Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) —“Queremos que Grecia continúe formando parte de la familia europea. Pero la solidaridad y el apoyo europeo son a cambio de reformas, de sacrificios, advirtió Durao Barroso.
“De ninguna manera van a modificarse los compromisos que se le exigen a Grecia a cambio de los préstamos”, dijo Barroso. El brazo ejecutivo de la Unión Europea teme un eventual triunfo de la coalición de izquierda Syriza, que figura primera en los sondeos de intención de voto de cara a los comicios griegos, y que se ha posicionado en contra de los recortes sociales exigidos por la Troika.
Grecia encara su quinto año consecutivo de recesión. El paro ha escalado a niveles récord. Las ayudas europeas en forma de préstamos han traído asociadas rebajas de sueldos, menores pensiones, despidos de funcionarios, todo tipo de recortes y reformas del Estado del Bienestar, subidas de impuestos y, en definitiva, una caída pronunciada de los niveles de vida.
Barroso lo ha dejado bien claro: “La resolución definitiva acerca de permanecer en la zona euro la tomará la propia Grecia”.
Por su parte, el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, también se mostró temeroso ante un voto de izquierda: “Para que Grecia se quede en el euro se necesita un Gobierno estable que esté dispuesto a emprender el camino que hemos diseñado. En las elecciones hace falta un voto de confianza para Europa”.
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