Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer el retiro de los 39.000 efectivos estadounidenses que quedan en Irak, poniendo fin a una intervención de casi nueve años, iniciada por su predecesor George W. Bush en marzo de 2003. La retirada completa sucederá antes de lo previsto, ya que Obama había dicho anteriormente que sería para 2012.
“Hoy puedo decir que, como se prometió, el resto de nuestras tropas en Irak regresarán a casa al final del año. Después de casi nueve años, la guerra de Estados Unidos en Irak habrá terminado”, dijo el mandatario en la Casa Blanca. Obama hizo el anuncio después de hablar por videoconferencia con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, y tras el fracaso de las conversaciones entre las dos partes para alcanzar un acuerdo sobre el mantenimiento de un pequeño número de efectivos en Irak después de fin de año. “Los puntos de vista de los dos líderes eran idénticos sobre la necesidad de iniciar una nueva fase de las relaciones estratégicas, luego de finalizado el retiro de las tropas estadounidenses en una fecha precisa para fin de año”, afirmó Maliki, según una declaración difundida por su oficina.
La fecha de la partida de las tropas ya había sido acordada en 2008 por ambos países, pero Bagdad se rehusaba a conceder inmunidad legal para el pequeño contingente de soldados estadounidenses que permanecería en el país para ayudar a entrenar a las fuerzas iraquíes y contrarrestar la influencia de Irán. El Pentágono reconoció que ese punto era un obstáculo mayor en las negociaciones. El líder chiíta iraquí Moqtada Sadr había considerado aceptable el miércoles que los instructores militares estadounidenses permanecieran en Irak más allá de fin de año con la condición de que las tropas estadounidenses se retirarán completamente y que Washington pagará una compensación al país.
El secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta, declaró que Estados Unidos negociará una eventual presencia militar de entrenamiento con el gobierno iraquí después de fin de año. “Una vez que la reducción de nuestra presencia de tropas de combate concluya, comenzaremos un proceso de negociación con ellos para determinar cuál será la naturaleza de nuestras relaciones, qué tipo de entrenamiento falta y cómo podemos ayudarlos de una manera eficaz”, declaró Panetta.
El anuncio de Obama fue realizado al día siguiente de la desactivación de la división norte del dispositivo estadounidense en Irak, núcleo del conflicto entre las autoridades centrales del país y las de la región autónoma del Kurdistán. Ese conflicto fue presentado con frecuencia por Washington como uno de los principales riesgos para la estabilidad de Irak a largo plazo, a causa de la influencia de Irán en esa región, también de mayoría chiíta. Estados Unidos cuenta todavía con 18 bases en el país y Obama anunció que había invitado a Maliki a visitar la Casa Blanca en diciembre, cuando ambas partes vuelvan a una relación normal entre dos naciones soberanas.
Obama recordó que hizo campaña en 2008 contra la intervención de su país en Irak. Luego envió decenas de miles de tropas de refuerzo a Afganistán, parte de las cuales se aprestan a abandonar el país en el marco del traspaso de las tareas de seguridad a las fuerzas afganas.
“Estados Unidos está en una posición de fuerza. La larga guerra en Irak llegará a su fin a finales de este año. La transición en Afganistán está avanzando y nuestras tropas están finalmente volviendo a casa”, dijo Obama. “Yo apoyo plenamente al presidente”, dijo el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, luego del anuncio del mandatario.
Además del fin de la guerra en Irak, Estados Unidos comenzó el proceso de transición y retirada en Afganistán, el otro frente abierto que acaba de cumplir su décimo aniversario. Esa retirada comenzó el pasado julio y está previsto que quede finalizada para 2014. “La marea de la guerra está retrocediendo”, afirmó el presidente estadounidense, quien consideró que a partir de ahora el objetivo debe ser el levantamiento de la economía de su país, la gran preocupación de los ciudadanos y de unos políticos pendientes de las elecciones de noviembre del próximo año.
En los peores momentos de la guerra, que costó centenares de miles de millones de dólares, Estados Unidos llegó a tener desplegados en el país árabe más de 160 mil soldados. En los ocho años de guerra, Estados Unidos sufrió más de 4400 bajas. El consejero adjunto de Seguridad Nacional, Denis McDonough, indicó que entre 4000 y 5000 contratistas estadounidenses ofrecerán cobertura de seguridad a las instalaciones diplomáticas de Estados Unidos en Irak.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-179491-2011-10-22.html
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