Agencia Noticiosa Ahlul-Bait (P)

Fuentes : Global Research
lunes

16 septiembre 2013

19:30:00
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“La Verdad sobre el 11-S: ¿Quién es Osama bin Laden?”

NUEVA YORK, EEUU (ABNA) — El artículo citado titulado “Quién es Osama bin Laden?” se escribió hace doce años, el 11 de septiembre de 2001.

Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — Comencé a escribirlo la noche del 11 de septiembre, tarde, estudiando numerosas notas de investigación sobre la historia de al Qaida, que había recolectado previamente. Se publicó por primera vez en la web Global Research la noche del 12 de septiembre de 2001.Desde el principio, el objetivo fue utilizar el 11-S como pretexto para lanzar la primera fase de la Guerra de Medio Oriente / Asia Central, que consistía en bombardear y ocupar Afganistán.Horas después de los ataques se identificó a Osama bin Laden, sin evidencias, como el artífice del 11-S. Al día siguiente se lanzó la “guerra global contra el terrorismo”. La campaña de desinformación mediática se puso a pleno funcionamiento.También el 12 de septiembre, menos de 24 horas después de los ataques, la OTAN invocó por primera vez en su historia el “Artículo 5 del Tratado de Washington, la cláusula de defensa colectiva” declarando que los ataques del 11-S al World Trade Centre (WTC) y el Pentágono “constituyen un ataque a todos los miembros de la OTAN”. Esta declaración implicaba que el Estado-nación Afganistán había atacado a EE.UU., una proposición totalmente absurda.Lo que pasó después, con las invasiones de Afganistán, Irak y Libia, ya es historia.Siria e Irán constituyen la fase siguiente de la hoja de ruta militar del Gobierno de EE.UU.Al Qaida es un constructo terrorista y un “recurso de inteligencia” financiado, entrenado y apoyado clandestinamente por la CIA.EE.UU y sus aliados siguen reclutando mercenarios “yihadistas”. Al Qaida y sus numerosos afiliados –incluyendo al Nusrah en Siria– se utilizan como medios para desestabilizar países soberanos bajo la bandera de la “Guerra Global contra el Terrorismo”.La propaganda del 11-S prevalece. Los ataques del 11 de septiembre de 2011 siguen siendo usados por el Gobierno de EE.UU. como pretexto y justificación de una guerra sin fronteras.En este duodécimo aniversario de los trágicos eventos del 11 de septiembre de 2001, el tema central sigue siendo la verdad del 11-S como medio para desmantelar la agenda militar global de Washington, defender las libertades civiles y restaurar la paz mundial.Michel Chossudovsky, Montreal, 10 de septiembre de 2013¿Quién es Osama bin Laden?Michel ChossudovskyGlobal Research, 12 de septiembre de 2001Unas horas después de los ataques terroristas al World Trade Centre y el Pentágono, el Gobierno de Bush concluyó sin pruebas que “Osama bin Laden y su organización al Qaida son los principales sospechosos”. El director de la CIA, George Tenet, declaró que bin Laden tiene capacidad de planificar “múltiples ataques con poca o ninguna advertencia”. El secretario de Estado Colin Powell calificó los ataques de “acto de guerra” y el presidente Bush confirmó a la nación en una declaración nocturna televisada que “no haré distinción entre los terroristas que cometieron estos ataques y los que los albergan”. El exdirector de la CIA, James Woolsey, apuntó al “patrocinio estatal”, implicando la complicidad de uno o más gobiernos extranjeros. En palabras del ex Consejero Nacional de Seguridad, Lawrence Eagleburger, “pienso que demostraremos que cuando nos atacan de esta manera somos terribles en nuestra fuerza y en nuestras represalias”.Mientras tanto, imitando como loros las declaraciones oficiales, el mantra de los medios occidentales aprobó el lanzamiento de “acciones punitivas” contra objetivos civiles de Medio Oriente. En las palabras de William Safire en el New York Times: “Cuando determinemos razonablemente las bases y campos de nuestros atacantes, debemos pulverizarlos –minimizando pero aceptando el riesgo de daño colateral– y actuar de manera abierta o clandestina para desestabilizar a los anfitriones nacionales del terror”.El siguiente texto describe la historia de Osama bin Laden y los vínculos de la yihad islámica con la formulación de la política exterior de EE.UU. durante la Guerra Fría y sus secuelas.El principal