Hay que procurar con la llegada del mes de Muharram algo de lo cual se ha hablado muy poco y sobre lo cual voy a extenderme. Es la cuestión de las conmemoraciones de duelo por el Imam Husain (P) en sí mismas, y de la virtud de rememorar los acontecimientos de ‘Ashura.
En realidad, una de las cosas que particularizan a la Shi‘ah del resto de sus hermanos musulmanes es la rememoración de ‘Ashura.
Desde que la evocación de la tragedia del Imam Husain (P) se volvió una costumbre, la espiritualidad hizo explosión en los corazones y las mentes de los seguidores de Ahlul Bait (P), cosa que sigue ocurriendo hasta hoy en día, y que seguirá mientras se recuerde ‘Ashura.
Entonces, la rememoración de ‘Ashura no consiste en la mera evocación de recuerdos, sucesos y relatos solamente, sino que su objetivo principal es la explicación y aclaración de ese suceso de tanta y extrema importancia, el cual tiene innumerables dimensiones y aspectos que han dejado huellas profundas en la vida de la comunidad Islámica a lo largo de la historia.
Entonces, la evocación de este desgraciado suceso es una acción llena de bendiciones y majestuosidad. Es por eso que el hecho de derramar lágrimas por la tragedia de Husain (P), era algo que ocupaba un lugar especial en época de nuestros Imames (P).
Que nadie piense que existiendo la lógica y la argumentación científica el llanto es algo innecesario e inútil, y que no hay necesidad de seguir una vieja costumbre de este tipo.
Pensar así sería equivocado, ya que cada una de estas cosas tiene su lugar y una participación en la construcción de la personalidad del ser humano y en su perfección: por un lado los sentimientos tienen su función y por otro la lógica y la argumentación científica desempeñan su importante papel. Existen muchas cuestiones y problemas que sólo tienen solución mediante los sentimientos y el afecto y sobre los que la lógica y el razonamiento son impotentes.
Es por eso que cuando nos referimos a la historia de los Profetas (P), vemos que al principio de su profecía se reunía a su alrededor gente cuya fe no estaba motivada principalmente por la lógica y la argumentación, ni era esa la causa por la que se congregaban a su entorno.
No encontramos en la historia de nuestro Profeta (BPD) -y es una historia detalladamente registrada y clara- que él se haya encontrado al principio de su profecía con algún grupo de incrédulos para argumentar con pruebas lógicas sobre la existencia de Allah, Su Unicidad, o la falsedad de los ídolos, por ejemplo. La argumentación del Profeta (BPD) en base a la lógica, comenzó a tener lugar después de haberse desarrollado y expandido la prédica. En cambio, en la primera etapa, la prédica se basaba en principios orientados a captar la genuina sensibilidad de las personas y ganar sus sentimientos.
Entonces no discutía con la gente mediante argumentos filosóficos sobre la existencia de Allah y Su Unicidad, sino que se limitaba a decir: “Decid «No hay divinidad sino Allah y triunfaréis»”, y aún así no explicaba las razones lógicas y filosóficas del por qué de la creencia en que «No hay divinidad sino Allah» trae aparejado el triunfo, porque tal adoración se dirige a la sensibilidad del ser humano y a sus puros y más profundos sentimientos.
Naturalmente, todo sentimiento sano y puro contiene un argumento filosófico y lógico, pero la cuestión es que cada profeta, cuando quería comenzar su prédica, no exponía tales razonamientos para la guía de la gente, sino que primeramente incentivaba sus sanos y puros sentimientos, los cuales contienen una lógica en sí mismos.
Estos sentimientos dirigen las miradas del ser humano hacia la tiranía, la persecución y la discriminación de las clases sociales, y hacia la opresión e intimidación que cometen aquellos enemigos de Allah de entre los humanos, aquellos demonios de entre la gente, contra los miembros de la sociedad. La argumentación lógica y razonable tenía lugar cuando la prédica se afianzaba y alcanzaba su curso natural.
