Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — En la nota enviada por el presidente norteamericano al Congreso y a la Casa Blanca se destaca: “Nuestras relaciones con Irán aún no han retomado la normalidad, y el proceso para implementar acuerdos con Irán, del 19 de enero 1981, todavía está en marcha”.
El mandatario norteamericano sostuvo que ha “determinado la necesidad de prorrogar la emergencia nacional declarada el 14 de noviembre de 1979 con respecto a Irán más allá del 14 de noviembre de 2012”.
El expresidente norteamericano Jimmy Carter, en 1979, decretó por primera vez “una emergencia nacional” contra Irán, tras la victoria de la Revolución Islámica, y con ello bloqueaba los depósitos propiedad del Gobierno de Irán en los bancos norteamericanos y sus sucursales: unos 12.000 millones de dólares en depósitos.
La ley invocada por Carter de poderes de emergencia en tiempos de paz, de 1977, da al presidente autoridad "para tratar por cualquier medio cualquier amenaza a la seguridad nacional y a la política exterior y económica de Estados Unidos". En la práctica, concede poderes extraordinarios al jefe del Estado y supone también un escalón más en la alerta de los dispositivos militares.
La notificación, firmada por Obama, está actualmente a disposición de los legisladores estadounidenses, quienes estudian nuevas sanciones contra el país persa, lo que podría impedir a Irán, según funcionarios norteamericanos, negociar con la mayoría de los países hasta llegar a un acuerdo en torno a su programa nuclear.
Las restricciones financieras y comerciales abarcan un “régimen completo de sanciones” contra Irán, según las declaraciones de un asesor del Congreso que está al tanto del proceso.
A principios de 2012, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) impusieron nuevas sanciones al petróleo de Irán y a su sector financiero. El 15 de octubre, los ministros de Exteriores de la UE acordaron otras puniciones contra Irán.
El fundamento de estas sanciones ilegales promovidas por el Gobierno de Washington se asienta en la base errónea de que Irán persigue objetivos no civiles en su programa de energía nuclear.
Irán rechaza, no obstante, la acusación, argumentando que como signatario comprometido con el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), tiene derecho a utilizar la tecnología nuclear con fines pacíficos.
Al parecer, EEUU y sus aliados aun insisten en su fracasada postura sobre la imposición de las presiones económicas y la intensificación de sanciones unilaterales contra el país persa.
En este sentido, el país norteamericano y sus socios europeos han ejecutado amplias sanciones petroleras y financieras contra la República Islámica con el fin de obligar a este país a cesar su programa nuclear pacífico y la nueva decisión del presidente demócrata de EEUU se valoriza en este mismo sentido.
Mientras Obama alegó al inicio de su primer mandato presidencial que EEUU está dispuesto a solventar las cuestiones existentes entre Teherán y Washington a través de diálogos directos y sin condiciones, en práctica ha aplicado la política de la intensificación de las sanciones contra Irán.
Irán insiste en sus posturas legales incluido el acceso a la tecnología nuclear con fines pacíficos.
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