sospechoso de los ataques terroristas de Nueva York y Washington, identificado por el FBI como “terrorista internacional” por su papel en los atentados contra las embajadas africanas de EE.UU., Osama bin Laden, nacido en Arabia Saudí, fue reclutado durante la guerra soviética-afgana “irónicamente bajo los auspicios de la CIA, para combatir a los invasores soviéticos” [1].En 1979 se lanzó “la mayor operación clandestina de la historia de la CIA” en respuesta a la invasión soviética de Afganistán en apoyo al Gobierno pro comunista de Babrak Kamal [2]:Con el estímulo activo de la CIA y la ISI [Inteligencia Inter Servicios] de Pakistán, que querían convertir la yihad afgana en una guerra global de todos los Estados musulmanes contra la Unión Soviética, unos 35.000 radicales musulmanes de 40 países islámicos se unieron a la lucha en Afganistán entre 1982 y 1992. Decenas de miles más fueron a estudiar a madrasas paquistaníes. Eventualmente más de 100.000 radicales musulmanes extranjeros fueron influenciados directamente por la yihad afgana [3].La yihad islámica fue apoyada por EE.UU. y Arabia Saudí y una parte significativa del financiamiento generado por el narcotráfico de la Media Luna Dorada:En marzo de 1985, el presidente Reagan firmó la Decisión Directiva de Seguridad Nacional 166… [que] autorizó un aumento de la ayuda militar encubierta a los muyahidines y dejó claro que la guerra secreta afgana tenía un nuevo objetivo: derrotar a las tropas soviéticas en Afganistán mediante la acción encubierta y alentar una retirada soviética. La nueva ayuda encubierta estadounidense comenzó con un aumento drástico de suministros de armas, un aumento continuo de 65.000 toneladas anuales hasta 1987… así como un “flujo incesante” de especialistas de la CIA y el Pentágono que viajaron a los cuarteles secretos de la ISI de Pakistán en la ruta principal cerca de Rawalpindi, Pakistán. Allí los especialistas de la CIA se reunieron con oficiales de inteligencia paquistaníes para colaborar en la planificación de las operaciones de los rebeldes afganos [4].La Agencia Central de Inteligencia (CIA) utilizando a la ISI (Inteligencia Inter-Servicios) de Pakistán, jugó un papel clave en el entrenamiento de los muyahidines. Por su parte, la CIA patrocinó el entrenamiento de guerrilleros que se integró con las enseñanzas del islam:Los temas predominantes eran que el islam es una ideología socio-política completa, que el sagrado islam estaba siendo violado por las tropas soviéticas ateas y que el pueblo islámico de Afganistán debía reafirmar su independencia derrocando al régimen izquierdista afgano reforzado por Moscú [5].El aparato de inteligencia de PakistánLa ISI de Pakistán se utilizó de “intermediaria”. El apoyo encubierto de la CIA a la yihad operó indirectamente a través de la ISI paquistaní, es decir, la CIA no canalizaba su apoyo directamente a los muyahidines. En otras palabras, para que esas operaciones encubiertas tuvieran éxito”, Washington tuvo cuidado de no revelar el objetivo final de la yihad, que consistía en la destrucción de la Unión Soviética.En las palabras de Milton Beardman de la CIA “No entrenamos árabes”. Sin embargo, según Abdel Monam Saidali, del Centro Al-aram de Estudios Estratégicos de El Cairo, bin Laden y los “árabes afganos” habían recibido “tipos muy sofisticados de entrenamiento por parte de la CIA” [6].Beardman, de la CIA, confirmó al respecto que Osama bin Laden no era consciente del papel que jugaba por cuenta de Washington. En palabras de bin Laden (citadas por Beardman): “ni yo, ni mis hermanos vimos evidencia de ayuda estadounidense” [7].Motivados por el nacionalismo y el fervor religioso, los guerreros islámicos no se enteraron de que estaban combatiendo al Ejército Soviético por cuenta del Tío Sam. Aunque hubo contactos a los niveles superiores de la jerarquía de la inteligencia, los dirigentes rebeldes islámicos en el terreno no tenían contactos con Washington o la CIA.Con el respaldo de la CIA y el envío de cantidades masivas de ayuda militar de EE.UU., la ISI paquistaní había desarrollado una “estructura paralela que poseía un poder inmenso en todos los aspectos del Gobierno” [8]. La ISI tenía un personal compuesto de oficiales militares y de inteligencia, burócratas, agentes e informantes encubiertos, estimado en 150.000 