Una persona que tiene un mayor poder de razonamiento no necesariamente tiene un estado espiritual más elevado que otra. Muchas veces los sentimientos de una persona de coeficiente intelectual medio o humilde, pueden ser más puros y sanos, y su relación con el Profeta (BPD) y lo metafísico ser más fuerte, y su amor más sincero y profundo. A tal persona le corresponde alcanzar una posición espiritual más elevada ante Allah, Glorificado Sea.
Tanto los sentimientos como el razonamiento tienen una función y un lugar, donde los primeros no pueden ocupar el del segundo, y viceversa.
Ciertamente que el suceso de ‘Ashura es por su esencia y naturaleza un mar tumultuoso de sentimientos sinceros, al ser este desgraciado suceso resultado de la revolución de una persona sublime e inmaculada. Una persona de quien no existe duda en absoluto de su excelsa personalidad, y sobre quien cualquier persona justa sobre la tierra puede reconocer lo altruista y correcto de su objetivo, que fue salvar a la Ummah de la opresión, la iniquidad y la agresión. El Imam (P) expuso claramente este objetivo al decir: “¡Oh gente! Por cierto que el Mensajero de Allah (BPD) dijo: ‘Quien de vosotros vea a un gobernante tirano que declare lícitas las prohibiciones de Allah, quebrante el pacto de Allah, y trate a los siervos de Allah en forma transgresora e inicua, y no se le enfrenta con la palabra ni la acción, entonces será un derecho de Allah que le haga a aquel apropiarse de su lugar’”.
Es así que el objetivo de la revolución fue enfrentarse a la opresión y la tiranía.
El Imam Husain (P) soportó las más duras pruebas y dificultades del Yihad o lucha por la causa de Allah y la contienda contra los enemigos de Allah, en pro de este sagrado objetivo, ya que la lucha más dura y penosa es aquella que se da en la lejanía y el desamparo, y que está colmada de aflicciones y desgracias; y ésto es cuando una persona se detiene en el campo de batalla y observa que la totalidad de los miembros de la sociedad están en su contra, o no les importa auxiliarlo, o bien quieren alejarse de él, e incluso aquellos que lo apoyan en su interior no se atreven a manifestarlo.
En la tragedia de Karbalá, incluso personas como ‘Abdullah Ibn ‘Abbas o ‘Abdullah Ibn Ya’far -que formaban parte de Bani Hashim o clan del Profeta- no se atrevieron a evidenciar su apoyo al Imam Husain (P) en la Meca o en Medina.
Entonces, el Yihad en el camino de Allah de quienes están en situación de desamparo, es el más penoso y difícil, y así fue ya que todos se le opusieron e incluso sus amigos se le apartaron.
Incluso cuando el Imam Husain (P) invocó a uno de ellos para que le brindara auxilio, éste se lo negó ofreciéndole su caballo a cambio. ¿Acaso puede haber desamparo mayor que éste? ¿acaso puede haber lucha en el desamparo más penosa?
Al lanzarse en esta lucha, el Imam Husain (P) ve con sus propios ojos la muerte de sus hijos, hermanos, primos y de la totalidad de los hashemitas que lo acompañaban. Incluso presencia el asesinato de su hijo lactante de tan sólo seis meses.
Además de todo eso, sabía que después de ser martirizado, como lobos sedientos arremeterían contra su pura e inocente familia, para amedrentarlos e intimidarlos, y apoderarse de sus bienes y consecuentemente hacerlos prisioneros y humillarlos; y lo hicieron a tal punto de llegar a golpear a la hija de Amir Al Mu’minin (P), Zainab Al-Kubra (P), quien fue una las personalidades más salientes del Islam.
El Imam avanzó hacia su inflexible lucha a pesar de saber muy bien lo que acontecería. ¿Pueden ustedes imaginarse lo difícil y penoso que fue ese Yihad para el Imam(P)?
