aspectos del significado de la piedad y lo que la caracteriza. El primer aspecto es diseminar la justicia en la sociedad. Una justicia basada en la repartición de los recursos vitales del país entre todo el pueblo, además de manera justa las oportunidades entre ellos. Contener la ira es otra característica de los piadosos, que se alude en la súplica “Virtudes Morales” del Imam Sayad. El Ayatolá Jameneí opina que apagar la llama de la ira trae consigo muchas virtudes y se refiere a esta aleya coránica que dice: “…..aquellos que reprimen la ira, perdonan a los hombres”. El Ayatolá Jameneí hizo alusión a otra parte de dicha oración en la que reconciliar a las personas se considera otra característica de los piadosos y dijo que esto se refiere al fuego de los desacuerdos que puede haber entre grupos (partidos) y aparatos del Estado. Por eso, todo el mundo debería tratar de apagar este fuego, en lugar de echarle leña. El guía supremo dijo también que hay que tratar de acercar unos a otros, sobre todo a aquellos que se separan de la comunidad musulmana, llevar a las personas que están en la mitad del camino a un buen puerto y no actuar de tal manera que pierdan la pequeña fe que hay en ellos. Otras virtudes morales con las que están adornados los piadosos son divulgar lo bueno y ocultar los defectos. Al reiterar estos puntos, el Líder Supremo explicó que ocultar los defectos no significa no acatar el principio de “prohibir lo ilícito”. Lo que quiere decir es que si una persona tiene defectos, el piadoso debe informarle de los mismos, pero revelarlos no es conveniente. A continuación, el Ayatolá dijo que Dios ha hecho obligatorio guardar ayuno para que los hombres alcancen ser piadosos, según lo antes mencionados. La oración “Virtudes Morales” del Imam Sayad es de suma importancia para llevar al hombre a la cumbre de la perfección, tal como el Profeta del Islam diijo: “Fui delgado como profeta para perfeccionar las virtudes morales”. El Enviado de Dios luego señala que una de las virtudes morales es que el hombre perdone a quien lo haya oprimido , haga donaciones a quien le haya privado de algo, establezca lazos con quien hay roto con él y vaya a visitar a quien no hay hecho lo mismo con él. Convienen que en las noches y en las albas de este bendito mes, que nos acostumbremos a hacer oraciones y a reflexionar sobre sus contenidos. Vamos purifiquemos nuestro espíritu y nuestra alma.

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