personas [9].Mientras tanto las operaciones de la CIA también habían reforzado el régimen militar dirigido por el general Zia Ul Haq:"Las relaciones entre la CIA y la ISI [inteligencia militar de Pakistán] habían mejorado cada vez más después del derrocamiento de Bhutto por [el general] Zia y la llegada del régimen militar"… Durante gran parte de la guerra afgana, Pakistán fue más agresivamente antisoviético que incluso EE.UU. Pronto, después de que los soviéticos invadieran Afganistán en 1980, Zia [Ul Haq] envió a su jefe de la ISI a desestabilizar los Estados centroasiáticos soviéticos. La CIA solo aceptó este plan en octubre de 1984… "la CIA era más prudente que los paquistaníes". Tanto Pakistán como EE.UU. tomaron la línea del engaño respecto a Afganistán con una postura pública de negociar un pacto mientras en privado estaban de acuerdo en que la escalada militar era el mejor camino [10].El triángulo de la droga de la Media Luna DoradaLa historia del narcotráfico en Asia central está íntimamente relacionada con las operaciones encubiertas de la CIA. Antes de la guerra soviética-afgana, la producción de opio en Afganistán y Pakistán se dirigía hacia pequeños mercados regionales. No había una producción local de heroína [11]. Al respecto, el estudio de McCoy confirma que a los dos años del comienzo de la operación de la CIA en Afganistán “las zonas fronterizas entre Pakistán y Afganistán se convirtieron en las mayores productoras de heroína del mundo, suministrando un 60% de la demanda de EE.UU. En Pakistán la población adicta a la heroína pasó de casi cero en 1979… a 1,2 millones en 1985, un aumento mucho más agudo que en ningún otro país” [12]:La CIA controlaban ese tráfico de heroína. Cuando las guerrillas de los muyahidines se apoderaban de territorio en Afganistán, ordenaban a los agricultores que plantaran opio como un impuesto revolucionario. Al otro lado de la frontera, en Pakistán, dirigentes afganos y cárteles locales bajo la protección de los servicios de inteligencia paquistaníes manejaban cientos de laboratorios de heroína. Durante esta década de narcotráfico totalmente abierto, la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas (DEA) en Islamabad no fomentó confiscaciones o arrestos importantes… Los funcionarios estadounidenses se habían negado a investigar acusaciones de tráfico de heroína por sus aliados afganos "porque la política de narcóticos de EE.UU. en Afganistán se ha subordinado a la guerra contra la influencia soviética en ese país". En 1995, el exdirector de de la operación afgana de la CIA, Charles Cogan, admitió que realmente la CIA había sacrificado la guerra contra la droga para librar la Guerra Fría. "Nuestra principal misión era hacer tanto daño como fuera posible a los soviéticos. Realmente no poseíamos de recursos o tiempo para dedicarlos a una investigación del narcotráfico… No creo que tengamos que disculparnos por ello. Cada situación tiene sus consecuencias… Hubo consecuencias en cuanto a la droga, sí. Pero se logró el principal objetivo. Los soviéticos se fueron de Afganistán" [13].Después de la Guerra FríaDespués de la Guerra Fría, la región centroasiática no solo es estratégica por sus amplias reservas de petróleo; también produce tres cuartas partes del opio mundial, lo que representa ingresos multimillonarios para los cárteles, instituciones financieras, agencias de inteligencia y para el crimen organizado. Los ingresos anuales del narcotráfico de la Media Luna Dorada (entre 100.000 y 200.000 millones de dólares), representan aproximadamente un tercio de la cifra anual mundial del negocio de los narcóticos, estimada por las Naciones Unidas en cerca de 500.000 millones de dólares [14].Con la desintegración de la Unión Soviética se ha desarrollado un nuevo aumento en la producción de opio. (Según cálculos de la ONU, la producción de opio en Afganistán en 1998 y 1999 –coincidiendo con el establecimiento de insurgencias armadas en las antiguas repúblicas soviéticas– llegó a un récord de 4.600 toneladas [15]. Poderosos cárteles de la antigua Unión Soviética, aliados con el crimen organizado, compiten por el control estratégico de las rutas de la heroína.La amplia red de inteligencia militar de la ISI no se desmanteló después de la Guerra Fría. La CIA siguió apoyando la yihad islámica desde Pakist