No es posible que a un ser humano no se le estremezcan los sentimientos por la tragedia del martirio de una gran persona pura e inmaculada como esa.
¿Qué persona libre que haya conocido los pormenores de esta tragedia y entendido sus objetivos, no puede sentir un vínculo afectivo con ella?
Esta fuente espiritual y afectiva, comenzó a fluir desde esa tarde en que Zainab (P) subió hacia lo que ahora se llama “la colina zainabí” y dirigiéndose a su abuelo el Mensajero de Allah exclamó: “¡Oh Mensajero de Allah!. Que los ángeles de los cielos te bendigan. ¡He ahí que tu Husain que fue cubierto de sangre, sus miembros cortados, despojado de su turbante y vestimenta...”. De esa manera comenzó a relatar la tragedia del Imam Husain (P) en voz alta. Aún cuando quisieron callarla por lo estremecedor de sus palabras y lamentos, lo hizo tanto en Karbalá, como en Kufa, Damasco y Medina consecutivamente. Desde entonces las evocaciones de la tragedia surgieron como vertientes y así continua hasta nuestros días. Esta es la realidad de ‘Ashura.
La indiscutible realidad es que Allah, Glorificado y Exaltado Sea, preguntará al ser humano en el Día de la Resurrección acerca de las gracias que le confirió, y ciertamente que una de las gracias divinas más sublimes es la de evocar y rememorar la tragedia de ‘Ashura del Imam Husain (P).
Lamentablemente, nuestros hermanos musulmanes que no son shi’as se privan a sí mismos de esa gracia majestuosa y cuyos frutos podrían aprovechar si quisieran, como es el caso en muchos lugares.
La pregunta que aquí se plantea por sí misma es la siguiente: “¿Qué es lo productivo que se puede obtener de esas evocaciones y reuniones? ¿cuál es la manera de agradecer esa gracia?”
La respuesta a estas y otras preguntas similares corresponde que ustedes se la contesten a sí mismos. Esta gran gracia es la que vincula directamente al corazón con las vertientes de la fe en Allah y lo metafísico, y es lo que hizo que los tiranos a lo largo de la historia temblaran de temor por ‘Ashura y por la tumba del Imam Husain (P). Este temor comenzó en la época de los Omeyas y ha llegado a nuestros días.
Ustedes mismos fueron testigos de un claro ejemplo de ese temor en momentos de nuestra bendita revolución, cuando llegaba el mes de Muharram; el régimen imperial ateo y corrupto no podía hacer nada por enfrentar ni dominar eficazmente a ninguna oposición. Informes oficiales que permanecen de aquel período y que fueron emitidos por el régimen anterior, indican claramente que, con la llegada del mes de Muharram, su gobierno se perturbaba y desconcertaba, y su accionar se entorpecía y escapaba de las manos a lo largo y ancho del país.
Nuestro desaparecido Imam Jomeini, ese hombre sabio, prudente y de una profunda observación, supo como aprovechar los días de ‘Ashura precisamente para concretar uno de los sublimes objetivos del Imam Husain (P). El mes de Muharram es el mes del triunfo de la sangre sobre la espada. Partiendo de esta premisa es que nuestro desaparecido Imam logró con sus delineamientos que, por la gracia y bendiciones de Muharram, la sangre triunfara sobre la espada en el Irán de Islam.
Entonces, necesariamente, tanto los sabios como la gente en general deben juntos sacar frutos de esta gracia divina en forma completa y constructiva. La gente en general puede hacerlo realizando y participando activa y seriamente en reuniones de duelo, y extender este último a todos los aspectos posibles.
