Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — Los indignados manifestantes han acusado al régimen bareiní de cambiar el tejido demográfico a favor del gobierno a través de la concesión de la nacionalidad a decenas de miles de extranjeros en los últimos años.
Además de condenar las políticas racistas del Gobierno bareiní han pedido a las Naciones Unidas detener este tipo de acciones que representan una amenaza a la seguridad y la estabilidad del pequeño país del Gofo Pérsico.
Horas antes en el día de hoy, el secretario general del principal partido opositor de Baréin Al-Wifaq, Ali Salman, cuestionó al régimen de Al Jalifa por dar nacionalidad bareiní a miles de extranjeros.
El jeque chií ha afirmado que los extranjeros, principalmente de Paquistán, han sido reclutados como fuerzas de seguridad para ayudar al régimen de Manama a aplastar las marchas populares del pueblo bareiní.
De acuerdo con la oposición bareiní, el régimen gobernante durante la última década ha gastado más de 5,3 mil millones de dólares para facilitar la vida a los extranjeros.
Desde febrero de 2011, Baréin es escenario de manifestaciones casi diarias de los ciudadanos contra las autoridades, las cuales son reprimidas por las fuerzas de seguridad secundadas por países regionales y occidentales, principalmente de Estados Unidos.
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