Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — El 15 de julio el Canal Dos de Israel llevó un informe de una reunión secreta en París a finales de junio entre el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Avigdor Liberman, y el ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, Abdulá ibn Zayd, para discutru cómo erradicar a Hamas de la Franja de Gaza.
Según el informe, los ministros de Relaciones Exteriores de Arabia Saudí y Jodania también se encontraban en París en ese momento, donde se reunieron con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry para discutir los acontecimientos en Medio Oriente. Al final, se acordó que Israel ejecute la operación militar contra Hamas, mientras que los Emiratos Árabes Unidos proporcionó los fondos.
Las únicas ausencias notables en la reunión de París fueron los egipcios. Parece ser que su participación era tan segura que no requerían ninguna reunión para persuadirlos. Por otra parte, ya que no están en condiciones de actuar con independencia de sus mecenas de EEUU y del Golfo Pérsico, su presencia en la capital francesa se consideró innecesaria. Todo lo que se requería de El Cairo fuera que mantuviera cerrado el paso de Rafah y coordinara con Israel cuando comenzaría el asalto.
Dos días después de que Israel lanzó su ofensiva el 7 de julio, Egipto anunció la destrucción de 19 túneles en la frontera con Gaza. Una vez que el número de muertos civiles comenzó a subir El Cairo propuso una "iniciativa de alto al fuego" a sabiendas de que sería inaceptable para los grupos de la resistencia en Gaza, sobre todo porque no eran ni parte en los debates ni ofrecía garantías de que el bloqueo del territorio palestino se levantaría.
En efecto, la propuesta de Egipto dio a Israel más tiempo para terminar el trabajo. La participación de Tony Blair en la preparación refuerza este punto de vista, teniendo en cuenta que en 2006, mientras el entonces Primer Ministro británico se habí anegado a pedir un alto a un ataque israelí similar contra el Líbano con la esperanza de que a sus amigos de Tel Aviv se les diera suficiente tiempo para 'aplastar' a Hezbolá.
Gaza ha tenido más que su parte de las agresiones israelíes en los últimos años. Sin embargo, lo que distinque a este último ataque ha sido el nivel de complicidad regional. El papel atribuido a los gobiernos regionales ha variado de una colaboración activa en un extremo a la aprobación tácita por el otro. El doble juego de Egipto fue siempre crucial. Mientras tamborileó su apoyo a este plan, se denunció al mostrar una actitud cada vez más estricta en materias del cruce de Rafah, negando la entrada a los equipos médicos europeos y regionales enviados para ayudar a las víctimas de la brutalidad israelí.
Después de dos semanas de implacables bombardeos por tierra, aire y mar, está claro que Netanyahu ha mordido en Gaza más de lo que puede masticar. Pese a las afirmaciones de que la ofensiva israelí ha comenzado, los hechos la refutan; soldados israelíes siguen estando atrincherados y detrás de ellos sus tanques y artillerías en las fronteras de Gaza, incapaces de avanzar más de 300 metros en el enclave costero palestino. El ex jefe militar de Egipto y ahora presidente, Abdel Fattah Al-Sissi, al parecer, había dado su apoyo sin reservas a Netanyahu y la garantía de que la operación iba a ser corta y que las fuerzas isrelíes podrían retirarse con facilidad. Eso ha resultado ser un error de cálculo fatal.
Frente a un creciente número de soldados muertos en acción, las llamadas están siendo escuchadas en Israel por una investigación sobre este último fiasco. Con la captura de un soldado por las Brigadas Ezzedine Al-Qassam la presión sobre el primer ministro israelí se intensificará en los próximos días.
A pesar de su superior armamento, suministrado por EEUU, el ejército israelí parece reacio a asumir la fuerza de la resistencia, bien entrenados, disciplinados y altamente motivados. Después de organizar una serie de incursiones de atrevidos comandos detrás de las líneas enemigas a dejado a los israelíes desmoralizados y confundidos. Por lo tanto, las Fuerzas de 'Defensa' de Israel (Lema: "Pureza de Armas") han recurrido a los ataques indiscriminados contra la población civil en toda Gaza.
A pesar de que los portavoces israelíes afirman que Hamas está utilizando civiles como peones, la masacre en el barrio de Al-Shuya'iyah demostró que es todo lo contrario. En un intento de presionar a la resistencia, el ejñercito israelí se negó, durante horas, permitir el acceso a la Cruz Roja para evacuar a los muertos y heridos.
Muchos han trazado paralelos entre la masacre de Sabra y Chatila de 1982 en el Líbano con la masacre de Al-Shuya'iyah en Gaza. Los sangrientos cuerpos mutilados son, sin lugar a dudas, de forma similares. Tal vez la única diferencia importante en esta ocasión es que mientras en 1982 fueron las fuerzas cristianas maronitas que colaboraron con los israelíes, hoy son los árabes sionistas "musulmanes". Después de haber planeado y colaborado con el enemigo para atacar a los palestinos cuando estos rompían su ayuno de Ramadán, estos pueden ser descritos solamente como "musulmanes"; su estado real es cada vez más claro.
La matanza sistemática de civiles en Gaza en las últimas dos semanas fue de ninguna manera el trabajo de un ejército fuerte o "moral". Nunca habría sido posible sin la traición de los por los sionistas árabes. Aún así, esta última agresión se dirige hacia uno de los resultados; una humillante derrota para Israel y sus aliados. Su error fatal es que calcularon mal la naturaleza y la capacidad de la resistencia, que ha visto el premio de la libertad más cerca que en cualquier otro momento de este conflicto de larga duración.
Jalil Sahurie
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Fuentes : Middle East Monitor
lunes
21 julio 2014
23:24:03
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GAZA OCUPADA, Lun. 21 de julio (ABNA) – La mala fe y la derrota han subrayado su récord en Palestina. El jactancioso primer ministro del ente sionista de Israel, Benjamín Netanyahu, los describe como sus amigos. Sin embargo, con cada victoria anotada por la resistencia palestina se ha hecho más claro que no hay futuro para los sionistas árabes que han prosperado de la miseria palestina durante generaciones.