Entonces, los integrantes de la comunidad islámica deben conocer el real valor y gran importancia de esas reuniones, así como de la participación concienzuda en ellas, disponiéndolas como un medio para profundizar el vínculo afectivo y personal con el Imam Husain (P), la familia del Profeta (BPD) y el espíritu del Islam y del Corán. Esto es lo que respecta a la gente sobre la manera de aprovechar estas reuniones. En cuanto a lo relacionado con los sabios religiosos, el asunto es más complejo, ya que las reuniones de duelo se realizan sobre la base de la congregación de un determinado número de personas y la participación de algún disertante que asuma la conducción de las mismas para que la gente saque provecho de ella. Pero, ¿cómo deben ser realizadas estas reuniones de duelo? Esta es una pregunta dirigida hacia todos aquellos que sienten responsabilidad hacia esta cuestión.
En mi opinión, hay tres cosas que deben caracterizar a estas reuniones: Primero: afianzar el amor y cariño hacia Ahlul Bait (P) en los corazones, ya que el vínculo afectivo es un vínculo firme y muy valioso. Es deber de ustedes que se incremente en los corazones de los participantes el amor hacia Husain Ibn ‘Ali (P) y hacia la gente de la familia del Profeta (BPD), y se consolide cada vez más su vínculo con las fuentes del conocimiento divino. Pero si encuentran una actitud en estas reuniones que -Allah no lo permita- no lleve a intensificar el amor a Ahlul Bait (P) en los corazones de los oyentes que estén presentes o fuera del recinto, sino que sólo -Allah no lo permita- cause su alejamiento o rechazo a dichas reuniones, entonces en verdad que éstas estarán perdiendo su mayor provecho y objetivo, y se tornarían en algunos casos perjudiciales.
Observen pues como actúan ustedes que concertan estas reuniones, y ustedes que disertan en ellas, para fortalecer día tras día la relación afectiva de la gente con Husain Ibn ‘Ali (P) y la Gente de la Casa del Profeta (BPD) como resultado de la participación en dichas reuniones.
Segundo: las reuniones de ‘Ashura deben tener la característica de que los fundamentos del levantamiento sean expuestos y explicados claramente a la gente, y que reunirse en duelo por Husain Ibn ‘Ali (P) no debe ser meramente subirse al púlpito para dar una disertación sin objetivos, ya que a estas reuniones concurren personas que se distinguen por pensar, razonar y reflexionar en los asuntos, ¡y qué cantidad que son en nuestra sociedad, por gracia de nuestra revolución islámica, tanto personas mayores como jóvenes, y tanto hombres como mujeres!; y es gente que se pregunta a sí misma: ¿para qué vinimos a esta reunión y lloramos por el Imam Husain (P)? ¿cuál es el fondo del asunto? ¿por qué el Imam Husain (P) fue a Karbalá y dio pie a que eso sucediera?
Estas preguntas deben ser respondidas en las reuniones de ‘Ashura de modo tal que el conocimiento del oyente se incremente respecto a ‘Ashura y su fundamento.
Si en los púlpitos, las disertaciones y explicaciones, ustedes no se refieren a estos aspectos y significados, ni siquiera mediante alguna reseña o pequeña indicación, entonces las reuniones pierden uno de los tres pilares a los que hice referencia. En tal caso, es posible que no sólo no se logre el provecho que se quería procurar de la reunión, sino que incluso -Allah no lo permita- podría ser perjudicial.
Tercero: Algo sobre lo cual deben basarse las reuniones de ‘Ashura es el incremento del conocimiento y fe religiosa. Por eso es necesario que se hable en las reuniones de alguna materia religiosa, de forma que se refuerce la fe del oyente y su conocimiento de Allah, Exaltado Sea. Así también es indispensable la exhortación religiosa y que se trate algún noble hadiz que sea de una cadena de transmisión confiable, una narración histórica de lo cual se pueda extraer alguna enseñanza, se discuta el tafsir o exégesis de alguna aleya del Generoso Corán, o bien se transmita algún tema sobre el que se haya explayado alguno de entre los grandes sabios y pensadores islámicos.