Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) - Al Anunciar la cancelación de una visita de Amnistía Internacional a Bahrein, la directora adjunta de Medio Oriente y África, Hassiba Hadj Sahraoiu, dijo: "Lamentablemente hemos cancelado la visita a Bahrein que iba a comenzar hoy día, ya que el nuevo límite de cinco días impuesto por las autoridades de Bahrein para las visitas de organizaciones internacionales de derechos humanos es un serio impedimiento a su capacidad de hacer su trabajo en materias de derechos humanos".
"Las autoridades bahreiníes han reiterado su compromiso para llevar a cabo las reformas en materias de derechos humanos como también cooperar con organizaciones internacionales de derechos humanos. Estas nuevas restricciones contradicen dicho compromiso".
Amnistía Internacional y otras organizaciones no gubernamentales fueron informadas por escrito por el Ministerio de Derechos Humanos y Desarrollo Social de Bahrein de que ahora sus visitas se limitarán a cinco días laborales excepto los viernes y sábados, y además, tendrían que ser patrocinados para obtener visa.
Es esencial que los delegados de Amnistía Internacional conozcan y participen, sin restricciones de tiempo, con todas las partes interesadas, incluidas las autoridades, las organizaciones de la sociedad civil y las víctimas de violaciones a los derechos humanos. Si las autoridades de Bahrein están verdaderamente comprometidas con los derechos humanos y la cooperación con las ONG internacionales deben acabar con estos nuevos obstáculos injustificados.
En 29 de febrero, el Relator Especial de la ONU sobre Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes fue informado por el gobierno que su visita a Bahrein prevista para el 08 de marzo se había aplazado hasta julio sin mayores explicaciones.
Revolución en Bahrein, el Emirato-Base de la Quinta Flota Naval de los EE.UU.
Bahrein es un pequeño archipiélago de 1,2 millones de habitantes, separados de Arabia Saudí por una calzada - el 70% es shiíta. Pero la dinastía Al-Jalifa en el poder es sunnita. La mayoría de los shiítas son pobres, marginados y discriminados -un proletariado rural-. Y ellos han sido exprimidos más que la masa de "importados" sunníes -más de 50.000 del sur de Pakistán, Baluchistán, Jordania y Yemen - que han sido naturalizados. Agregale a ello la clásica estrategia divide y vencerás - mano de obra local contra la mano de obra extranjera; 54% de la población son trabajadores huéspedes, casi la mitad de ellos del suroeste de la India.
El Rey Hamad, en el poder desde 2002 y graduado de la Universidad de Cambridge, es un astuto gobernante. Hay un parlamento elegido, las mujeres votan y a liberado a algunos presos políticos. Eso es lo que Washington llama "estabilidad". Pero el rey está aterrorizado a muerte por la mayoría shiíta; no es de extrañar que practicamente todo el mundo en el Ministero de Defensa y la policía sea un sunní "importado".
Por otra parte activistas bahreiníes recalcan que la revuelta popular continuará hasta el derrumbe completo del régimen de Al-Jalifa. En este contexto, los opositores anunciaron que en breve formarán un Consejo de Transición fuera del país para encargarse del traspaso del poder de Al-Jalifa a la nación.
Últimamente, se reporta el aumento de contactos entre el rey de Bahréin y su homólogo saudí, durante los cuales han llegado a consenso para que Bahréin sea anexada a Arabia Saudí y sea presidido por los saudíes, decisión totalmente rechazada por el pueblo bahreiní.
En conclusión, parece que con la intensificación de la represión del régimen de Manama contra la nación, los manifestantes y grupos políticos bahreiníes se ven más decididos a conseguir sus objetivos.
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