Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — El Presidente del Centro de Bahréin para los Derechos Humanos, Nabil Rayab, hizo estas declaraciones durante la procesión fúnebre de su madre en Manama el jueves, informó Reuters.
"Quiero y deseo para todos ustedes que vayan hasta la capital, Manma, y en todas partes luchen por la democracia, por el respeto y otros derechos. Vamos a demostrarles a ellos (al régimen) que incluso si nos encarcelan, nos matan, nosotros volveremos y vamos a ganar esta batalla en contra de sus políticas crueles, si Dios quiere", dijo.
"Nuestra lucha como ciudadanos de Bahréin continuará por la democracia, la justicia social y la igualdad", agregó.
Rayab que ha estado cumpliendo condena de tres años a partir de agosto por participar de manifestaciones "no autorizadas" contra el régimen, fue liberado brevemente para asistir al funeral de su madre.
El 27 de septiembre, un tribunal de apelaciones de Bahréin, una vez más se negó a ponerlo en libertad bajo fianza y el fijó para el 16 de octubre una tercera audición de apelación.
En julio, también fue condenado a tres meses de prisión por supuestamente en junio "insultar" a través de Twitter a los habitantes de la Isla de Muharraq.
Grupos de derechos humanos, entre ellos Amnistía Internacional, han pedido la liberación inmediata de Rayab, argumentando que el activista ha sido encarcelado únicamente por ejercer pacíficamente su derecho a la libertad de expresión.
La revolución popular se inición en Bahréin a mediados de febrero de 2011, cuando los manifestantes, inspirados por las revoluciones populares de Túnez y Egipto, comenzaron a celebrar masivas manifestaciones contra el régimen.
El régimen de Bahréin lanzó inmediatamente una brutal represión contra las pacíficas protestas y llamó a las fuerzas militares de sus vecinos árabes del Golfo Pérsico lideradas por Arabia Saudí para ayudar a extinguir los movimientos pro democracia.
Más de un centenar de personas han muerto en la ola de represión y las fuerzas de seguridad han arrestado a varios centenares, incluyendo médicos y enfermeros que trataron a los revolucionarios heridos y trasladados a hospitales públicos.
Un informe publicado por la Comisión Independiente de Investigación de Bahréin en noviembre de 2011, consideró que el régimen de Al-Jalifa había utilizado una fuerza excesiva en la campaña de represión y acusó a Manama de torturar a los activistas políticos, y a los manifestantes, incluídas mujeres.
Los manifestante dicen que van a seguir celebrando manifestaciones contra el régimen hasta que sus demandas par ael establecimiento de un gobierno elegido democráticamente se cumpla.
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