Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) - Es como un rechoncho hombre de acción de poltrona hipnotizado por una ágil bailarina de lap dance. Vas a ser mía, querida. Es hora de cambio de régimen, voy a liquidar al dueño de este tugurio. De lo contrario la gente comenzará a decir: ¿qué clase de cobarde es este hegemono global?Por lo tanto los neoconservadores obtuvieron su paquete de sanciones/embargo de Irán para Año Nuevo del gobierno de Barack Obama, debidamente reproducido por el desfile de perros falderos europeos. Pero no resultó como se esperaba. La bailarina saltó del escenario y aplicó unas tijeras al cuello al hombre de acción en la poltrona; él sofoca, no ella. Todo el asunto… ¡falla! Como la última Gran Idea neoconservadora – la invasión, ocupación e inevitable derrota en Iraq, al coste de más de 1 billón (millón de millones) de dólares.Consideremos parte de la última evidencia. Teherán acaba de enviar dos de sus barcos de guerra a través del Canal de Suez hacia el Mediterráneo; atracaron en el puerto sirio de Tartus – nada menos. No hace mucho, Hosni Mubarak, el dictador en desgracia y cercano compinche de la Casa de Saud probablemente los habría bombardeado.Teherán cortó las exportaciones de petróleo crudo a los principales perros falderos europeos, Gran Bretaña y Francia. Es solo 1% de las importaciones británicas y 4% de las de Francia – pero el mensaje es claro: si los deprimidos países del Club Med insisten en seguir el belicismo anglo-francés, serán los próximos.El crudo Brent llega a 121 dólares por barril – el máximo en ocho meses. West Texas Intermediate, negociado en Nueva York, se mueve alrededor de 105 dólares. Brent es crucial, porque determina el precio al consumidor de gasolina en la mayor parte de EE.UU. y Europa Occidental. Los neoconservadores juraron sobre sus Biblias y Toras que no habría un aumento del precio del petróleo. Tuvo lugar – como un reloj, probando una vez más que su conocimiento de la especulación en el mercado es el de un bebé de dos años (sin ofender a los adorables bebés).Los fondos que Teherán pierde debido a las sanciones –en términos de menos exportaciones a Europa– son compensados en gran parte por el aumento del precio del petróleo causado por el belicismo impulsado por los neoconservadores. Además, es seguro que Teherán venderá más petróleo a sus principales clientes asiáticos – China, India, Japón y Corea del Sur, e incluso Turquía, todos los cuales, en diferentes grados de diplomacia, han dicho a Washington que se ocupe de sus propios asuntos.Como adelantó Asia Times Online, tardó algo pero Irán y China acaban de llegar a un nuevo acuerdo sobre el precio del petróleo. Y el gasoducto Irán-Pakistán ya es algo seguro. Y Afganistán y Pakistán –así como Irán– quieren ser admitidos en la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO, por su nombre en inglés), acelerando la integración económica regional.El que los redactores del paquete de sanciones del lobby de Israel no hayan podido predecir nada de esto prueba una vez más que viven la vida vegetativa de hombres de “acción” de poltrona.A los papagayos neoconservadores no les queda otra cosa que el bla-bla-bla de que las “sanciones tienen efecto”. O que la portavoz del Departamento de Estado, esposa del neoconservador Robert Kagan, asegure que se está presionando sobre todos esos países para que hagan “lo que puedan por aumentar las sanciones, en particular para apartarse gradualmente del crudo iraní”. Nadie se “aparta” de nada – fuera de los autodestructivos perros falderos europeos.También quedó al descubierto el mito de la capacidad de reserva saudí. No existe. Las reservas saudíes disminuyen a un ritmo de 3% por año (exporta 11,8 millones de barriles por día (y disminuyen). Además, la Casa de Saud no quiere bombear más petróleo; necesita precios elevados del petróleo a fin de sobornar a su propia población para apartarla de nocivas ideas de una Primavera Árabe.Y luego está la fresa sobre el pastel, demasiado deliciosa como para dejarla de lado. Goldman Sachs acaba de colocar a Irán como uno de los “Próximos 11” en el mundo en desarrollo después de los BRICS, solo una de cinco naciones en desarrollo con “productividad y sustentabilidad de crecimiento” por sobre el promedio. Tal vez una Britney Spears persa debiera cantar “Nene, sancióname una vez más”.Desde el punto de vista de Washington, lo único que cuenta realmente en la interminable charada nuclear es si Irán puede lograr la capacidad de construir un arma nuclear en tiempo récord en caso de que la dirigencia en Teherán esté absolutamente segura de que el eje EE.UU./Israel lo atacará.Es exactamente lo que el director de Inteligencia Nacional de EE.UU., James Clapper, dijo al Comité de Servicios Armados del Senado el jueves pasado: Irán es “más que capaz de producir suficiente uranio altamente enriquecido si sus dirigentes políticos –específicamente el propio Líder Supremo– deciden hacerlo.Lo que no especificó Clapper es que Teherán está enriqueciendo uranio a solo 3,5%; una bomba nuclear necesita 95% – y eso sería inmediatamente detectado por el Organismo Internacional de Energía Atómica.Si eso sucede –y es un gran si– no hay forma de que un cambio de régimen pueda ser impuesto desde el exterior. Por lo tanto adiós a la Gran Presea en petróleo y gas codiciada por todos, desde el realista Dr. Zbig Brzezinski al ex Darth Vader, Dick Cheney.De modo que de nuevo la serpiente muerde su propia cola. Tenemos que bombardear para lograr un cambio de régimen, para que esa bailarina bañada en petróleo baile sobre nuestro acaudalado regazo.El problema es que ni el gobierno de Obama ni importantes generales del Pentágono están convencidos de que sea algo estupendo.El jefe del Estado Mayor Conjunto, general Martin E Dempsey, piensa que: “Sería prematuro decidir exclusivamente que ya tenemos encima el momento para una opción militar”.Y el teniente general Ronald Burgess, director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa, dijo al Congreso el jueves pasado: “Es poco probable que Irán inicie o provoque intencionalmente un conflicto”. No es ninguna maravilla: el propio Dempsey admitió que la dirigencia en Teherán – contrariamente al ininterrumpido sesgo neoconservador en los medios – “es un protagonista racional”.¿Importa todo esto a los neoconservadores y a su legión de socios en los medios? No realmente. Hasta que encuentren a un bobo que libre una guerra por su cuenta –como en el caso de un presidente republicano– los verdaderos cobardes seguirán yendo a Teherán, todo el día y toda la noche, en los más húmedos de sus sueños húmedos.………….Pepe Escobar es el autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007) y de Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge. Su nuevo libro, recién aparecido, es Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009). Contacto: pepeasia@yahoo.com .Copyright 2011 Asia Times Online (Holdings) Ltd. All rights reserved.Fuente: http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/NB22Ak04.html© 2005-2011 AhlulBait News Agency. 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Fuentes : Asia Times Online,
miércoles
22 febrero 2012
20:30:00
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(ABNA) - Imaginad el clásico sueño húmedo neoconservador estadounidense: Clavar la vista en Irán en un mapa y salivar sobre las encrucijadas entre Europa y Asia, entre el mundo árabe y el subcontinente indio, entre el Mar Arábigo y Asia Central, con 10% de las reservas probadas de petróleo (más de 150.000 millones de barriles) y un 15% de las reservas probadas de gas – un complejo energético mayor que Arabia Saudí y árbitro de las rutas de la energía del Golfo Pérsico al Oeste y Asia a través del Estrecho de Ormuz.