Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) - El máximo encargo de la ONU a través de un comunicado emitido el pasado miércoles ha señalado que el uso excesivo de la fuerza y la violencia en Bahréin ha preocupado a la comunidad internacional. Ban pidió al régimen monárquico de Bahréin poner fin la represión contra los opositores y cumplir con las demandas de los manifestantes pro democracia. La nota del secretario general del máximo órgano internacional se divulga después de que en los últimos días la nación bahreiní se enfrentara a una ola de violencia en las calles del país. La revuelta de la nación bahreiní cumple un año, un período de matanza, arrestos, torturas y destrucción de viviendas y mezquitas sufridas por el pueblo por el solo hecho de haber expresado sus demandas de manera pacífica. En el último año, las tropas de Arabia Saudí también han secundado al régimen de Al Jalifa en asesinar a los manifestantes antigubernamentales. EE.UU., por su parte, a través de la venta de una gran cantidad de armas al régimen, en el marco de los acuerdos militares con Manama, prácticamente ha dirigido la represión de los bahreiníes. El uso de las tropas de seguridad a los gases tóxicos para dispersar a los manifestantes ha segado la vida de varios opositores, elevando la cifra de bajas civiles a 70 personas, desde el inicio de las protestas, el 14 de febrero de 2011. Estos hechos ocurren, mientras que la mayoría de las entidades pro-derechos humanos en el mundo se han limitado solo a condenar las medidas brutales del régimen contra la población bahreiní, y no han realizado ninguna medida seria contra las atrocidades de Al Jalifa. El portavoz de la Coalición de la Juventud 14 de Febrero, Abdol Rauf Al-Shayeb, en una entrevista concedida a la cadena internacional de Al-Alam, ha anunciado que el pueblo de Bahréin está decepcionado del Consejo de Seguridad de la ONU. El Movimiento por la Liberación de Bahréin aseguró por su parte, que la revolución popular en este país sigue cobrando fuerza. Los líderes de dicha agrupación opositora han hecho hincapié, que las detenciones ilegales, las torturas y presiones y las propagandas negativas contra los alzados bahreiníes, no han llegado a debilitar el fuerte espíritu popular para crear cambios esenciales en este país del Golfo Pérsico, y que las protestas continúen hasta lograr derrotar completamente al régimen monárquico dominante.
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