Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — El principal partido opositor de Bahréin, Al-Wefaq, condenó el jueves la demolición de las mezquitas históricas de “Momen” y “Abuzar Ghafari” para convertirlas en centros de recreo, y declaró que pese a la antigüedad histórica de estos templos, el régimen los ha destruido y hace caso omiso a los pedidos populares para su reconstrucción.
Al referirse a la extensa destrucción de las mezquitas chiítas en distintas zonas de Baréin, el citado partido destacó que pese a todas las presiones, los bareiníes se presentan en las ruinas de esas mezquitas para cumplir los ritos religiosos.
De acuerdo con los activistas bareiníes, la demolición de decenas de mezquitas chiítas en Baréin en los últimos tres años no solo constituye un crimen, sino que también equivale a la eliminación de una cultura y a un castigo colectivo con el que el Gobierno quiere demostrar estar dispuesto a realizar cualquier acción para evitar la democratización de ese país.
Según denuncian instituciones de derechos humanos locales e internacionales, desde el inicio del levantamiento popular en febrero de 2011, el régimen ha destruido al menos 40 mezquitas bajo pretexto de su papel en esa revuelta y ha impedido su reconstrucción hasta la fecha.
Las acciones antirreligiosas del régimen de Al-Jalifa, particularmente la demolición de las mezquitas, han llamado la atención de la comunidad internacional al hecho de que está enfrentada con un gobierno que tiene en su agenda el insulto a los ritos islámicos y la profanación de los sitios religiosos.
De hecho, el régimen de Manama imagina erróneamente que destruyendo las mezquitas y profanando las santidades del pueblo, podría disuadirlo de continuar con su revuelta anti-monárquica.
Esto sucede mientras lo acontecido en Baréin en los últimos tres años ha demostrado que ese movimiento antirreligioso y contrario a las normas ciudadanas no solo no ha podido descarrilar el alzamiento popular, sino que ha develado más que nunca la imagen de los gobernantes autoritarios de Bahréin ante la opinión pública internacional.
Bajo tales condiciones, también los bareiníes en distintas zonas del país han realizado constantemente actos de protesta para expresar su repudio a las políticas represivas y antirreligiosas del gobierno de Al-Jalifa.
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