Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — El Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) derribó el drone israelí, modelo Hermes 450, el pasado 23 de agosto, antes de que lograra llegar a la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz (centro de Irán).
Tras la revelación del lugar de lanzamiento del drone israelí, se ha conocido también la participación de Bakú en la misión de espionaje, de acuerdo con fuentes anónimas.
El drone no tripulado israelí fue derribado por un misil tierra-aire antes de llegar a su objetivo.
Las instalaciones nucleares de Irán han sido blanco regular de las actividades de espionaje de Estados Unidos y los servicios secretos israelíes, y en varias ocasiones han recurrido al empleo de drones para este propósito.
No obstante, las Fuerzas Armadas de Irán han conseguido neutralizar todos los esfuerzos realizados al respecto.
Estos hechos se conocen después de que a finales del mes de agosto, el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán desmintiera la noticia de que el Hermes 450 hubiera despegado desde su territorio rumbo a Irán.
Las autoridades azeríes insisten en que nunca permitirían que su territorio sea utilizado para llevar a cabo ningún tipo de acto contra la República Islámica de Irán; no obstante, el Gobierno de Bakú ha servido a los intereses del régimen israelí.
El estratégico puerto israelí de Haifa recibe casi el 40 por ciento de sus necesidades de petróleo a través del oleoducto Bakú-Ceyhan, que pasa por Azerbaiyán.
Asimismo, en otra medida de hostilidad contra la República Islámica, una célula separatista, que se autodenomina 'el Congreso Mundial de los Azerbaiyanos', celebró recientemente un foro antiraní en Bakú.
El llamado congreso fue fundado en Estados Unidos en 1997 y tiene como objetivo la separación de las provincias de Azerbaiyán Oriental y Occidental (noroeste de Irán) y su unificación a la vecina República de Azerbaiyán.
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